𝘿𝙀𝘽𝙀𝙍𝙄𝘼𝙎 𝙄𝙍𝙏𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈

Cap 24 -El rey de la nada-

N.O.

-¡Huh!- Exclamó el pelirrojo al sentarse de golpe en su cama.

Se sentía mareado, cansado.

Ya era de día, a lo lejos podía escuchar el tranquilo cántico de las aves, haciendo que alzara una ceja y pensara un momento.

"Espera... ¿"Eso" fue un... Sueño?" Con todas sus fuerzas deseaba que no fuese.

No era la primera vez que soñaba algo así y... Con Adam. Así que podía ser una posibilidad.

Apoyaba su frente en su mano.

Tenía un poco de náuseas.

No recordaba casi nada, tan solo ese beso con tanta lujuria.

Estaba confundido, era un hecho.

Se levantó.

Se estiró un poco y sonó su espalda. Algo raro.

Jaló hacia arriba un poco sus pantalones para acomodarlo.

Y había despertado con la misma ropa de ayer.

¿Qué habrá pasado?

Vio su calendario.

Días restantes: Tres.

Le puso los pelos de punta.

Tenia que saber que pasó la noche anterior si quería hacer algo antes de que el tiempo terminase.

No le preguntaría a Adam, pues si lo hacía y era verdad que tan solo fue un sueño sería la vergüenza personificada.

Mientras que su fiel mayordomo, Davis, le diría la verdad ¿Cierto? ¿O sólo le diría lo que quería oír?

Quizá el mayor le podría decir algunas respuestas que él sabía para que el pelirrojo completase el puzle.

Fue al baño que se encontraba cerca.

Se miró al espejo y tenías unas pequeñas ojeras.

Viendo a más detalle se encontraba pálido.

¿Qué habrá pasado?

Se tocó la mejilla con suavidad.

"¿Por qué estoy así?"

Lavó su rostro con agua de la llave y salió de ahí para buscar a Davis en todas las habitaciones y pasillos de la mansión.

Agradeció que no hacía frío.

Tan solo sonaban sus pasos. Todo estaba en completo silencio, ahora no cantaban los pájaros. Como si el mundo quedase en pausa por un momento.

-¿Davis?-

Abría y cerraba puertas, y nada.

¿Dónde estaba?

Ni sabía si había llegado anoche.

Seguía caminando, está vez sin rumbo. Solo caminaba por ahí con esperanzas de encontrar por lo menos un pista de la parada del mayor.

Respitaba hondo, no quería volver a hacer un té para luego que se le caiga.

Eso le recordó a cuya voz.

¿Qué habrá pasado?

Seguía preguntándoselo para sacar sus propias conclusiones pero nada, se quedaba en blanco.

Solo quería encontrar al-

-¡Amo Kai!- Exclamó la persona que estaba buscando, estaba corriendo por su espalda para alcanzarlo y hablar, -¡Ya despertó!- Se encontraba enfrente suyo, recuperando el aliento, -¿Como se siente?-