Bobby
Soy una tonta. Jamás debí aceptar trasladar la charla de la sala a la habitación. El elemento de la cama, en donde Eva está sentada, es peligroso. Yo la escucho de pie desde la puerta. Ya se ha disculpado un montón de veces y no deja de decir que lo de Tom es solo un malentendido de mi parte. Quiero creerle, pero sigo sin dar tregua.
—Sé lo que vi, Eva —Digo con los brazos cruzados— No me creo que sean un par de amigos y ya.
—Bobby, el que Tom sea algo cariñoso, no significa nada.
De verdad que odio el nombre de ese tipo.
—No me pareció tan así.
—¿De verdad vas a dejar que algo tan estúpido nos haga discutir de esta manera?
—No es algo estúpido para mí.
Eva suspira y se levanta. Camina hacia mí y me entra el pánico.
—Mira, lo siento, ¿sí? No quiero seguir así. He venido hasta aquí porque de verdad me importas —Yo empiezo a dudar de si mirarla o no. Sé que apenas lo haga, cederé— Creo que tienes razón y debimos estar juntas en este aislamiento. Fui una tonta al no presionar a mi abuela con esto, pero estoy dispuesta a hacerlo.
—¿A hacer qué?
—Le dije que te quedarás conmigo y aunque ha hecho mil preguntas, al final aceptó.
Entonces la miro y le creo a su mirada. Suelto mis brazos y estoy segura que la sorpresa se me nota en el rostro. Eva se acerca y me acaricia la mejilla.
—Claro, tendrías que aceptar. Entendería que dijeras que no —Me permito inhalar su perfume. Tiene la colonia que compró hace un mes y que yo escogí para ella.
—Eva... es solo que —Intento hablar, pero me cuesta— Entiéndeme. Yo lo quiero todo contigo, lo sabes. Para mí no es juego, de verdad me gustas.
—Tú también me gustas Bobby y por eso estoy dispuesta a...
—¿Y tu abuela?
—Ella tendrá que entenderlo. Podrá ser un paso importante si estamos juntas en casa y bueno, quiero que siga así cuando vengas a la ciudad y puedas quedarte libremente en nuestra casa.
—¿De verdad crees que es posible? —Tomo a Eva por la cintura y ella rodea mi cuello con sus brazos— ¿Le dirás sobre nosotras?
—Eventualmente. Creo que, si estamos juntas, ayudará.
Sonrío y olvido completamente nuestra discusión. Nos besamos y caminamos hasta la cama. Sé lo que está a punto de pasar y aunque pienso en Brooke al otro lado de la habitación, mis deseos son más fuertes. Sin embargo, el beso con ella acude a mi pensamiento y me hace dudar.
—¿Pasa algo? —Pregunta Eva al ver que me detengo.
—No. Es solo que... bueno, seamos discretas. No estamos solas.
Eva pone los ojos en blanco y se saca la blusa.
—Ahora mismo poco me importa esa tipa. Es más, creo que disfrutaré demasiado hacerte gritar de placer.
Yo me río nerviosa. Sé que, si se lo propone, lo hará y pensar en Brooke escuchándonos, me avergüenza demasiado. De todas maneras, unos segundos de besos y me olvido completamente de ello.
***
Eva decide que podremos comprar algo para almorzar de camino a casa. No quiere que cocine y entiendo que la indirecta va a la presencia de Brooke en el apartamento. Yo no discuto. Realmente sería muy raro sentarnos las tres a comer y conversar como buenas amigas. Sé que mi novia odia a mi compañera de casa. Ex compañera. ¿Se lo tomará mal? ¿Me reclamará algo? ¿Tendría que hacerlo? Pienso en lo que diría Brooke mientras voy a la cocina por agua. Eva se queda un rato en la cama mirando el celular.
Ya son más de las 1:00 p.m. y no veo evidencia de que Brooke haya cocinado. ¿Habrá salido? Cuando saco de la alacena un vaso, escucho que tocan el timbre. Estoy por ir a atender, pero veo que Brooke sale de su habitación y corre a abrir. Escucho que habla con un hombre, es un repartidor. Ha pedido algo para comer. De regreso al apartamento, deja la caja del domicilio en la isla y me pide que le pase un vaso.
