Cap 15 -Fallo, fallo. ¿Acabará con sus vidas?

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⬆️Cr | ig: Tao.art12⬆️
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N.O.

Había cerrado los ojos, si no fuera por la gota de agua que aterrizó en su mejilla se hubiera dormido. Por su parte, se sorprendió, pues ahora estaba nublado y tan solo unos rayos del sol lograban atravesarlas; No como antes, que si se veía el sol directo. Los cambios en el clima cada vez eran más repentinos y exagerados.

Pasó un buen tiempo desde que se sentó en ese lugar, sin más que hacer, se levantó de su asiento para ir al local más cercano y comprar lo que sea para Vanessa.

Miraba de reojo su alrededor, vio como las personas caminaban y hacían sus cosas con una sonrisa de oreja a oreja que llegaba a dar un poco de miedo.

No le dio más importancia, después de todo, estaba en The Hollow.

Un cartel con letras LED indicó que había llegado. Entró, raspando las suelas de sus zapatos con el tapete de entrada que servía para que no ensuciase adentro.

Una campanita arriba de la puerta sonó, el chico que atendía le sonrió y Kai le sonrió devuelta, solo que era una sonrisa adolorida al igual que su mirada,  el cual trataba no hacerle contacto visual.

Se adentro por los angostos pasillos para así perderse en los productos de distintos colores que tenía cada una de las estanterías, haciendo que se vuelva más llamativo que todo estuviera perfectamente ordenado y ahora el tic del pelirrojo que raramente se veía fue a flote.

La tiendita era pequeña pero no exigía tanto, pues sólo compraría una cosa.

Veia de reojo a tal chico que le seguía con la mirada, empezó a ponerse nervioso; Nunca nadie le ha visto por tanto tiempo, o por lo que él sabe.

Trató de disimular "mirando" los precios de los productos enfrente suyo; sus sospechas se confirmaron nuevamente, el contrario no le quitaba la mirada de encima. El pelirrojo tragó duro.

Pero no tenía que exagerar, quizá sólo le veía por seguridad del lugar, si, eso debe ser.

Fue al cajero donde pagaría la soda de litro que eligió.

-Buenas tardes.- Dijo el chico tomando aquel producto para escanearlo -¿Algo más?- Le preguntó para anotar unas cosas en la computadora que estaba junto a él.

-No, nada más.- Afirmó mientras le daba el dinero justo en efectivo.

-Tenga. Vaya con cuidado.- Le deseo a la par que le dio lo que había comprado.

Kai salió de ahí.

Un gusto amargo se adueñó de la boca de este nuevamente.

Algo no andaba bien.

Eso era claro.

Pero no sólo ese chico, habían cosas que estaban fuera de lugar, y el pelirrojo lo tenía en cuenta.

...

-Adam, Mira, Reeve y...- Vanessa nombraba a sus amigos presentes -¿Kai? No está.- Se rio por lo bajo -Seguro se le ha olvidado.- Pues, el pelirrojo si era olvidadizo.

-Estoy completamente seguro que vendrá, no te preocupes.- Dijo Reeve cruzandose de brazos con una sonrisa de lado.

-No podemos esperar, tengo que decirles lo antes posible, y además le podemos contar a Kai más tarde.- Dijo la pelirosa mientras daba unos pasos hacia atrás de ella -Vengan.- Indicó con su mano, para que los demás le siguieran.

Les llevó a la sala donde había una mesa en forma rectangular con una silla a cada lado excepto por la cabezera que daba a la muralla.

Adam observó cada detalle de la sala, las murallas eran de color rojo oscuro, mientras que los sillones de un cafe opaco. También pudo ver sobre un mueble las fotos de Vanessa con su familia.

La chica les pidió que tomarán asiento, así ellos estarían más cómodos mientras les explicaba.

El moreno iba a punto de sentarse, pero alguien posó su mano en su hombro, sorprendiendolo. Giro la cabeza y se topó con una mujer de mediana edad.

-¿Quieren algo de tomar?- Ofreció ella mientras miraba a cada uno de los presentes.

Los chicos negaron y ella amablemente se fue para dejarlos solos.

-Lo siento, era mi madre.- Rió Vanessa.

-No importa.- Dijo Mira con una sonrisa, bajando ambas cejas.

Esta vez Mira y Reeve se sentaron, pero Adam nuevamente no pudo, al parecer el universo quería fastidiarle un rato.

Toc, toc, toc~ Alguien tocó la puerta de la casa, y se escucho como la madre de la chica abrió; Adam logró escuchar a cuya voz del que le gustaba, quien saludaba con notable alegría y timidez. Se alegro de que Kai haya llegado por fin, y pasó una mano por su cabello para arreglarlo un poco como si fuera un reflejo.

-Perdón, se me fue la noción del tiempo.- Se disculpo mientras caminaba hacia ellos con la voz cansada debido a la distancia que tuvo que correr. El pelirrojo se paro al lado de Adam, un poco desconcertado por las miradas pícaras de sus amigos dirigidas hacia ellos dos.

-Vale, ya que todos estamos aquí tengo que contarles algo extremadamente importante, pero primero; Necesito que ustedes dos se sienten.-

Kai miro la única silla que quedaba libre para luego mirar de nuevo a su amiga.

-Claro, claro, me sentaré encima de Adam.- Arqueó una ceja y habló con ironía.

Hubo un silencio de parte de ella.

Adam entendía lo que pensaba el resto, y sintió como la sangre subía hasta sus mejillas.

Kai aclaró su voz, pero aún no la usaría. Solo estaba parado ahí pensando que hacer, pues la incomodidad entró al ambiente.

Como veía que nadie decía nada mejor lo hacía él para aclarar un poco las cosas.

-Oye, si estas pensando en eso yo- Fue interrumpido.

-Adentro hay una silla, iré a buscarla.- Dijo Vanessa para salir de ahí tratando de guardarse las carcajadas que le saldrían. Solo quería molestar un poco a su amigo.

Una vez todos sentados (con una silla para cada uno) Vanessa comenzó a explicarlo todo...

-Ha pasado algo que altera nuestro mundo. Algo raro, algo que no pueden detener.-

-¿Ni el tipo raro?- Pregunto Kai.

-Ni el tipo raro.- Confirmó.

-¿Por qué piensas eso?- Le pregunto esta vez Mira.

-Ahora voy con eso.- Le guiño un ojo -Primero que todo quiero decirles que no me tomen por loca.- Rió -Comenzé a investigar esto por mi cuenta; Lo menos importante que encontré fue el cambio de clima, había pensado que sólo fue un simple error, pero, la gente ha actuado raro; Por ejemplo, cuando cambió el clima de frío a calor la gente seguía usando bufandas, gorros, pero en general seguían usando prendas para ese clima.-

-Si, pero solo fue un fallo irrelevante.- Habló Reeve.

-Eso pensaba,- Siguió ella -hasta que una noche pasaron dos cosas raras; Estaba tratando de dormir, luego sentí un sabor extraño de la nada y no me lo podía quitar, así que fui lavarme los dientes para ver si con eso se arreglaba, pero en esa, escuche el sonido de un motor de motocicleta.-
Frunció el ceño -Eso es raro, la gente de aquí no saldría a esa hora.-

-¿Entonces que tratas de decir?- Dijo Adam.

-En este lugar hay un fallo, - Miró fijamente en respuesta -y tenemos que hacer algo antes de que se nos acabe el tiempo.-

𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora