Una vez más estaban listos para partir ahora tomando caminos diferentes y la pequeña Arya no podría estar más emocionada.
—Cuida de tu hermana hijo. Espero que las cosas resulten de la forma que tu deseas— Nedd Stark se despedía de su hijo antes de partir—. Y tú pequeña traviesa, escucha a tu hermano, y jamás olvides quién eres y de dónde vienes.
Rowena observaba a lo lejos la conmovedora imagen, esperaba junto a su leal corcel lista para regresar a su hogar.
—Lady Lannister todo está listo, debemos partir ahora si queremos llegar antes de que el sol caiga.
Rowena asintió.
—Traigan un caballo para lady Arya.
El soldado corrió para traer lo que su lady le pedía mientras sus dos cachorros de Stark se acercaban a ella.
—¿Estás lista para viajar a las tierras de oro?
Arya asintió dispuesta a subirse al carruaje que se encontraba a unos pasos de ellos.
—¿A dónde cree que va Lady Arya?— inquirió Rowena con una sonrisa.
Arya confundida regresó junto a la lady.
—Lady Arya, los carruajes son para la carga, ¿usted acaso es una carga?— Arya negó confundida—. Entonces viajará como todos nosotros.
El relincho de un corcel se escuchó detrás de ellas, Arya giró con emoción.
—Aquí está Lady Stark, todo suyo.— El soldado le entregó las riendas a la pequeña lady.
—Lady Rowena, no sé si esto sea conveniente, solo es una niña...— murmuró Robb cerca de la leona.
—¿A qué edad comenzaste a montar Robb?
—Cuando tuve mi sexto día del nombre.
—Lady Arya, dígame su edad.
—Tengo 11 días del nombre.— chilló con emoción la pequeña, mientras acariciaba la crin de su nuevo corcel.
—Es suficientemente mayor como para cabalgar Robb, además su corcel es de los más nobles que tengo, está entrenado para ser fiel a su jinete. Además, Arya aprende rápido, deberías preocuparte más por ti.
Rowena se subió al corcel, Arya imitó su acción.
—Es hora de irnos, Arya no te separes de mí, será un largo viaje.— Y con esas últimas palabras espoleó su caballo y galopó al frente de sus soldados, guiándolos a casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Aquí tiene khaleesi, son para usted.— La menor de los Targaryens se acercó al baúl que abrió al instante, encontrándose con unos magníficos ejemplares.
