𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈

Cap 8 -Blanca Nieves resultó ser la bruja-

El acertijo del capítulo anterior lo pueden ver con un traductor de códigos binarios; lo pueden buscar por Google~~
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N.O.

El clima estaba simplemente extraño, un día nublado con lluvias y al día siguiente calor, a tal punto que parecía el desierto de Sahara.

Y ahí estaba Kai, con una camisa manga corta de color rosa, muriéndose por las altas temperaturas, se maldecia a sí mismo por tener ese yeso, no podía meterse ni a la piscina.

Se odiaba, y además, justo ese día avisaron que habría algo así como una fiesta de verano. No sería algo tan organizado, por supuesto.

Si planeaban hacer una guerra de agua, él no podría participar y eso era lo que le fastidiaba principalmente.

Pues si, a pesar de tener diecisiete años aún se comportaba como un niño, pero podía decir que no tuvo una infancia muy buena siendo que podía comprar todos los juguetes de la tienda; lo que arruinó su infancia eran las constantes peleas de sus padres, de que él estuviera encerrado en su habitación y que siguiera escuchando esos gritos que tanto le atormentaban.

-¡Kai, hola!- Se avecinaba la chica del pelo rosa, que estaba feliz y a la vez preocupada por el contrario.

-Hola Vanessa.- Le saludo, levantándose levemente de la silla de playa en donde descansaba.

-Me contaron lo que paso, ¿Estas bien?-

-Si, si lo estoy.- Un color carmesí llego a las mejillas de este, porque, bueno, recordó algo, ya saben.

Y casi por instinto la chica puso su mano contra la frente del pelirrojo.

-¿Que haces?- Le preguntó desconcertado.

-¿Qué más? Para ver si tienes fiebre.-

-Eh... No tengo fiebre.- Le afirmó.

-¿Entonces por qué estas rojo?- Apoyo sus manos en su cintura. Mientras que el contrario sólo reía nervioso, fue muy obvio.

-¡Oh por dios. Kai, dime que pasó ahora mismo!- Le ordenó mientras tomó fuertemente los hombros del contrario y los sacudió de arriba para abajo.

-¡No pasó nada! ¡No pasó nada!- Trataba de zafarse del agarre, pues le estaba comenzando a marear.

-Mmm, no te creo.- Le dijo para cruzarse los brazos y mirarlo fijamente.

-Ok, si pasó algo...- Empezó a jugar con sus manos algo nervioso -Pero no te quiero contar ¡Es muy vergonzoso!-

-¡Mi amigo tiene novio!- Exclamó tan fuerte que hasta los pájaros del alrededor comenzaron a volar para  escapar sin dudar, ni por un milisegundo.

-¡No tengo novio!- Frunció el ceño.

-Vale, vale, lo que tu digas.- Le guiño y una sonrisa pícara se formó en su rostro. -Te recuerdo que tienes que ir a la casa de Reese a las 5pm.-

-No iré a esa tonta fiesta.-

-¡Ja! ¿Por qué no?-

-Pues, tengo un yeso.-

-Eso no importa, además habrá comida.- Hubo un silencio, y al parecer Kai lo estaba reconciderandolo.

-Pronunciaste la palabra "comida" y me dieron ganas de ir.- Dijo derrotado, ella sabía cuál era su debilidad.

-Sí te conozco muy bien.- Rieron a la par -Bueno, ¡te espero!- Dijo para irse por donde vino.

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