—¿Comida china? —Pregunto cuando identifico la caja. Ella asiente.
—Me dio algo de pereza cocinar.
—Te entiendo. —Le paso el vaso y un silencio incómodo se apodera del ambiente. Ella me mira y presiento que sabe lo que ocurrió con Eva. Entonces lo recuerdo— ¿Cómo está tu madre?
—Estará bien. Gracias.
Brooke toma la caja, el vaso y da media vuelta para regresar a la habitación, pero la detengo. Sé que debo decírselo, pero no sé con qué palabras. Parece distante, demasiado seria para como es. Quiero creer que está enojada por mi decisión, pero sería darme mucha importancia en su vida y tenerla sería... ridículo. Le cuento la decisión de irme con Eva y la sorpresa en su rostro es evidente. Aunque presiento que tiene también rabia.
—¿En serio? —Pregunta con cierto desagrado. Se percata del tono y carraspea— Quiero decir... creo que es algo bueno, ¿no?
—Sí... creo que... es una buena oportunidad para las dos.
Brooke asiente.
—Sí, espero todo salga como lo planeado. Ya lo mereces.
—Quería agradecerte por la compañía y...
Escuchamos una puerta abrirse. Yo desvío la mirada detrás de Brooke y ella regresa el rostro. La escena me crispa los nervios. Eva sale de la habitación, no se ha vestido, por lo que lleva la cobija cubriéndole el cuerpo. Entra al baño sin decir nada y cuando cierra la puerta me fijo en Brooke que está algo colorada.
—No tienes por qué agradecer nada, Bobby.
De nuevo inicia la caminata a su habitación, y yo voy detrás de ella.
—Sí, si tengo por qué. Has estado atenta y eso es algo por lo que agradecer.
Brooke suspira y me sonríe.
—De verdad, no es necesario. Soy yo quien te agradece por escucharme y... ya sabes, por todo el tema de mi mamá.
—Tienes mi número y cualquier cosa que necesites, puedes escribirme.
—No creo que sea una buena idea —Cuando lo dice mira hacia el baño y yo siento el puñal en mi estómago— Pero gracias. Lo valoro mucho.
—No, de verdad que sí puedes escribirme.
Vuelve a sonreír y cometo el error de mirarla a los ojos. Maldición... sus ojos.
—Te deseo muchos éxitos Bobby. Aunque esta no es mi casa, me tomo el atrevimiento de decirte que serás siempre bienvenida.
Sus palabras me toman un poco por sorpresa. ¿Volver aquí? Parece como si supiera algo que yo no.
—Gracias. En MadeVille eres también bienvenida. Cuando pase todo esto, a lo mejor...
—Sí —Me corta ella— Lo mismo digo.
De nuevo aquel silencio en el que su mirada parece hablar, pero soy demasiado estúpida para entender lo que dice. A lo mejor sé lo que significa, pero no quiero aceptarlo.
—Adiós, Bobby.
No hay abrazo, ni siquiera un apretón de manos. Solo otra sonrisa y una mirada triste antes de desaparecer por su habitación.
***
Cuando tengo el maletín listo, salgo a la sala de estar y Eva ya me está esperando allí. Le echo un último vistazo al apartamento y suspiro. ¿Por qué me está costando tanto irme? ¿A caso no era esto lo que quería? Mi novia sale primero y yo me tomo otro segundo para fijar mis ojos en la puerta al final del pasillo, en la que detrás está Brooke acostada en la cama. La imagino mirando el techo y odiándome por débil, por egoísta, por dejarla sola. Advierto que estoy a punto de llorar y me contengo. No podría explicarle aquello a Eva. Aunque quisiera, no podría decírselo. ¿Cómo podría? ¿Cómo le digo a mi novia que me gusta otra chica?

ESTÁS LEYENDO
Confinadas
RomansaA Bobby le acaban de cancelar su vuelo de regreso a MadeVille, mientras que Brooke ha tenido que viajar a BlindStone de urgencia. Las dos coincidirán en un apartamento en el cual pasar la cuarentena obligatoria impuesta en el país luego de la advert...