𝕽𝖔𝖜𝖊𝖓𝖆 𝕷𝖆𝖓𝖓𝖎𝖘𝖙𝖊𝖗

012

—¡Hija, Arya!— Eddard Stark entró en la tienda directo a abrazar a su hija— ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño?

Arya negó y correspondió el abrazo. 

—Lady Lannister fue la que me encontró en el bosque.

Eddard se sorprendió y observó a la Lady frente a él.

—Tiene mi gratitud Lady Lannister.

Rowena asintió y le ofreció sentarse en la silla del comedor que habían instalado para ella.

Dudoso, se sentó en la mesa. 

—Lord Stark debo advertirle de lo que se avecina. Se ha solicitado una audiencia real en contra de su primogénita por lo sucedido esta tarde. Sinceramente no creo poder ayudarle en esto, sería la palabra de Lady Arya en contra del heredero de los 7 reinos. Yo sé lo que pasó realmente, y sé que ni tú, ni Nymeria han tenido la culpa; sin embargo Joffrey no se detendrá hasta que cobre venganza. Así que les propongo esto, Lord Stark se que esta propuesta pueda desconcertarlo  un poco, pero créame que la hago con las mejores intenciones: Permítame  llevar a Arya al oeste.

Eddard se atragantó con su propia saliva, y tuvo que tomar unos momentos para recomponerse. 

—Lady Lannister ¿Sabe usted lo que me está pidiendo?

—Le estoy pidiendo que deje ir a su hija a las tierras más refinadas y ricas de Westeros, para que sea la pupila de la mejor estratega de todo poniente.— respondió Rowena con suma naturalidad. 

Arya sonrió mientras observaba a su padre. 

>>Prometo cuidar de ella como si fuera mi propia hija, además  recuerde que su hijo me acompaña al Oeste, los Starks avanzan en manada. 

—Lady Lannister debo considerarlo, no es una decisión que pueda tomarse  de un día para otro. 

—Lord Stark me temo que esta es una decisión que debe de tomar en menos de unos segundos, ya que por esa entrada, llegarán soldados de mi hermana buscando a la pequeña; donde la espera una corte arreglada que ya ha tomado una decisión. Mi forma de salvar a la pequeña Lady es convirtiéndola en mi pupila,  le aseguro que nadie tocará a Arya, si estoy yo de por medio. 

Eddard Stark observó a su pequeña que observaba con admiración a la leona de oro.  Seguía sin confiar en ella, después de todo era una Lannister, pero entre ella y su hermana; Rowena era la mejor opción. 

Por la carpa entraron varios soldados de la reina. 

—Espero que esta intrusión no les cueste las vidas caballeros, saldremos en unos momentos, esperen a fuera. Ahora.

—Mi Lady, son ordenes directas de la reina...

—Dije, esperen afuera, ahora. — murmuró Rowena dándoles las espalda.