Capítulo 4

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Ross Lynch [...]

Mamá no estaba en casa cuando regresamos de la preparatoria.

Fue cuando Ryland y yo supimos que tendríamos que comer en algún restaurante.

Rocky apareció de repente en la sala de nuestro hogar y nos miró a ambos sonriendo.

—Suban a mi auto bobos, sé que soy hermoso pero no me miren tanto.

Reímos con su estúpido comentario y salimos de casa nuevamente.

Subimos a su auto, nos pusimos cómodos y nos preparamos para un viaje de cinco minutos en camino al restaurante que Rocky había elegido.

Durante todo el camino me puse a pensar en lo que había sucedido en la escuela.

Leah había salido corriendo, completamente furiosa con el mundo, incluyéndome.

Mis hermanos y yo ocupamos una de las mesas del enorme establecimiento, tuve mi tiempo para ordenar y después de ello volví a concentrarme en mis pensamientos.

—Drew y yo detuvimos a Ross antes de que fuera brutalmente golpeado.

Comentó Ryland de repente, recordando lo ocurrido en la preparatoria.

Rocky me miró, alzando las cejas y soltó una risita.

—Eres un mentiroso, sé defenderme, no me salvaste de nada —respondí, enojado.

Ryland se burló.

—¿Enojado Ross? ¿Problemas en el paraíso con Leah Simmons? No me contaste que habían quedado de verse.

No puede ser, también tendría  que golpear a mi hermano.

—No me ví con ella para otra cosa que no fuera el puto trabajo de historia, Ry. Si supieran como afecta toda la mierda que dicen sin saber la verdad, tal vez tendrían un poco más de cuidado. Y también lo digo por ti, Ryland.

Comenté de repente, mostrándome bastante inconforme ante mis hermanos.

—Era una broma, Ross.

—¿Tienes idea de la cantidad de "bromas" que hacen de ese tipo? Leah no merece eso.

Rocky no entendía muy bien de que hablaba, pero Ryland si lo hacía, y se quedó callado de repente.

—¿Qué fue lo que dijiste de Aiden? —preguntó mi hermano menor, confundido.

—Dije la verdad. Leah me lo ha contado todo. El fin de semana en la fiesta de Jacob Evans, escuché a Aiden amenazar a Leah, y la golpeó. Tuve que quedarme con ella y calmarla. Cuando nos juntamos para hacer el estúpido trabajo, me contó la verdad de lo que había ocurrido entre Aiden, Violet y ella. La verdad, no chismes, ni rumores sin fundamento. Solo la verdad.

Rocky me miró con atención, notando que hablaba con cierto sentimiento.

—Le dije que no diría nada, pero simplemente exploté, y lo dije. Creo que está molesta conmigo.

La comida llegó y yo me quedé contemplando mi platillo en silencio.

Rocky notó que no comía pero no decía nada aún.

Corté un pedazo de mi carne y juguetee con ella usando el tenedor.

—Pensé que estaba haciendo lo correcto al hacer que todos se enteraran y supieran la realidad  de las cosas. Pensé que con eso tal vez la gente dejaría de decir tanta mierda de ella, pero al parecer solo logré que Leah se enojara conmigo.

Rocky finalmente intervino en la plática.

Ryland había dejado de hablar desde hace mucho, tal vez notando por fin la gravedad de la situación, arrepintiéndose por cada comentario que pudo haber hecho en el pasado.

—No tengo el gusto de conocer a esa tal Leah, pero si te conozco a ti Ross, y sé que estás preocupado —le dio un trago a su bebida y continuó—. Si Leah ha tenido problemas fuertes con el resto de las personas y su reputación y autoestima están dañadas, lo que menos quiere es ser el centro de atención nuevamente, y probablemente esa es la razón por la cual te pidió  que no dijeras nada... —lo interrumpí.

—Pero el resto de la preparatoria tiene que saber la verdad. ¡Aiden pudo haber hecho algo asqueroso con ella y todo el mundo cree que ella es la ofrecida y la mala de la historia!

Rocky asintió con la  cabeza.

—Lo sé Ross, pero Leah está muy lastimada, confundida y probablemente no confía en las personas. Tal vez se abrió un poco contigo pero tienes que valorar eso, que se haya atrevido a hablar de la situación contigo. Leah no tiene confianza en nadie, porque la han lastimado demasiado y  justo cuando ella te había dado la confianza a ti, tú decidiste que era mejor encarar a ese estúpido y decir todo.

Miré mi vaso y observé como se derretía el hielo con detenimiento, mientras seguía escuchando a mi hermano.

—Si quieres reparar tu error y que Leah vuelva a tener confianza contigo, debes darle tiempo y ganarte esa confianza tú mismo. 

Asentí en silencio y finalmente probé mi comida.

—Necesitas entender que  probablemente lo que tú creas que es lo correcto, no es precisamente lo que Leah quiere. 

Rocky tenía razón, demasiada.

—Ten cuidado porque puedes pensar que estás haciendo algo bien, y tal vez solo la estás lastimando un poco más.

Me dijo por último y después volvió a concentrarse en su comida, dejándome completamente en silencio.








***

Capítulo corto; habrá algunos así en la historia.

En la multimedia, Ross Lynch.

He recibido ya algunos mensajes con posibles teorías sobre esta historia, y solo me queda decirles que la disfruten, que de verdad le tomen cariño a cada personaje.

POR CIERTO, ¡MUY BUENOS DÍAS!

Muchas gracias por leer, dejen sus comentarios.

-FeernandaR5.

BLANCO Y NEGRO // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora