Capítulo 10

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G O L P E S,  M O R E T O N E S  Y 
D O L O R  M O N U M E N T A L

G O L P E S,  M O R E T O N E S  Y  D O L O R  M O N U M E N T A L

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—¡Cuidado idiota!

Ya era la décima vez que casi nos chocamos contra otro automóvil por el retraso de Rubén, esta de gilipollas y no se concentra en conducir.

—¡Cállate que me pones de los nervios! —gritó irritado.

—¡Pero si estás de gilipollas, nos vas a matar!

Intento volver a frenar y... No, es una mierda conduciendo, perderé mi cuello por su culpa.

—¡Las tomas están de la mierda! —dije viendo por el lente.

—¡Coño! Pues te pago para que te salgan bien —dijo Rubén histérico moviendo sus manos de un lado a otro.

—¡Me largo!

Aproveché que había parado el coche y salí sin preguntar cabreada, ya me dolía el cuello además de que ya me había golpeado con la cámara que pesa una ostia porque es profesional y está enorme.

—¡Sigue grabando las tomas de fuera Anne! ¡Pablo ven conmigo!

Molesta le hice caso y el otro camarografo se montó en el coche para ir con Rubén grabando su retraso, pobre Pablo.

—Joder macho ya no estés así, sera la siguiente vez —dijo Jorge sobando el hombro de Rubén.

—Si, cuando dejes de hacerte el gilipollas.

Rubén clavó su vista en mi amenazante.

—Lo estaba haciendo bien...

—Parecía que estabas jugando subnormal, da de bien que el tío ese era buena gente o sí no se hubiese marchado y a la mierda contigo —dije fría.

—Ya... Por lo menos el vídeo será la ostia —sonrió Rubén.

—Pues... Algo así —dije viendo algunas partes que había reproducido en mi portátil.

En casi todas las tomas donde yo grabó dentro del coche se ven más que borrosas. Rubén bufó para después dejar caer su cabeza en la mesa. Se veía algo decepcionado.

—¡Auch! —se quejó por el golpe.

Jorge y yo comenzamos a reír sin parar al ver un gran moratón en su frente color rojo. Espero que sea permanente ya que le haría burla día y noche.

—¡Cuidado idiota! —grité entre risas.

—En las películas lo hacen pero no les duele.

Después de sobarle el golpe a Rubén y de joderlo un rato nos trajeron la comida ya que estábamos en Domino's —bueno que tampoco es la comida más sana— Cris nos trajo aquí después de grabar, ella había ido a dejar a los demás camargrafos, el equipo, los micrófonos y se llevó a mi hermano a dar un pequeño paseo porque estaba de insoportable ya. Jorge, Rubén y yo como no habíamos picado nada desde la mañana estuvimos a punto de morir, Cris se asustó y aquí estamos.

—Que buena esta —dije después de pegarle una mordida a mi rebanada.

—Eso me dicen todas...

Fulmine a Rubén con la mirada para después tomar la mostaza y si, acabo en el ojo de Rubén, yo solo disfrute su dolor.

—Anne... Dime la verdad, fuiste tú ¿cierto? —pregunto Cris por décima vez.

Me quedé callada para después cruzarme de brazos, Cris llevaba media hora preguntándome si yo le había tirado mostaza al ojo de Rubén. Obviamente no iba a decir la verdad el bueno de Jorge me encubrió diciendo que había sido el, pero Cris no le creyó.

Lo que pasó después de que la mostaza entró en el ojo de mi amigo corrió al baño a limpiarse y siguió todo normal, seguimos comiendo y charlando de cualquier estupidez pero claro, como tengo mala suerte. Cristina llegó y de camino a nuestro piso el ojo de Rubén se inflamó en exceso, le comenzó a arder de nuevo, todos nos asustamos y acabamos en el hospital.

Ahora todos nos encontramos con impaciencia en la sala de espera, conmigo cabreada y un Jorge bastante nervioso.

—Pero y que si tiene un ojo rojo, puede seguir grabando Gameplays —dije cabreada.

—Anne... Eso no importa, se le hubiese podido infectar el ojo a Rubén y lo hubiese podido perder.

—¡A ti no te importa eso! Porque Rubén es una figura pública y si no sube vídeos o no puede hacer algún comercial o yo que se, tú y Pepe perdéis pasta.

—¡Annelie basta!

—Dile a Rubén que le espero en nuestro piso.

Tomé a mi hermano de la mano y salí del hospital echando humo por las orejas. Pero después de todo aquello que había dicho tenía cierta realidad, puede que Pepe y Cris le tengan mucho cariño a Rubén, pero después de todo no quita el echo de que sea un producto para ellos.

El camino de regreso al piso de Rubén y mío fue silencioso, no por aquella pelea en el hospital si no porque mí hermano se había quedado dormido, lo único que me quedo hacer fue ver cómo gilipollas por la ventana.

—Son tres euros —dijo el taxista de mala gana.

Saqué el dinero y se lo tendí, cargué a mi hermano hasta el portal porque por más que lo moví siguió en sus sueños. Lo bueno es que la entrada estaba cerca.

Para poder entrar tuve que hacer malabares con mi hermano para no dejarlo caer —recibió un pequeño golpe en su cabeza— pero al final logré sacar las llaves y conseguimos entrar. Arrojé a mi hermano al sofá y este ni se movió.

—Menuda cosa rara eres... —dije en un susurro mientras observaba con rareza a mi hermano.

Caminé hasta la nevera y tomé una barra de chocolate, era de Rubén, pero da igual ya está muy obeso así que ayudo a que no suba más kilos y baje esa papada enorme que tiene ya.

—Anne... Despierta ¡Anne!

Me desperté asustada y le di una patada en los cojones a Rubén que no tienen idea, al momento cayó al suelo sin aire con la boca ligeramente abierta.

—¡Gilipollas! ¡Como se te ocurre despertarme de la nada!

—Juro. No. Volver. A. Hacerlo —dijo apenas con aire.

Le ayudé a levantarse para acostarlo en el sofá, al momento dejo salir un suspiro de alivio y me sonrió.

—Mis días son toda una comedia gracias a tí —Rió.

—¿Aunque le de por culo a Cristina?

—Bueno, así eres y no puedo hacer nada.

—Pensé que era una jodida molestia.

Sonrió una vez más y paso su brazo por mis hombros para después darme un abrazo.

—No, solo que la próxima vez apunta hacia la boca. Me duele como un huevo el ojo.

Y si, pobre hombre, le habían puesto un parche pero aún así se veía rojo al rededor de este.

—Vale, lo siento —sonreí.

En eso escuchamos a mi hermano roncar como si no hubiese un mañana. Nos echamos a reír como retrasados para salir corriendo al cuarto de juegos de Rubén.

—¡El último en llegar es un obeso sudado! —grité

—¡Anne! ¡Mi autoestima!

Estalle en carcajadas para subir corriendo rápido las escaleras. Definitivamente nuestra vida es toda una cosa rara.

I love U, best friend | elrubius | 1 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora