Perdonen por no actualizar seguido...
Ando mal emocionalmente y no quiero arruinar esta historia, o tal vez ya lo hice 😶🔫
______________________________________N.O.
El pelirrojo caminaba por las calles con dirección a casa.
Y pasando el tiempo, el ambiente se heló, luego más y más y más.
Aceleró el paso, con brazos cruzados pero tratando de que las heridas no tocasen aún más su playera.
Su nariz comenzó a tornarse en un color carmesí.
Miraba a su alrededor por precaución hasta que llegó a esta. Era al rededor de las dos de la tarde, con un cielo opaco y entristecedor.
Agradeció por tener las llaves en su bolsillo.
Las sacó.
Comenzaba a tiritar, lo cual le hacía difícil introducir esta en la cerradura.
Con su mano libre agarró fuertemente su otra muñeca para tener más precisión, algo que agradeció ya que había funcionado.
La giró, abrió la puerta y cerró detrás de él.
Sobó su nariz, lo cual estaba helada.
Como si alguien le dijera fue de inmediato al baño para así lavarse las heridas y revisar si estaban infectadas o algo, pero antes revisó a ambos lados para ver si Davis se encontraba ahí, no lo estaba e hizo que Kai estuviera indeciso en que sentir. ¿Alegría o tristeza? Quería verle y preguntarle si estaba bien, pero supuso que no, pues él había desaparecido por más de medio día.
Dicho y hecho, se dirigió al baño con extremo cuidado de hacer ruido, aún no quería hablar con su mayordomo. Se sentía de alguna manera... ¿Mal?
Quería gritar, pero ¿Por qué?
"Genial, soy dos bi. Bisexual y bipolar." Pensó con ironía y si, Kai había aceptado el hecho en que le gustasen las chicas y los chicos, ese era él y no podía cambiarlo.
Probablemente ya ató el hilo suelto de su identidad.
Pasó de nuevo por ese pasillo tan familiar estando alerta en todo momento.
Giró la manilla de la puerta y la abrió para luego cerrarla con seguro cuando se encontraba adentro.
Se agachó hasta el mueble que se encontraba abajo del lavamanos, de ahí saco un botiquín que contenía algunas vendas y un pequeño frasco con alcohol.
Volvió a ponerse de pie, se sacó la camiseta que traía y se quejó un poco por el rose de la tela sobre sus heridas, las vio y claramente habían empeorado.
-Joder...-
Tocó levemente el agua que corría por el grifo y comenzó a lavarse estas.
Sus antebrazos dolían.
Sus manos dolían.
Y esa marca... la que se encontraba su cuello, se maldecía por aquella vez en que no pudo arreglárselas solo. Por lo menos ayer si pudo, pero por poco no salía con vida.
Rápidamente se echo el alcohol para desinfectar que se encontraba en el botiquín.
-Ahg.- Se quejó por lo bajo.
Luego, se puso unas vendas en los antebrazos y en sus manos unos mas pequeños que se pegaban en su piel.
Se miró nuevamente al espejo para ponerse la camiseta y salir de ahí para ver si su mayordomo se encontraba en la mansión.
Un escalofrío paso por su cuerpo.
Por primera vez en mucho tiempo sintió la soledad y eso le asustaba.
...
-Escucha, Adam... yo...- Decía. -Digo, tu padre...- La mujer no podía terminar la frase, haciendo que el chico pensara lo peor.
-Despidieron a tu padre.- Dijo sin más.
-¡Oh por dios!- Exclamó Adam, quien descargaba un peso sobre su espalda, en verdad pensó que sus padres... No hay porqué decirlo de nuevo.
-¿Estas feliz de que lo despidieran?- Preguntó arqueando una ceja y con una cara notablemente triste y extrañada.
-¡No, no! Supuse que dirías que se divorciarían... o algo parecido.- Explicó. -Regresando al tema, entonces, ¿Que pasó exactamente?-
-Lo despidieron en su trabajo. Pronto tendremos que vender la casa y mudarnos a un lugar que nos alcance.-
-¿Qué? ¿Mudarnos a donde?- La preocupación llegó a su rostro.
-A una ciudad mas allá, este año irás a la universidad de aquí con tu beca, pero no lo sé, la distancia es extremadamente lejos.- Las lagrimas llegaron a los ojos de ella, pensando que no podía darle la vida que se merecía su hijo.
-No te preocupes má, puedo trabajar en Santas Donas o en la tienda de videojuegos por un tiempo hasta que mi padre pueda encontrar un trabajo. No pagan mucho ahí pero será suficiente.- Se acercó rápidamente a ella para abrazarla por los hombros.
-Tú... No puedes trabajar.-
-Si puedo, este año cumpliré diecinueve. Solo será por unos meses.- Su madre le miró con los ojos un poco rojizos. -Por favor, quiero ayudar. No nos iremos de aquí tan fácil.- Le sonrió, haciendo que la contraria hiciera lo mismo.
-Esta bien- Accedió con un nudo en la garganta.
Cuya noticia le llego por la espalda a Adam.
Si no resultaba su plan, entonces, ¿Le diría adiós a Kai sin más? ¿Se iría... dejándolo todo?
Sus amigos no estarían ahí con él, en si, tampoco seria él mismo.
Ese vecindario era parte suya y no le dejaría ir antes de dar la cara y luchar hasta donde sus fuerzas puedan.
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𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈
Fanficᴰᵒⁿᵈᵉ ᴷᵃⁱ ˢᵉ ˢⁱᵉⁿᵗᵉ ᶜᵒⁿᶠᵘⁿᵈⁱᵈᵒ (no editado) [13-05-20 a 14-01-21]