—¿Dónde está ese enano estúpido?— Cersei estaba impaciente, esperando la llegada de su hermano menor.
—Cersei — siseó Rowena advirtiendo que no continuara—... Solo está un poco ocupado, es todo.
—La joven y hermosa Rowena, la doncella más bella de los siete reinos, y la mejor hermana de todas... Solo eres una carroñera esperando para asesinar a tus presas.
—En eso no te equivocas hermana, soy una leona, pero no estoy esperando nada. Al contrario de otras personas, yo sí estoy haciendo algo para apoyar a esta familia, que por cierto te has esforzado en destruir.
—¿Cómo te atreves a hablarle así a tu reina?
—Basta de tus arranques Cersei, no voy a tolerarlos más, si vas a matarme hazlo ahora mismo y deja las amenazas de una buena vez.
Cersei Lannister no replicó.
—Hermosa mañana ¿No lo creen?— Jaime se encontraba relajado sentado frente a las dos mujeres— El amor se respira en el ambiente ¿No es así Rowena?
—Calla y come hermano, ya has hecho suficiente ¿No lo crees?
—¡Uy, pero que gruñona!, ¿Acaso no nos contarás sobre tu futuro compromiso con el cachorro?
—Les diría si hubiera algo que contar, pero gracias a ustedes dos, las reglas del juego cambiaron de nuevo. ¡No puedo creer que tiraste a ese niño desde la torre Jaime! ¿En qué estabas pensando?
—¡En protegerte niña tonta!— exclamó el joven— En protegerlas a ambas.
—Había otras soluciones Jaime, pudieron haber recurrido a mí por ejemplo, pero solo son un par de impulsivos.
Las puertas del salón se abrieron de golpe.
—¡Buenos días hermanos!
—Llegas tarde Tyrion— reclamó Rowena.
—Perdóname querida hermana, es solo que estaba dando un par de lecciones bastante educativas a nuestro sobrino favorito.
—Como sea, tengo que irme, debo encontrar la forma de arreglar todo el desastre que se ha generado— Rowena se levantó de la mesa.
—Rowena no es tu culpa que ese chiquillo se haya caído de la torre.— Rowena acababa de recordar que Tyrion no sabía nada de la verdad sobre la caída de Bran.
—Sé que no lo es, pero tengo que ayudar a mi joven lobo.— Rowena se despidió con un asentimiento de cabeza y salió del gran salón para ir a buscar a su pequeño cachorro.
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—Lady Stark...
Catelyn se puso de pie en cuanto observó a la joven entrar.
