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Puso sus palmas frente a ella en señal de paz, pero eso sólo hizo que Karin se alterara más.

–¡Mentiste! ¡No viniste aquí para saber qué fue lo que pasó! ¡¡Eres igual a él!! ¡Solo estás usándome como todos los demás! ¿¡Quién mierda eres!?

Kei abrió los ojos sorprendida, ¿Qué podía responder a eso? No estaba mintiendo, había usado la sangre Uzumaki de la chica para poder atravesar las barreras.

–Nishimura Kei.

Karin lanzó el kunai finalmente, y ella lo atrapó en el aire. Pero la chica no dudó en lanzarse a ella. Kei atrapó sus manos entre las suyas, y cayeron al suelo.

No fue difícil subyugar a la Uzumaki, pero ver cómo la veía aterrada fue duro incluso para ella. Durante los días que habían compartido en el viaje, sentía que había formado una especie de alianza con Karin. Se entendían a su manera, y ella jamás había hablado tanto con una chica de su edad.

–¡Suéltame! ¡No quiero tener nada que ver contigo, Nishimura!

Ah.

¿Por qué dolía tanto el tono con el que pronunciaba su apellido, si hace tan solo unos momentos la había llamado así?

Ella estaba sin palabras, porque tampoco sabía cómo rayos Uzushio había reconocido la firma de su chakra. No dijo nada, esperando a que Karin dejara de luchar por zafarse de su agarre debajo de ella. No podía dejarla ir porque no iba a sobrevivir a los remolinos sola, y ella no podría salir de Uzushio por su cuenta, al menos no hasta que descifrara cómo crear un agujero en las barreras.

Pasaron un par de minutos hasta que Karin se rindió, y cuando lo hizo Kei la soltó con cautela. La pelirroja se quedó sentada en la arena abrazando su propio cuerpo con una mano cerca de su bolsa de herramientas ninja. Kei no lo mencionó.

–No quiero hacerte daño.

Su acompañante bufó. Kei cerró los ojos con culpa.

–Pero yo tampoco sé porqué Uzushio me reconoció.

La sinceridad siempre funcionaba a su manera, pensó. Karin la miró con los ojos entrecerrados detrás del cristal de sus lentes. Ella sostuvo su mirada. Si sus sentidos como sensor eran algo, sabría que no estaba mintiendo.

–¿Por qué querías venir entonces?

–Estoy buscando conocimiento médico.

No era una mentira, así que los sentidos de Karin no debían saltar en señal de insinceridad. Pero tampoco era una verdad por completo. No había venido a Uzushio por eso, pero no se negaba a la posibilidad de encontrar algo referente a la medicina.

–¿Para qué mentir entonces?

–No lo hice. Quiero saber todo lo posible sobre el porqué Uzushio cayó tan estrepitosamente, pero esa no era la razón principal.

Karin seguía mirándola con duda, pero al menos pudo relajarse un poco. Si en la guarida de Orochimaru tampoco había detectado mentiras, entonces no es que hubiera querido engañarla, ¿Cierto?

Ambas se quedaron en silencio por un par de minutos, viendo cómo la marea iba y venía en la costa.

«¿Estoy siendo igual a Orochimaru? ¿Estoy volviéndome lo que Tsunade quería evitar?»

No tenía respuesta, y le preocupaba la falta de culpabilidad que sentía al respecto.

[...]

Recorrer una ciudad parcialmente viva en ruinas era algo que jamás se imaginó que iba a hacer, pero de todos modos estaba disfrutando.

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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¿¡Reencarné en Naruto?! [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora