Capítulo 18

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Caminé hacia el salón en compañía de Maeve, quien me contaba una breve reseña sobre su fin de semana, explicándome con detalles lo que había hecho horas después de aquella fiesta que había terminado en tragedia, y al día siguiente de la misma.

Arreglé mi cabello con un movimiento, pasándolo detrás de mi cabeza y girándome un poco.

Dicha acción me impidió ver lo que sucedía frente a mí.

Violet Thompson de repente me empujó, tomando mi celular y arrojándolo al suelo. La miré, realmente molesta y con muchas cosas en mi mente por decirle.

—¡Oye que mierda te pasa! —le gritó Maeve, en mi defensa.

La rubia se colocó delante de mí, protegiéndome.

—Aiden me lo ha contado todo, ¿no te cansas de meterte con nosotros? Sé que has intentando amenazar a Aiden con decir mentiras, si él no rompe conmigo. Pensé que eras feliz con Lynch.

¿Qué mierda estaba diciendo aquella chica? 

Mi mente se quedó en blanco.

Noté que algunos chicos y chicas se acercaron, atraídos por el barullo y los gritos eufóricos de Violet en mi contra. Maeve trató de ponerla en su lugar, pero aquella chica seguía completamente histérica, gritándome de cosas y lanzando insultos.

Observé de reojo a Ross, acercándose junto con Ryland y Drew.

—¡Vamos Leah! No puedes dejar que esta perra te defienda toda tu vida —escuché que dijo y tomé a Maeve del brazo con fuerza. La moví de forma que no interviniera más.

Aiden se acercó, colocándose detrás de Violet, como el cobarde que era.

Lo miré con rabia, al darme cuenta que obviamente le había contado una versión distinta de los hechos a Violet, con el fin de quedar bien con ella y hacerme la vida imposible a mí, como siempre.

El castaño me lanzó una mirada demasiado amenazante, intentando atormentarme con ello.

Sonreí un poco y me crucé de brazos.

—Estaría encantada de saber que fue lo que te contó ese imbécil. ¡Tú misma lo viste, Violet! —le dije, furiosa. Recordando la desagradable escena en el baño.

—¡Tú le dijiste a Aiden que si no rompía conmigo, ibas a decirle a todos que te forzó a acostarte con él! Deja de ser una perra y admítelo, Leah.

Negué con la cabeza, respiré hondo.

—No tienes porque hacerle caso, vámonos Leah —Maeve me dijo al oído.

Escuchaba un montón de gritos a mi alrededor. Parte de las chicas que se encontraban ahí apoyaban a Violet y claramente a mí me odiaban, mientras que los chicos solamente estaban interesados en ver como nos agarrábamos a golpes.

—¿De verdad te diviertes manipulando a Violet de esa forma, cierto? Crees que tienes todo bajo control. Eres un imbécil —hablé, dirigiéndome a Aiden.

—No sé de que hablas —esquivó mi mirada.

—¡Por Dios Leah Simmons! Solo admite lo que hiciste, me tienes harta.

—¡Violet tú misma viste lo que Aiden estaba haciendo! ¡Metió su mano por debajo de mi vestido!

La voz se me quebró cuando solté eso.

El ruido a nuestro alrededor aumentó, y ahora los murmullos eran mayores. Había miradas que juzgaban a Aiden, y de inmediato pude notar que no todo el mundo le creía. Ni a él, ni a Violet.

BLANCO Y NEGRO // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora