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Una célula extra, que solo se activaba cuando su propio organismo reconocía una amenaza externa. Al parecer, protegía a las demás acelerando la regeneración y mandando señales a su sistema nervioso antes de que su cerebro pudiese entender qué estaba sucediendo.

Cuando la información era procesada, todo en cuestión de segundos, era cuando empezaba a ver patrones y aprender cosas nuevas sobre la marcha. Es decir, en una pelea su cuerpo tendía a reaccionar antes de que ella entendiera el porqué.

–Fascinante.

Orochimaru entrecerró los ojos– Y eso no es todo. Cada individuo, humano o animal, al que se le hizo una transfusión, rechazó la célula.

Ella ignoró la implicación de que su sangre había sido causante de experimentación humana por ahora, y preguntó– ¿Cómo?

–Se autodestruyen. Las demás causan la reacción normal.

Kei cerró los ojos, ¿A cuántos individuos mató por reacción hemolítica? Ni siquiera le había dado tantas muestras en primer lugar. Los abrió de golpe, la comprensión golpeándola como un puño en el rostro.

–¿Qué rayos? ¿Intentaste replicarla artificialmente?

No le respondió, pero la sonrisa de ojos cerrados que recibió fue suficiente. Kei se pasó las manos por el cabello– ¿Funcionó?

–Claro que no, ¿Estaría pidiéndote más muestras si lo hubiera hecho?

Ella asintió, todavía mareada por el peso de las acciones del Sannin. Miró de reojo los tubos de ensayo en el escritorio. Aún sabiendo todo esto, y que probablemente seguiría experimentando en humanos, ¿Se las daría?

Orochimaru parecía estar divertido con su conflicto moral, así que no dijo nada hasta que ella lo hizo.

–¿Para qué la quieres, si ya sabes que es lo que tiene de diferente?

–Prometiste dejarlas a cambio de la información, Nishimura-chan.

–Eso fue antes de saber que probablemente has matado a gente con ella.

–¿Y?

Kei cerró los ojos– No puedo dejar que sigas haciéndolo, Orochimaru-sama.

Él ladeó la cabeza– ¿Por qué?

La Nishimura suspiró, haciendo presión con sus manos en sus sienes.

Claramente no tenía código moral, pero eso ya lo sabía antes de dársela, ¿No? ¿Entonces por qué? Era obvio que iba a hacer experimentos así con algo tan nuevo y extraño para él, esa era la esencia del Sannin.

¿Entonces? ¿Por qué le había dado las muestras esa vez? ¿Era tanta su desesperación por saber sobre la marca que había ignorado las implicaciones que tenía? ¿O era simplemente por que no le interesaba si eran personajes que nunca había conocido?

No.

Ese era el problema, que no eran solo personajes. Ya no solo estaba en un show de televisión, este era un mundo real y completo. Eran humanos, personas normales y corrientes, y ahora ella tenía su sangre manchándole las manos.

La de las recompensas que había cobrado, culpables o inocentes, y la de cuantos fuera que Orochimaru hubiese asesinado a sangre fría con tal de descubrir lo que le había contado sobre su propia sangre.

Sintió el vacío en su estómago al comprender el alcance que estaba teniendo, y quiso golpearse a sí misma. Esto era a lo que se refería Tsunade cuando le advirtió. No se sentía culpable por haberlos matado.

¿¡Reencarné en Naruto?! [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora