Capítulo 1-Hora de volver

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El despertador sonaba estrepitosamente por la habitación. Me senté en la cama y de mala gana presioné el botón para que dejara de hacer aquel insoportable sonido. Restregué mis ojos y me puse de pie para hacer mi cama.

Eran las 9 de la mañana. Tenía que levantarme ya. Al terminar de hacer mi cama tomé de la silla lo que había elegido para vestir aquel día. Jeans ajustados, una playera tipo polo de color blanca, una chamarra delgada y tenis. Entré en el cuarto de baño y abrí el agua caliente. Me desvestí mientras esperaba a que el agua tomara buena temperatura. •~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~• Me cepillaba el cabello -que ya estaba a la altura de los hombros- Cuando el timbre se escuchó. Debía ser Alessandra, mi mejor amiga. Tomé mi chamarra y me la puse al tiempo que corría a abrir la puerta.

-Eres una tardona, sabía que no tendrías el desayuno listo tal como me lo prometiste -dijo al momento en que me vio subiéndome la cremallera de la chamarra. Sonreí y ella entró en el departamento.

-No exageres Ale, si lo hacemos juntas, terminaremos mas rápido -ella sonrió al tiempo que negaba con la cabeza.

-Ve a terminar de arreglarte, yo prepararé el desayuno -me guiñó un ojo y me lancé sobre ella dándole un abrazo.

-Gracias por no dejarme ir sola...-susurré

-Jamás lo haría, y mas vale que te apures porque muero de hambre. -La solté y corrí a mi habitación.

Me puse maquillaje y tomé todas mis maletas. Las puse todas junto a la puerta y finalmente me dirigí a la cocina. Ale estaba haciendo huevos con jamon y queso.

-Ya he vuelto -le sonreí y saqué dos vasos, dos platos y dos tenedores. El jugo de naranja y el pan.

-¿Estas nerviosa? -me preguntó mi amiga mientras servía los huevos en los platos. Suspiré y me recargué en el refrigerador.

-No lo se...estoy emocionada porque veré a mis hermanos y a papá...pero, de solo pensar que puedo encontrarme con James...no se, pienso que lo mejor es quedarme aquí. -Alessandra dejó de acomodar la mesa y me miró.

-James está en Carlsbad ¿no? bueno, no importa...pero si no quieres ir, tampoco importa...regresarás cuando estes lista ¿de acuerdo? y yo te apoyare en cualquier cosa Isa...eso tenlo por seguro. -Me sonrió y me abrazó. Le correspondí el abrazo y recargué mi barbilla en su hombro.

-Gracias Ale...eres la mejor amiga del mundo.

-Ay...dime algo que no sepa -respondió vanidosa y yo reí.

-Ya debemos desayunar si no queremos perder el vuelo -le dije y ambas nos sentamos a desayunar.

A las 12:43 am ya estabamos saliendo de mi casa. Teníamos que volar por 20 horas horas y 20 minutos hasta Los Ángeles y luego conduciría por 54 minutos hasta Malibú. No estabamos en la misma zona horaria y teníamos 15 horas de diferencia.

-Muero de sueño -me dijo Jennifer tapandose la boca por un gran bostezo.

-No te preocupes, podrás tomar una gran siesta en el avión, nos esperan 20 horas de vuelo. -sonreí

-No se como soportare tanto tiempo, de verdad. -dijo recargandose en el respaldo del asiento.

-Tranquila, soportarás. -Respondí haciendo ademanes al estilo "es obvio". Ella rodó los ojos y suspiro.

-Te dije que dejáramos aquí el...

-¡Ni lo sueñes! -dije exasperada interrumpiendo la frase de Jennifer -ni pienses que dejaré aquí mi coche...-El año pasado, papá me mando de regalo de mis 22 el nuevo Audi que conducía.

Al fin...¡Libre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora