18 | the questions

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DIECIOCHO
las preguntas







Despierto sola por la mañana. El lugar que antes ocupaba Finnick está vacío, pero aún caliente. Me incorporo, confundida.

Apenas siendo consciente de ello, llevo mis dedos a los labios. Una sonrisa se instaura en ellos al recordar lo que sucedió la noche anterior. El beso que Finnick y yo compartimos, cómo me quedé dormida en sus brazos. Su mano en mi pelo, la caricia en mi mejilla.

Por primera vez en mucho tiempo, me siento más en un sueño que en una pesadilla.

—No pensé que te despertarías tan pronto. —La voz de Finnick me pilla por sorpresa. Sale del baño, con el pelo mojado y ya completamente vestido. Recuerdo que aquella noche son las entrevistas y suspiro—. Parry ha venido a preguntar por ti.

—Debería ir a mi planta —digo, poniéndome en pie. Me pongo un albornoz sobre el pijama, como he estado haciendo los últimos días—. Estarán esperándome, aunque dudo que Chaff se haya levantado aún.

Finnick ríe.

—¿Nos vemos luego?

—Claro.

Al pasar a su lado, me detengo a darle un beso en la mejilla. Finnick ríe con fuerza. Aún escucho sus carcajadas cuando cierro la puerta a mi espalda, con una enorme sonrisa en el rostro.

No debería sentirme así, no sabiendo lo que nos espera. Pero no puedo evitarlo.

Saludo a Mags, Muse y Ron —me los he encontrado ya tantas veces en los últimos días que se han acostumbrado a mi presencia— antes de subir al ascensor.

Este se detiene en el 7 antes de llegar al 11 y me sorprendo a encontrarme con Dae. La vencedora del 8 ríe al verme.

—Vaya uso das a los ascensores a estas horas —comenta, subiendo a mi lado—. Al 11, supongo.

—Ajá —murmuro—. ¿Qué hacías en la planta del 7?

—Arreglar problemas —responde, negando con la cabeza—. Convencer a Johanna de que no meta la pata en las entrevistas, para que lo entiendas. Tiende a perder un poco la calma en estas situaciones.

—No me digas —ironizo, haciéndola reír—. Esperemos que todo salga bien esta noche.

—Ojalá que sí —suspira Dae. El ascensor se detiene en su planta y baja—. Por cierto, enhorabuena por tu nota en los entrenamientos.

Me encojo de hombros, riendo por lo bajo.

—Gracias.

No pude evitar llevarme una descomunal sorpresa cuando los Vigilantes me concedieron un doce en los entrenamientos privados. En la televisión, lo comentaron con asombro, recordando el ocho que conseguí en mis Juegos. Hera, Parry y Chaff me observaron boquiabiertos durante al menos un minuto.

Yo terminé echándome a reír, siendo consciente de que lo que habían pretendido con eso era marcarme. Peeta y Katniss consiguieron la misma puntuación justo después.

Muchos vencedores comentan eso mientras aguardamos a las entrevistas. Los profesionales me miran los que más, probablemente tratando de adivinar qué hice para impresionar tanto a los Vigilantes. Me río solo de pensarlo. Yo no canté porque planeara hacerlo. No quería agradarles. Me salió solo.

✓ EYES OPEN » finnick odairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora