Capítulo 20

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Brooke

Veo a Bobby en la minivan blanca y no entiendo muy bien que está pasando. Me hace un gesto con la mano para que me acerque, yo cruzo la acera y subo en el puesto del copiloto. Bobby lleva una gorra blanca que tiene un logotipo en el frente. La camisa es del mismo color y la lleva abierta sobre una camiseta negra.

—Bobby, ¿Qué pasa? ¿Qué es todo esto? —Ella enciende el motor y acelera— ¡Hey! ¿A dónde vamos? No puedo...

—Oficialmente estas secuestrada, Brooke —Bobby sonríe concentrada en el camino— Bueno, no es tan ilegal. Tienes permiso para salir hoy.

—¿Qué? ¿Cómo que secuestrada? ¿A dónde vamos?

—No dañes la sorpresa. —Mi secuestradora busca en el asiento de atrás algo y me lo entrega— Tendrás que ponerte estos para hacer más creíble el plan.

Yo recibo la bolsa y de adentro saco una camisa y gorra igual a la que lleva Bobby.

—Ha sido una suerte que tuvieses jeans y zapatos.

—Pues ¿Qué esperabas? ¿Qué bajara en pijama? Tuve que cambiarme.

—Lo siento, pero lo valdrá.

—¿En serio no me dirás a donde vamos?

Bobby niega con la cabeza y sigue concentrada en el camino. No sé qué está planeando, pero ya en ese punto no me queda más remedio que seguir la corriente. Además, no es como que pueda tirarme de un auto en movimiento. Por otro lado, confío en ella. Le echo una mirada a Bobby y la examino. Está igual que siempre, el cabello le cae hacia atrás y parece que estuviese procesando varias cosas en su mente.

Unos minutos más de viaje y empiezo a identificar la dirección hacia la que conduce. No puede ser posible, ¿Qué pretende? Mi compañera detiene el vehículo frente a un edificio de ladrillos y apaga el motor.

—Bobby, ¿Qué hacemos aquí? —Pregunto nerviosa.

—Vale, no sé si fue un atrevimiento de mi parte, pero querías ver a tu madre y bueno, ideé una manera de hacerlo.

Yo la miro y luego al edificio en donde está el apartamento de Jonas, donde está mi madre.

—Gracias. Me siento un poco cerca de ellos.

—¿Qué? —Bobby me mira confundida— No nos vamos a quedar aquí. Vamos a entrar.

—¿¡Te volviste loca?!

—Un poco.

Bobby entonces me explica el plan. Subiremos haciéndonos pasar como trabajadores de su empresa de alimentos, tendremos la excusa de decir que subiremos unos productos que mi hermano compró vía online. Ella me extiende el papel con la constancia de nuestro permiso como sector productivo para poder estar en la calle y hacer ese tipo de entregas. Yo la escucho sin poder creer lo que ha hecho. Ahora mismo podría lanzarme a abrazarla, pero me contengo. Algunas lágrimas se asoman y Bobby me pregunta si ha hecho algo malo.

—Al contrario, no sé cómo voy a poder retribuírtelo.

—No tienes por qué. Ándale, vamos.

Bajamos de la minivan con el uniforme de la empresa, tapabocas e incluso guantes. Bobby saca de la cajuela dos cajas y me entrega una.

—¿Qué es?

—Pues la mentira tiene su parte de verdad. No sé si tu hermano ya hizo mercado, pero algunas frutas y verduras nunca están de más, ¿no te parece?

En serio, quiero olvidar que esta chica tiene novia y besarla sin importar nada.

Llegamos a la recepción y Bobby se identifica, dice que conoce los protocolos de entrega y entrega el documento con el permiso. El vigilante nos deja pasar y respiramos tranquilas cuando subimos al ascensor.

ConfinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora