III

10K 992 172
                                    

Al principio había estado confiada, la resolución de problemas venía fácil a ella: estar trabajando en emergencias durante tanto tiempo le había dado la habilidad para encontrar soluciones en tiempo record a situaciones precarias.

Con lo que no contaba, era con el obstáculo de ya no ser una adulta. Para todas las personas en este mundo, ella no era nada más que una niña de seis años. Alguien que apenas y había entrado a la academia no tendría mucha influencia si hablaba con un adulto al respecto.

Así que su mejor opción era alguien que tuviera el poder suficiente, que estuviera dispuesto a escucharla, y a tomarla en serio.

Honestamente, a su cabeza solo le venían dos opciones, los dos del mismo clan.

Por otro lado, Naruto había estado quedándose en su casa más seguido, y Amai había estando cocinando para cuatro personas en lugar de tres desde hacía semanas.

No fue muy difícil hacerse más cercana a Sasuke después de eso. Para decir todo el tiempo que eran rivales, pasaban demasiado tiempo juntos.

–¿Por qué no entrenamos juntos un rato?– Dijo, ambos niños, que estaban tomados del cuello de la camisa del otro, la vieron con el ceño fruncido.

–¿Por qué rayos querría entrenar con él?

Los dos hablaron al mismo tiempo, así que volvieron a empezar a discutir. Ella se claró la garganta.

–Podemos ir al tercer campo. Y practicar puntería o algo así, pronto serán los exámenes de todos modos, ¿No?

Sasuke se giró hacia ella– ¿Puntería?

Naruto soltó al Uchiha, caminando hacia Kei– Vamos.

–¿No necesitamos a alguien que sepa más? No vamos a llegar muy lejos si lo hacemos solos.

Kei miró de reojo a Sasuke, esperando que captara la indirecta. No estaba segura de qué estaría haciendo Itachi, pero si Hagoromo le había dado una pizca de suerte, entonces estaría bien.

Él se iluminó, como lo hacía siempre que podía mencionar a su hermano, y empezó a caminar con ellos.

–Nii-san llegó de su misión ayer, y había prometido que me ayudaría a mejorar mi puntería de todos modos.

Naruto ladeó su cabeza– ¿Kaishi?

Ella sonrió– Itachi.

Sasuke empezó a caminar hacia el barrio Uchiha, y los dos se quedaron viendo sin saber muy bien qué hacer.

El rubio alzó los hombros, así que lo siguieron.

–¿Deberíamos llevar algo? Nunca he ido a la casa de un amigo.

–¡Dejen de seguirme!

–No lo sé, yo tampoco.

–¡Hey! Te la vives en mi casa, tonto.

–¡No me digas tonto, Kei-can!

Ella jadeó, poniendo una mano sobre su pecho exageradamente– ¿Entonces no soy tu amiga?

Naruto sonrió, pasando sus brazos detrás de su cabeza– No, ¡Eres mi mejor amiga!

Ella lo miró, genuinamente sorprendida, y sonrió también– ¡Hay que apresurarnos! La tarde va a terminarse si no.

Tomó al Uzumaki de la mano riendo, y corrieron delante de Sasuke.

–¡El último en llegar es un sapo!– Gritó su amigo, haciendo enojar irracionalmente a Sasuke, que se apresuró a correr junto a ellos.

¿¡Reencarné en Naruto?! [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora