¿¡Reencarné en Naruto?! [REESCRIBIENDO]

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–Pueden pasar individualmente o ambos a la vez, como se sientan más cómodos.

Kisame ladeó la cabeza– Kakuzu-san dijo que ellos habían pasado al mismo tiempo.

Ella hizo un gesto con la mano para restarle importancia– Si lo hacía separado con ellos me llevaría más tiempo. Además Hidan es más dócil si está al lado de Kakuzu.

Hoshigaki rió por la bajo– ¿Eso descubriste al interactuar con ellos por un par de horas? Das miedo, Nishimura-san.

Kei lo miró a los ojos, fascinada por la fisionomía del espadachín– ¿Entonces?– Sonrió sin responder realmente a lo que había dicho.

Sospechaba que Kisame no era tan leal a Pain como creía al principio. No estaba segura de cuándo se daría cuenta de que Tobi en realidad era Madara, quien había actuado como el Mizukage cuando tenía a Yagura bajo genjutsu.

La estabilidad de Kiri estaba pendiendo de un hilo, con la Revolución todavía muy reciente, así que supuso que este era el periodo de tiempo en el que Tobi había dejado la aldea para tomar el control de Akatsuki por completo. No podía confiar en Kisame del todo sabiendo que la dejaría en un parpadeo por Obito si se enteraba de su verdadera identidad.

Otra cosa a la que debía prestar más atención ahora que ya era miembro confiable de la organización. Tenía que hallar la manera de hablar con Tobi.

El hombre se giró hacia Itachi, que no podía quitarle la mirada de encima a Kei. Viendo lo poco productivo que sería preguntarle, respondió por los dos– Ambos.

–Bueno, primero necesito tomar lo básico. ¿Nombres?

–Hoshigaki Kisame.

–Uchiha Itachi.

Lo anotó en dos formularios distintos, al menos esto iría más rápido que con el duo de inmortales.

–¿Edades?

–Veintisiete– Asintió, garabateándolo en la esquina.

–Dieciocho.

Se mordió la lengua para no dejar salir el sonido de sorpresa, pero su compañero no tuvo la misma sutileza. Itachi no reaccionó.

No podía decir que no lo sabía, pero seguía poniéndola triste que siendo tan joven tuviera que haber pasado por tanto por culpa de ese maldito viejo que seguía teniendo su asiento en el Consejo de Konoha.

Les dijo que pasaran a la báscula, y tomó la altura y peso.

"Hoshigaki Kisame - 1.95m, 83.1kg. Uchiha Itachi - 1.75m, 57kg"

Al menos ellos estaban saludables– Mm, con Kakuzu y Hidan agregué datos extra sobre cómo su organismo toma sus habilidades, así que tengo que hacer lo mismo con ustedes, ¿Están bien con eso?

Ambos la miraron ahora más serios de lo que habían estado cuando entraron.

–Sé que en Kiri los Kekkei-genkai no son... ah, bien vistos. Probablemente tendré que hacer estudios extra, y puede que eso termine revelando información delicada. Por eso pregunto. Lo mismo para ti, Uchiha-san. Tendría que indagar con más profundidad en los efectos del sharingan en tu cuerpo.

Estaba siendo tonta. Y ya estaba recriminándoselo a sí misma por dentro. Si no les advertía, no pensarían mucho de los exámenes al subestimar sus habilidades como médico por su edad, como habían hecho los inmortales. Pero después de darles la advertencia, al menos estarían al tanto de que sabía de lo que estaba hablando. Además a Kisame no le gustaban las mentiras, si recordaba bien.

–Si es algo que el Líder-sama ha pedido, no veo porqué tendría que negarme– Dijo Kisame con una sonrisa que Kei podía sentir era más forzada de lo que quería.