29 | the blank

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VEINTINUEVE
el vacío







Jamás me he sentido tan destrozada como lo hago al abrir los ojos.

Mis párpados luchan por permanecer cerrados. Ni siquiera sé por qué me esfuerzo tanto por abrirlos: no sé qué me esperará al abrirlos, pero tengo claro que nada bueno.

Frente a mí, está Johanna, atada a una camilla, del mismo modo que yo. Me observa en silencio, con una mueca en el rostro. Aprieto los labios.

—Así que no me han matado —comento.

—Eso parece —dice Johanna, soltando un bufido—. ¿Cómo lo llevas, Chica Cereal?

—¿Por qué no respondes antes a esa pregunta tú, Johanna? —replico, en tono arisco. No entiendo que estoy enfadada con ella hasta ese momento.

Nadie me dijo nada. Me hicieron participar en los Juegos como otra mascota del Capitolio sin que yo tuviera la más mínima idea de que había una posibilidad de salvación. Sin decirme que había una rebelión en camino y un plan de rescate. Me hicieron creer que tendría que morir para que Finnick saliera con vida, que todos ellos tenían que morir también. Todos ellos me mintieron y ¿para qué? He terminado irremediablemente atrapada en el Capitolio.

La del 7 suspira.

—Mira, siento que no supieras nada...

—Es un detalle, la verdad.

—Parry y Chaff no quisieron decirte nada. Creyeron que era lo mejor para ti. Finnick estuvo de acuerdo. Dae y yo... —Niega con la cabeza—. Bueno, no tiene sentido decirte lo que pensábamos cada uno. El caso era que queríamos protegerte. Pero hubiera sido mejor decirte lo del localizador. Puede que no estuvieras aquí de haberlo hecho.

Aprieto los labios. Johanna tiene marcas de golpes en el rostro y los brazos. Ignoro lo que pueden haberle hecho, pero puede haber recibido incluso un castigo mayor por haber estado al tanto de los planes.

—¿Tienes idea de cuánto tiempo llevamos ya aquí? —pregunto. Ella se encoge de hombros.

—¿Una semana, dos, un mes, un año? No tengo ni idea. —Johanna parece mayormente furiosa, pero sé que está asustada. ¿Cómo no estarlo?—. No he podido decirles nada útil. Solo sabía lo del rescate y la existencia del 13 y ellos ya están al tanto de eso, así que solo les ha enfadado más. ¿Sabes algo de los otros?

—Solo que están en el 13. —Ella suspira ante mis palabras—. ¿Y Peeta?

—No sé nada de él.

—Me hicieron grabar una entrevista con él y Caesar —le digo, apretando los labios—. No sé para qué la usarán, pero imagino que querrán hacernos llegar hasta allí. ¿Realmente hay una rebelión organizada?

—O eso se estaba intentando —asiente Johanna.

Las dos nos quedamos en silencio. Contemplo la habitación en la que estamos, pero no tiene nada de especial. Tampoco lo tenía en la que estuve antes. Al menos, no estoy a oscuras. Como lo estuve en la jaula de cristal.

Recordarla me produce un escalofrío, no puedo negarlo. ¿Me volverán a hacer pasar por ella? No lo sé. No quiero saberlo. Me gustaría poder decir que no lo harán, pero... Creo a Snow perfectamente capaz de hacerlo, visto el efecto que tiene en mí.

✓ EYES OPEN » finnick odairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora