Al fin...¡Libre!

Capítulo 2-Hogar, dulce hogar.

Puse mi mano sobre el lector biométrico de la puerta y después de unos segundos y algunos extraños ruidos, se produjo un ligero "click" y me permitieron el acceso.
Al entrar, la casa estaba en completo silencio. Dejé mi maleta en el piso y guarde la palanca para jalarla. Me quité mis lentes solares y los guardé.

-¿Papá? -llamé pero nadie respondió. Ale estaba ensimismada observando su entorno y yo sonreí al ver en sus ojos una sorpresa que nunca había percibido.

Escuché pasos venir por detrás de la escalera. Luego de algunos segundos Derek apareció en la habitación, llevaba jeans, una camiseta tipo polo y tenis.
-Hola -saludé. El sonrió confundido

-Isabella, hola. ¿Qué...qué haces aquí? -preguntó sorprendido.

-Quería darles una sorpresa a todos -respondí, le devolví la sonrisa.

-Pues creeme que todos se llevaran una gran sorpresa. Todos están en el comedor, por si gustan pasar -nos informo y yo asentí.

-Claro, Derek. Gracias

-Bienvenida a casa, Isa. Es...wow, es increíble que estés de vuelta

-Si...eso creo -sonreí.

-Bueno, tengo que irme. Nos vemos luego y...Bienvenida.

-Gracias -sonreí y El salió de la casa, dejándonos solas nuevamente a Ale y a mi.
-Ven, Ale. -llamé a mi amiga y me siguió hasta el comedor. Gisselle estaba en medio de un ataque de risa, se escuchaba hasta medio pasillo.

Dany intentaba calmarla y Andrew gritaba como loco que quería mas pasta. Papá le llamaba la atención a Andrew y Anne trataba de silenciar todo el alboroto. Esbocé una sonrisa divertida antes de entrar al comedor.

Me recargué en el marco de la puerta pero nadie se percataba de mi presencia. Ahora las cenas no eran nada tranquilas. Alessandra estaba detrás de mi. Aclaré mi garganta para hablar.

-Esto si que es un verdadero caos -dije sobre el ruido. Giss dejó de reírse al instante y todos se quedaron quietos observándome.

-¿Isa? -susrró mi hermana al verme. Yo sonreí

-No, en realidad soy un holograma. La verdadera Isa continúa en Italia. -Puse un puchero y ella sonrio.

-¡Claro que soy yo, tonta! -Se levantó y se lanzó a mis brazos.

-¡Que alegría que estes aquí!

-¿Qué haces aquí, princesa? -me preguntó papá muy sorprendido. Giss le dio paso y el se situó frente a mi.

-Quería darles una sorpresa...

-¿Vienes por unos días? -yo negué con la cabeza y sonreí.

-No, papá. No vengo por unos días...he vuelto. He vuelto para quedarme.

-¿Estás hablando en serio? -asentí y el me abrazo.

-No sabes lo feliz que me haces diciéndome que no te iras mas.

-¡Isaaaaaaaa! -gritó Andrew. Sonreí y corrí a abrazar a mi pequeño hermano.

-¡Pero que grande estas! -lo tomé en mis brazos y le llené de besos la cara y el cabello.

Alessandra estaba siendo víctima de los abrazos sin fin de Gisselle y debo admitir que era muy divertido ver a mi amiga en aquel aprieto -literal- ya que Giss no era una persona meramente fácil de quitarte de encima.

Despues de algunos minutos mas de abrazos, besos y saludos Ale y yo nos dispusimos a ir a instalarnos a mi Pent-House.

Entramos y observé el entorno, estaba exactamente igual que hace cuatro años. En la pared, donde estaba aquella foto que tenía con Kathy, estaba colgado el marco, vacío.