No es lo que parece

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Al día siguiente que el plan de contingencia fuera aprobado ambos jefes mandaron a llamar a sus subordinados que estarían en este plan. — No vayan a destruir, romper, incendiar, ahogar, derribar o cualquier cosa que implique que el gobierno de Japón nos llame para decir que dos personas adultas no pueden trabajar juntas para proteger el lugar más cercano que tienen a un hogar— aquellas fueron las instrucciones dadas por Fukazawa mientras miraba a sus subordinados más en específico a Dazai desde su último "Misión" en donde molesto a Chuya y este le lanzó un auto, pero no cualquier auto sino el de un juez en específico el mismo que Kyoka atacó accidentalmente para entregarle una evidencia. De verdad el hombre estaba enojado, más aún cuando quienes fueron a disculparse eran Kyoka y Atsushi, el hombre se enojó tanto que tuvieron que llamar a una ambulancia por si le daba un infarto.

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Mientras en la mafia Mori se encargaba de decir a sus subordinados como debían actuar, — Le di mi palabra a Fukazawa-dono que no habría inconvenientes con esta situación, mi palabra es lo más sagrado que tengo, así que al empeñar esto espero un buen comportamiento. Es una orden, ¡No hagan nada que ponga en peligro la lealtad de la agencia hacía nosotros!—el regaño terminó con una reverencia por parte de ambos hombres que luego de despedirse se fueron. Akutagawa llamo a Atsushi explicándole como serían las cosas en relación a como llegaría a la casa del mafioso, diciendo que mandaría un taxi o a Higuchi por el.
— Papi—grito la pequeña antes de saltar a los brazos que la abrazo para luego colgarle a Atsushi, — Hija tendremos una visita un tiempo así que se buena—pidió Akutagawa a lo que su pequeña asintió mientras su padre le contaba quien sería su visita provocando que la pequeña se pusiera realmente contento que terminó jalando a su padre de la mano, — Tenemos que dejar la casa bonita—era lo que la pequeña decía mientras se llevaba a su padre que ciertamente el último lugar que quería visitar sería su casa, es más ni siquiera quería que su hija se quedará con él pero todo el mundo estaba demasiado ocupado para tenerla todo el día hasta su hermana Gin había sido mandada a Tokio con otros miembros para obtener información en de lo que sucedía en esa ciudad en relación con la mafia Yakuza, sin Gin y con todos los demás que tendrían que estarse bañando en los lavabos de los baños de la mafia por el constante tiempo que pasarían poniendo cada activo en un lugar seguro, al mismo tiempo que obtenían información, así que abría que mantener a Natsuko con él aunque eso era lo que menos quería.

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Atsushi por otro lado guardaba un par de cosas en la maleta, — Solo necesito un libro—se dijo antes de revisar su "librero" que era más una caja de plástico bastante grande que ocupaba menos espacio que un librero pero entraban igual tamaño de libros,— A ver ¿Cuál de todos vine?—se dijo a si mismo antes de sacar varios puños de libros en busca de uno que leer, así estuvo hasta que chocó con uno, era viejo, la portada estaba cubierta de tal manera en que el título no se veía, la pasta estaba algo despegada y las páginas eran amarillas, era un libro tan viejo y tan maltratado que daba la impresión de que en cualquier momento iba a romperse,— Obvio tu no. Aunque ¿Tu de dónde saliste?—Atsushi no recordaba donde lo compro, de que trataba o es más lo había leído alguna vez, solo sabía que era viejo y que no recordaba de donde lo saco, la curiosidad lo molesto por ende terminó abriendo el libro en una página al azar tomándose con la siguiente frase, "El cuerpo estaba tendido de cara al cielo; vestía un kimono de seda violáceo y llevaba un gorro al estilo de Kioto. Una herida de katana le atravesaba el corazón" terminada la frase el libro resultado extraño, "Tal vez sea de Ranpo-san... Aunque él no lee historias de misterio a menos que las escriba Poe-san, aparte de eso no creo que se lea algo de este género en la agencia... Entonces ¿de donde saque está cosa?" luego de ello Atsushi prosiguió con su lectura páginas más adelante. "Cómo dije no había matado al hombre; era innecesario, después de haber conseguido a la mujer. Me disponía a huir cuando sucedió lo inesperado. Ella aferró a mis brazos con desesperación, y patéticamente, con palabras entrecortadas, me grito que uno de nosotros, su marido o yo, tenía que morir"  leído eso Atsushi movió la vista y siguió en busca de el alguna pista para el dueño del libro, la historia perdió su gracia al entender el motivo de la mujer que al parecer de Nakajima era terrible decidir que su marido deba ser asesinado para supuestamente no poder vivir ella con la vergüenza, realmente era terrible lo que pasó pero decidir sobre la vida de su esposo, era algo terrible aún así siguió leyendo para saber si podía recordar quién era el dueño, "Me incorpore sobre las hojas de bambú y dirigí hacia el mis ojos. Pero el brillo suyo no había cambiado; me observaba con la misma frialdad, reafirmó su desprecio, y en lo más profundo, también su odio. Vergüenza, rabia, angustia". Esa era la parte descrita por la esposa, ella creía que su marido la odiaba además que más adelante pensaba en quitarse la vida.

Una familia especial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora