𝑳𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒔𝒑𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒅𝒊𝒄𝒊𝒂 [Greed • FMAB]

16: Lo que quiero eres tú.

Aquellos que iban a luchar se preparaban para el día que cambiaría su destino, el día prometido. El tiempo pasó y la primavera llegó.

Greed junto con Lara y los demás habían ido a Resembool, donde se ocultaron en la casa donde vivía Winry Rockbell con su abuela, ya que Edward necesitaba mantenimiento.

Edward había estaba en el piso de arriba junto con Heinekel y Darius. Lara y Greed estaban abajo.

Un fuerte grito femenino se escucha en la parte superior, por lo qué tanto Greed como Lara suben encontrándose con Winry y unos hombres de Briggs.

— ¿Qué hacen? — cuestiona Greed.

Comienza una pelea entre los hombres de Briggs y quienes habían sido los hombres de Kimblee junto con Greed.

Estaban haciendo un escándalo, Winry harta y molesta los echa de la habitación.

— ¡Es el cuarto de una chica! ¡Fuera!

Lara queda impresionada ante la fuerza de esa chica, va en busca de Greed.

— ¿Estás bien? — dice ella, él sólo asiente para después poner una de sus manos en su bolsillo y con la otra tomar la de Lara.

Quedando atrás la conmoción, Winry se queda mirando a Greed.

— Eres Ling, ¿no? — pregunta Winry.

— Huh no, soy Greed. — responde él, después la mirada de Winry se dirige hacia Lara.

— Tú eres... — exclama ella esperando una respuesta, Lara era la única que no conocía al menos de vista.

— Lara, encantada de conocerte.

— Soy Winry Rockbell. — se presenta para después extender su mano hacia ella, ambas se dan un apretón de manos.

Tanto Lara como Greed se encontraban en las escaleras hablando, pero se quedan callados cuándo escuchan la discusión entre Edward y Winry, junto con un portazo.

Greed ríe burlonamente cuando ve a Ed bajando las escaleras.

— Esa mujer que tienes lo quiere todo.

— Nada bueno viene de querer algo con tanto afán. Tan solo mírame, yo quería a alguien muerto y esto es lo que conseguí. — exclama Edward haciendo referencia a su automail.

— ¿Estás seguro? "Quiero ver a alguien muerto", "quiero dinero", "quiero amor", "quiero proteger al mundo". Son todas cosas que el corazón quiere, desea.

Él hace una pequeña pausa.

— Aunque lo diga yo, la codicia no es buena ni mala, los humanos se equivocan al darle distintos valores a la codicia.

Edward no contesta nada, sigue su camino escaleras abajo.

— ¿Qué es lo que tú corazón quiere?

— "Todo lo que el mundo tiene", es lo qué hubiera contestado hace tiempo, sonaría típico de mí decirlo, pero después de todo lo que ha pasado, además de qué sé que no podría engañarte, mi respuesta es grandes amigos y un gran amor.

Hace una pequeña pausa al quedarse embelesado con la mirada que ella le dedicaba, tan brillante y llena de chispa.

— Y ya que tú eres mi gran amor, lo que quiero es estar contigo siempre.