Cap 19 -Heridas emocionales-

538 53 7
                                    

N.O.

En ese justo momento no serviría de nada usar el fuego que hacía, ya que si el contrario llegara a reaccionar dispararía y ese sería el fin de Kai.

-¡N-no me maten, por favor!- Rogó este por su vida mirando en variadas veces a las tres personas, que lastimosamente tenían el rostro tapado para no ser reconocidos, ingenioso; Espera un momento. ¿Estaban cubiertos, así que sabían a que venían? ¿Y que-

-¡No te mataremos!- Exclamó la persona que le seguía apuntando con la escopeta.

Kai estaba alterado, buscaba con la mirada la forma de escapar.

-Amarradlo.- Exigió él del arma a lo demás de su equipo.

-¿Lo llevaremos a...?-

-Si.-


...

-¡¿Son tontos o que?! ¡Atrapadlo, joder!- Exclamó a toda voz el líder, gritando que agarrasen al pelirrojo, ya que este escapó quemando las cuerdas que le sostenían. Por lo menos no habían ido tan lejos, Kai sabía a dónde ir.

Este se impulsó para volar, mientras que le tiraba algunas bolas de fuego a los que le perseguían.

Las balas que disparaban los de abajo se volvieron difíciles de esquivar, a la vez de que sus manos no puedan aguantar el hormigueo del fuego y el dolor por causa de sus heridas.

Se debilitó, pero antes de que cayera dejo todas sus energías para ir más rápido hacia el techo de unos de los edificios.

Lo había logrado, rodó por casi toda esa azotea, lastimandose aún más sus antebrazos.

Agradecía por haberlo hecho, ahora esos tipos no tendrían oportunidad en alcanzarlo.

El pelirrojo seguía alterado.

¿Cómo descubrió tanto en sólo unas horas?

Decidió que descansaría por unos minutos.

Se dio vuelta con extremo cuidado para ver el cielo.

Seguía tan falso como el día de ayer.

Trataba de pensar que les diría a sus amigos o a Davis sobre estas heridas que tenía por todo el cuerpo.

No les podía decir la verdad, sino, los pondría en grave peligro; Se hizo recordar esto nuevamente.

Por lo menos sabia más o menos quienes eran, aún que no sabía cuales poderes poseían estos.

Cerró sus ojos, con esperanza de que cuando los abriera todo estuviera bien, pero esto solo era algo que él esperaba.

...

Toc, toc, toc, toc~ Al parecer tocaron con desesperación.

Adam, quien estaba durmiendo se sobresalto al escuchar tal ruido proveniente de la puerta de abajo.

"¿Cómo se oye desde mi habitación? Maldita sea." Miró la hora de su celular, eran las 8:24Am.

Talló sus ojos para así levantarse por fin, bajo las escaleras y caminó hasta quedar cara a cara con la puerta.

Miró por el agujero con cristal que estaba en la puerta con el fin para hacer esto mismo.

"¿Que hace Davis aquí...?" Se preguntó al ver al mayordomo de Kai al otro lado de la puerta.

Abrió esta, y vio la cara preocupada del mayor, por lo que Adam se contagio.

-Hola Davis, ¿Que pasó? ¿Esta bien?- Pregunto poniendo una mano en su hombro invitándolo a que pase, pues sería de mala educación dejarle afuera mientras hablan contando con el frío que hace.

-Estoy bien, gracias. Pero venía a preguntarle algo.-

-Si, dígame.-

-¿Kai no estuvo aquí anoche?-

-¿Qué? ¿No está?-

-Hoy desperté y no estaba, ahora lo estoy buscando y supuse que estaría aquí.- Al parecer no había demorado tanto. Davis fue de nuevo a la puerta para irse, -Perdone si fue una molestia, ahora seguiré buscando.- Abrió y cerró la puerta atrás de él.

Adam estaba confundido, fue tan rápido.

"¿Que le pasó a Kai?"

Sin duda que estaba preocupado. Sabía que el pelirrojo era fuerte y si alguien le hubiera hecho algo, él saldría de esas estando bien. Pero aún así no podía evitar las preocupaciones y crear escenarios ficticios donde al susodicho le pasaba algo.

En ese justo momento tenía dos opciones; Una era seguir durmiendo y la otra ir a buscarlo.

Era mas que obvio.

Fue a su cuarto a cambiarse de ropa lo mas rápido posible, para después comer algo y por ultimo avisarle a su madre que saldría a hacer algo importante, remarcando la palabra "importante".

Dicho y hecho. Ya estaba en la calle, su primera parada: Santas Donas.

Sabia que era demasiado temprano como para que él estuviera ahí, pero no perdía nada en revisar. De verdad que Adam estaba preocupado.

Sacó su teléfono que se encontraba en el bolsillo derecho de su pantalón, lo desbloqueó y abrió el chat de sus amigos.

"Sí saben algo de Kai, avísenme por favor." Escribió para así enviarlo. lo guardó nuevamente.

Siguió caminando hasta toparse con tal estructura de color pastel.

Se acercó lo suficiente como para ver atraves del cristal, estaba oscuro y era difícil ver hacía adentro.

No había nada mas que las sillas subidas en las mesas, todo bien colocado y ordenado.

Suspiro, ahora iría a buscar a mas lugares, tratando de encontrarlo.

...

El pelirrojo abrió lentamente sus ojos, siendo cegado por el caluroso sol que se encontraba arriba de él.

Se sentó, poniendo una mano en su frente un tanto mareado.

¿Se había quedado dormido ahí por toda lo noche?

-Demonios.- Ahora tendría que explicar sobre las heridas y porqué no estaba hoy en la mañana.

De seguro estaban todos preocupados por su ausencia. Y le sorprendería si resultaba ser verdad.

Miró a su alrededor, y se encontraba exactamente en esa misma azotea. Ahora que lo veía de día se podía ver toda la ciudad desde ahí. Abajo, la gente hacía su rutina.

Sonrió.

Sonrió pero no sabía porqué.

¿Acaso era por estar vivo?

Eso no era probable, siempre deseo haber estado muerto hace unos años.

Así que eso podría estar... ¿Descartado?

¿O de verdad sonreía por eso?

Trató de despejarse. No serviría de nada estar así y que sus objetivos principales sean nublados para fracasar en estos; Ahora tenía que bajar del edificio e ir a su mansión, pero aún no tenia en claro en ir a ese lugar enseguida.

"Ojala termine esto pronto." Dijo para arreglar su cabello y volar con dirección al suelo tratando de ser discreto.

𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora