Sin colores, en blanco y negro.
Así era como ella veía el mundo.
Pero cuando estábamos juntos, su mundo se pintaba de colores.
Y los atardeceres eran los más bellos que había contemplado en mi vida.
⚠️ CONTENIDO ADULTO ⚠️
》PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADA...
Maeve Jones caminaba hacia mí con algo de prisa, hasta que finalmente llegó a mi lugar y azotó la puerta de mi casillero.
No era común que aquella rubia me hablara, es más, estaba seguro de que nunca me había dirigido la palabra.
Se cruzó de brazos y sonrió falsamente.
—¿Has hablado con Leah? —alzó las cejas y parecía observarme detalladamente.
Fruncí el ceño y negué, dudando un poco en su actitud.
—No, ¿pasa algo? —puso los ojos en blanco y suspiró.
—Solo pensé que ahora que ustedes dos parecían ser más cercanos... —colocó su dedo índice sobre mi pecho, señalándome—. Tal vez te habría dicho donde mierda se ha metido el día de hoy. ¿O acaso no has notado que no ha llegado a ninguna de las clases?
Respondió con un tono de burla y se dio la vuelta, dejándome solo.
Claro que había notado que Leah no estaba en la preparatoria, pero no podía hacer nada más.
Si iba a buscarla o intentaba llamarla, lo más seguro era que me metiera en más problemas con ella, y por ahora, era lo que menos quería.
Caminé a un lado de la rubia, siendo objeto de algunas miradas.
—No ha contestado mis mensajes desde el día de ayer, justo después de que volvimos a casa ambas.
Comentó en un tono bajo y sereno.
Esto en el fondo me preocupaba, más por las amenazas de Aiden, y aún más considerando el hecho de que Leah tomaba fármacos constantemente.
Y justo cuando casi me había jurado a mí mismo que no iba a buscarla o a ir en su ayuda a menos que ella me lo pidiera, tuve que desobedecer mi propia promesa.
—Iré a buscarla después de clases. ¿Está bien? Así ambos estamos tranquilos.
Maeve me miró algo incrédula y se detuvo en pleno pasillo.
Yo hice lo mismo y ella sonrió.
—De acuerdo Lynch, ¿te importaría mandarme un mensaje después? Solo quiero saber si todo está en orden con ella.
Asentí con la cabeza y alzando los hombros.
Maeve me dio las gracias y siguió su camino.
[...]
Toqué el timbre un par de veces, sin obtener respuesta alguna.
Procedí a tocar la puerta una vez, nuevamente sin que alguien me abriera.
Golpeé la puerta un par de veces más, y me crucé de brazos, confundido.
Esto no me dejaba tranquilo para nada, al contrario, solo me preocupaba y me asustaba cada vez un poco más.
Finalmente volví a golpear la puerta con la palma de mi mano, en repetidas ocasiones.
Una Leah con una enorme sudadera, las piernas descubiertas y el cabello desordenado, atendió al llamado de la puerta y abrió.
La miré algo extrañado por como lucía y la pelinegra me cerró la puerta en la cara al notar quien era la persona que llamaba a la puerta de su casa con tanta insistencia.
Volví a tocar, sin que me abriera.
—Vamos Leah, seamos maduros.
Le dije, recargándome en la puerta.
—Maeve y yo estábamos preocupados por ti —suspiré—. Maeve me preguntó sobre si sabía algo de ti y le dije que vendría a buscarte.
Segundos después abrió la puerta y me miró.
Sus ojos lucían enrojecidos y algo hinchados.
Tenía la nariz algo colorada, como si hubiera llorado bastante.
Pasó su cabello por detrás de sus orejas y puso los ojos en blanco al verme otra vez.
—Soy tu amigo, sabes que puedes contarme, ¿por qué no fuiste a la escuela?
Leah soltó una leve carcajada y negó con la cabeza.
—Tú y yo no somos amigos, y estoy bien. Ahora, largo.
La miré, extrañado por su actitud.
Leah bajó la mirada y la detuvo en el suelo, pero después parecía simplemente perderse.
Talló sus ojos y bostezó después, y cuando volvió a mirarme, noté que en definitiva, había llorado.
El color rojo se hacía presente en sus ojos y tenía unas tremendas ojeras.
—Quiero estar sola si no te importa Lynch, así que vete.
—Maeve me pidió que te viniera a ver.
Me miró pareciendo fastidiada y me cerró la puerta en la cara nuevamente.
—Le enviaré un mensaje a Maeve. Ya puedes irte.
Me dijo desde el otro lado y suspiré.
Creyendo firmemente que Leah Simmons era un caso completamente imposible.
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***
En la multimedia, una imagen de Maeve Jones (Lili Reinhart).
