Capítulo 13

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Bobby

Sé que lo que estoy haciendo está en gran parte potencializo por las siete cervezas que nos hemos tomado. ¿O han sido más? Pero no me importa. Aun cuando esté algo borracha, soy consciente de todo lo que estoy diciendo. Brooke es linda y sus ojos me gustan. No pensé que me pudiese fijar tanto en ellos hasta que se lo he dicho. Estoy tan cerca de ella que puedo besarla. Voy a hacerlo y sé que ella lo está esperando. Siento su respiración agitada, un suspiro se le escapa de sus labios y sé que está casi suplicándolo.

No espero más. Lentamente me acerco y beso a la chica que tan solo unos días antes era una completa desconocida para mí. Ella me rodea la espalda con sus brazos y me empuja hacia adelante. En el sofá, encima de ella, lo que menos espero es apartarme de aquellos labios.

La primera vez que besé a Eva fue finalizando el tour que me dio en BlindStone. Ella se había ofrecido a acompañarme al aeropuerto. En el taxi, luego de una conversación animada sobre el sabor ideal de la pizza, se acercó a mí, tomó mi barbilla y me besó. Fue un momento corto, porque ella se apartó y me guiñó el ojo. Nuestro segundo beso fue mejor. En mi próxima visita, nos encerramos en el baño del edificio donde ella trabaja y dejamos salir el deseo que retuvimos durante un tiempo. Puedo recordar todos los besos que he compartido con Eva, pero extrañamente siento ahora que ninguno de esos ha sido tan bueno como este.

Los labios de Brooke son suaves, igual que su piel. Con cada caricia, con nada nuevo impulso, siento que no podré alejarme. Cada parte de ella es una invitación a quedarme. Y aunque, igual que ella, no quiero tomarme un descanso, me separo cuando escucho el sonido del timbre de un celular. Es el de ella. Está a un lado, en la mesa frente a nosotros.

—Contestaré luego —Dice tomando mi rostro y llevándome de nuevo hacia ella.

Yo obedezco y me encuentro de nuevo con sus labios. No sé en qué momento ella ha empezado a desabotonar la camisa de mi pijama. Yo sonrío y busco la terminación de su blusa para sacársela. El teléfono sigue timbrando. Siento cómo Brooke estira la mano para tomarlo y muy seguramente desviar la llamada. A lo mejor no es nada, podrá devolver la llamada luego de... ¿Luego de qué? ¿Acaso vamos a tener sexo? La idea me gusta y siento un escalofrío por todo el cuerpo. Sin embargo, mi emoción se corta cuando ella me pide detenerme.

—Bobby espera, es Jonas.

Yo me detengo y me aparto un poco. Sé a qué se refiere, podría tratarse de su madre. Brooke descuelga.

—Jonas, hola.

Brooke está agitada y veo como intenta controlar la respiración para hablar con su hermano. No la culpo. Ahora mismo yo estoy tratando de controlar las ganas de lanzarme encima de ella y volver a sus labios. Brooke le miente a su hermano diciéndole que ha salido corriendo de la ducha y que por eso no le había contestado. Cuando creo que colgará y regresará a mis brazos, veo como su expresión cambia. La sonrisa de hace unos minutos ha desaparecido y ahora sus ojos se han llenado de lágrimas mientras ahoga un grito. Algo ha salido mal. 

ConfinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora