𝕽𝖔𝖜𝖊𝖓𝖆 𝕷𝖆𝖓𝖓𝖎𝖘𝖙𝖊𝖗

007

—Lady Sansa, Lady Lannister ha solicitado su presencia.

La servidora se retiró después de anunciar el mensaje que Rowena le había encomendado.

—¡Por los nuevos y antiguos dioses! ¡Sansa, péinate ahora mismo!— Los cabellos rojizos de la chica fueron cepillados con brusquedad, por la rapidez del momento.— Recuerda tus modales mi niña, tienes que brillar. Lady Lannister habló con tu hermana, ¡Sabrá la doncella que tantas boberías de caballeros y batallas le habrá contado a la Lady!, tú tienes que mostrarle tus modales, ella es tu oportunidad con el príncipe Joffrey.

La información había sobrepasado a Sansa, los nervios la carcomían.

—Ahora ve y actúa como la dama que eres.

Sansa fue escoltada por un guardia hasta la presencia de Rowena en su habitación.

—Lady Sansa, es un gusto que haya acudido a este encuentro tan inesperado.

La gracia que poseía Rowena intimidaba a la joven loba. Era tan pulcra, tan elegante, belleza pura.

—Lady Lannister... el gusto es mío.— Intentó hacer una reverencia, pero su espalda se encorvó un poco de los nervios. Rowena lo notó al segundo.

—Querida, eres una Lady, hija del Lord del Norte, no debes inclinarte como si fueras una simple muchacha. Con un asentimiento de cabeza bastará, no lo olvides.

Sansa asintió.

—Lady Lannister ¿podría preguntarle el motivo de este casual encuentro?

—Primero que nada, deja las formalidades para la realeza. En esta habitación solo se encuentran dos mujeres, jóvenes, con un brillante futuro; y de eso mismo quería hablarte el día de hoy. No voy a mentirte, soy una estratega, me gusta tener las piezas bien colocadas, para siempre sobrevivir en este juego. Eres un poco joven para comprenderlo, pero quiero darte una oportunidad increíble.

>>Estoy creando un consejo de mujeres Sansa, el futuro de Westeros, y tú podrías ser uno de los pilares. Estoy reclutando mujeres jóvenes, que serán el cambio que necesita este país. Puede sonarte bastante atrevido, pero estoy construyendo algo que nos beneficiará a todas un día. Las mujeres tendrá voz en este mundo donde reina el hombre, no seremos tratadas como objetos que solo sirven para traer al mundo a más indecentes. Quiero que jóvenes como tú , como Arya , y la princesa Myrcella puedan poseer cargos importantes para hablar por las mujeres de todo Westeros. Y para eso quiero que vengas al sur con nosotros, estudiarás en secreto, junto a tu hermana, hasta que sea el momento de revelar al mundo la nueva era que les espera.

—Lady Lannister, pero si solo soy una niña...

—Sansa dices ser una niña , ¿Cómo una niña puede criar a otra?, por lo mismo que aún eres pequeña, tu mente es más simple de moldear. Puedes llenarte de nuevas ideas, no te resignes a seguir tradiciones absurdas que te han impuesto; no digo que esté mal, simplemente te digo que hay más allá de ser esposa y madre. Piénsalo, reflexionado, y si subes al carruaje el día en que partamos, sabré que decidiste lo mejor.

—Mi madre jamás me dejará ir...

—Excusas hay muchas, tú tienes una habilidad muy especial: usas tu belleza, involuntariamente, para conseguir lo que quieres. Eso no es malo, pero puedes desarrollarla para usarla en tu favor en un futuro cercano. Aprovecha esa aura de inocencia que te rodea Sansa, que ellos piensen que no puedes matar ni a una mosca, cuando realmente eres una loba asesina. Solo así sobrevivirás en este mundo.

Sansa asintió confusa, tenía mucho en que pensar, la oportunidad era demasiado tentadora; sin embargo el ser reina también lo era.

—Toma tu tiempo, sé que lo que propongo no es muy diferente a la traición, pero ¿realmente soy una insolente por querer que todos tengan una mentalidad más abierta?, ¿acaso soy una traidora por anhelar que niñas como tú tengan más expectativas en la vida que solo ser un objeto desechable? Si es así, ve y cuéntales a todos de esto, pero sé que muy dentro de ti ha logrado despertar algo. No dejes que el sentimiento muera, no tengas miedo,  conmigo estarás protegida, es lo único que te puedo asegurar; además de mi lealtad.

>>Dispongo de todo un ejercito fiel a mi, de los mejores guardias que te puedas imaginar. Tengo aliados por todo el continente, pocos son mis enemigos. Tengo todo esto planeado y fríamente calculado desde antes de que tú tuvieras siquiera 4 días del nombre. A mi lado, no tienes nada que temer.

Sansa mareada se apoyó en la cama para recobrar la compostura.

—¿Por qué precisamente nos a escogido a nosotras mi Lady?—inquirió con un deje de desconfianza.

—Veo gran potencial en ustedes, cada una es completamente diferente a la otra, ambas tienen sus atributos. Arya es valiente y vivaz, veo en ella una gran guerrera. Hay quien nació para ejercer el arte de la guerra, Arya es una de esas personas, sus instintos están alerta todo el tiempo, es desconfiada,  y si ella toma la oportunidad que les estoy ofreciendo, podría convertirse en una combatiente cuerpo a cuerpo asombrosa. Ella podría integrarse al consejo como capitana de la milicia.

>>Tú por otro lado fuiste bendecida por la doncella, eres hermosa, y puedes utilizarlo a tu favor. Eres inteligente, sin embargo lo ocultas, te reprimes tanto y solo lo haces para agradar. Quieres encerrarte en un castillo donde todo es hermoso a tu alrededor. Dices querer ser reina, sin embargo tienes que saber lo que significa serlo. Hay tantas cosas que podría enseñarte, tantas cosas que yo no sé, pero podemos aprender juntas; podrías encajar perfectamente como la consejera de edictos, solo necesitas subir a ese carruaje el día en que partamos.

Sansa suspiró y se levantó.

—Gracias por todo lady Lannister, le haré saber mi decisión.

Rowena asintió y dejó que la joven, abrumada, se retirara.

Rowena se sumergió en su pensamiento, acomodándolos de forma ordenada y precisa. Sabía que jamás debería depender de las decisiones de los demás, por lo que siempre tenía un plan de rescate bajo las telas preciosas de su vestido. Seguiría  buscado jóvenes ambiciosas que desearan lo mismo que ella. Estaba segura de que ya tenía a dos bajo su cuidado, las hermanas Stark. La búsqueda continuaría, ahora en tierras más cálidas, hacía el sur; pero por el momento su propósito se había cumplido. Había engañado a todos, de nuevo; ni siquiera Tyrion pudo deducir la verdadera razón de su visita.

Rowena Lannister encontró lo que venía a buscar al norte.