Kai Pov
Días restantes: Cuatro.
Cuando lo hice, casi no logré llegar a salvo al suelo pues aún seguía un poco debil, eso me extraño ya que había dormido toda la noche y eso que no era mi plan original.
Ahora iría a casa, tarde o temprano tenía que ir ahí, tampoco tenía opción.
Traté de esconderme entre la multitud que había en ese momento, no quisiera que ese trío me apuntara con una escopeta de nuevo.
Pero me vienen las mismas preguntas...
¿Por qué pasa esto?
¿Quienes eran ellos?
Pude haber respondido esa pregunta si hubiera sido un poco más valiente.
Pero ser valiente no era buscar la muerte.
Cabeza, no me hagas recordar nada.
Soy tan... Ahg, mejor ni mencionarlo.
Pero, ¿Por qué no puedo ser como... Adam?
Él no tiene debilidades y no lo digo porque este enamorado de él.
Maldita sea mi suerte.
Levante mi vista, el sol estaba en su punto más alto, eso me preocupaba, ya que podrían ser las doce del mediodía y aún no estaba en casa; Sabría la hora exacta si hubiera venido con mi teléfono, aun que, no estoy arrepentido del todo.
Me quedan cuatro días, cuatro días para saber todo lo que ocurre. Tenía que recalcarmelo.
Pero sí voy a mi casa... Lo más probable es que Davis me castigue... Ademas de que no parará de preguntar sobre estas heridas que tengo.
Tampoco quiero molestarle, porque hace unos días que él estaba mal.
¿Que le habrá pasado?
Aún que, sí lo pienso bien, si o si tengo que ir, pues no quisiera tener heridas infectadas.
En fin, lo que el destino desee.
...
N.O.
Adam seguía buscando a quien tanto amaba, y como todos sabemos; Sin resultados.
Anteriormente estaba hablando con sus amigos, ellos también buscaban al pelirrojo y al igual que él estaban preocupados.
Ahora cada uno se fue por un camino separado, podían buscar con más facilidad y cubriendo mayor cantidad de terreno.
Mientras tanto él caminaba por las calles, mirando a todos lados, buscando con esta al susodicho.
Agradecía que aún no se había oscurecido, puesto que cuando pasase su búsqueda llegaría a su fin, para luego hacer lo mismo al siguiente día.
Adam también estaba consciente que en cuatro días tendría que entrar a la universidad, y no podía creer que habían pasado tres años desde que cayeron por ese característico portal para llegar al frente de Santas Donas.
Había pasado tanto en ese trascurso del tiempo.
Recordó algunos momentos que tuvo con el pelirrojo, como la vez en que todos hicieron una pijamada en la casa de Kai y jugaron hasta el amanecer, ahí destacó cuando este se burlaba amistosamente de Adam por perder contra él, en un juego que según este era para niños; La vez en que fueron al hogar de Mira, habían llegado tarde, por lo cual ella les cerró la puerta en la cara, y sin más remedio ellos se quedaron hablando en la cuneta de la calle unas cuantas horas; O también el recuerdo del año pasado, donde Adam estaba en un partido de fútbol americano, era la final, en donde se decidía su futuro, ya que estaban presentes los de su universidad reclutando a sus futuros estudiantes; Solo le bastaba que el pelirrojo estuviera presente para dar lo mejor de él con el fin de impresionarlo. Él si había llegado y le animo desde el público.
Solo deseaba que el dueño de sus pensamientos se encontrase a salvo, sino, no sabría que hacer.
Paso un rato haciendo lo mismo que hace horas, hasta que una brisa le llegó por la espalda, revolviendo su cabello.
Comenzaba a hacer frío, a tal punto en que tus ojos no podían mantenerse abiertos...
-A esto se refería Vanessa.- Tiró al aire con cierto tono de gracia.
No le quedaba de otra que ir a su casa para abrigarse.
No quería dejar de lado su tarea pero tampoco quería enfermarse.
Tomó rumbo para allá.
Iba a paso rápido, mirando a los lados nuevamente para seguir buscando, aún que sea inútil porque ya había visto por ahí.
El frío llegaba a ser palpable.
Se preocupaba aún más por Kai, no sabía si estaba bien. Y algo que tampoco quería admitir es que no sabía si seguía con vida, no exageraba, en The Hollow pasaban cosas raras y aún más que recientemente encontraron ese fallo (o fallos). Lo peor de todo es que no sabía cuán grande podía llegar a ser.
Sin darse cuenta, ya había llegado.
Sacó de su bolsillo las llaves de su casa, la colocó rápidamente en la cerradura de la manilla, giró y entró.
Subió las escaleras con prisa, con dirección a su cuarto.
Buscó por todas partes su abrigo y nada.
En todo ese lío en el que estaba su habitación, era más que imposible buscarla.
Por lo que recordó que la última vez que la vió era en la mesa de la cocina, así que fue corriendo escaleras abajo nuevamente para buscarla ahí. Y cuando lo hizo, la encontró pero también encontró a su madre, quien estaba haciendo lo mismo que cuando salió con Kai; Subrayando con destacador unos papeles, lo cual, ella guardó los papeles rápidamente al ver a su hijo.
Ahora Adam no podía dejarlo pasar.
¿De qué se trataba?
-Hola...- Le saludó para luego hacer la pregunta, -¿Que son esos papeles?- La observó atentamente esperando su respuesta.
-¿Qué? ¿Estas cosas? Solo son recetas de cocina.- Habló con la voz temblorosa por lo nervios. Le mostró unos papeles que exactamente eran recetas; Pero el chico noto algo, que buen observador. Se trataba de nada más ni nada menos de que esas hojas no se encontraban con algún destacador y él justamente había visto a ella colocar la tinta en esta. Osea, que las había cambiado.
¿Que será lo que oculta?
-Madre... Dime la verdad, puedes confiar en mí. Te lo prometo.- Le dijo acercándose.
-Escucha, Adam... Yo...- Balbuceaba, mientras que miraba el anillo de bodas en su mano.
En fracciones de segundos Adam logró sacar una conclusión de todo esto. Todo recalca a un final; El anillo, su mirada, los papeles, la lejanía, su voz, no veía que sus padres demostrasen su amor mutuo.
¿Acaso era verdad...? ¿Sus padres se... divorciarán?
ESTÁS LEYENDO
𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈
أدب الهواةᴰᵒⁿᵈᵉ ᴷᵃⁱ ˢᵉ ˢⁱᵉⁿᵗᵉ ᶜᵒⁿᶠᵘⁿᵈⁱᵈᵒ (no editado) [13-05-20 a 14-01-21]