Capítulo trece.

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Narrado por Louis

Una gran sorpresa me lleve al abrir la puta puerta. Harry estaba aquí. Las fotos de él estaban a dos metros. Si las ve pensará que soy un loco, o un psicopta, aunque esa es la verdad. Estoy obsesionado con él. Mierda ¿ahora cómo las guardare sin que sospeche ni las vea?

Puta madre Louis.

—Hola Louis.

—Ho-hola Harry— le sonreí forzado—. ¿Q-qué haces aquí? No es que te corra o algo. Nono.

—Oh, es que hoy ni ayer fuiste— recorde lo de anoche—, y pues hoy acordamos en River's para lo de química ¿no?— me sonrió.

Esa sonrisa, una sonrisa grande me daba a entender que ya empezaba a caerle bien. Estaba empezando a creer que vamos a ser mejores amigos, de esas amistades que siempre duran. De esos amigos que se apoyan y aman.

—Amh, sí sí. Recuerdo bien.

—Bueno, ¿y me vas a dejar pasar o vamos a trabajar aquí en tu portico?— se río por el chiste. Qué galan, carajo.

—No, ¡pff! Claro que no, sólo esperame aquí poquito.

—Oh Dios, ¿te he interrumpido en algo? Lo siento no quise molestar.

Ay Harry, tú nunca me vas a interrumpir ni molestar. En vez de interrumpirme hiciste que mis fantasías se hicieran realidad.

—No te preocupes, es que estoy... e-estoy preparando algo sí. Sólo espera— mi nerviosismo no podía ser más notable.

—De acuerdo, yo espero— volvió a sonreír. Le regrese otra sonrisa.

Cerre la puerta despacio para no cerrarcela en su rostro y después aullentarlo. Tome rápido las fotos y el sobre echandolas ahí, también junto con la cámara. Camine a zancadas hacia la cocina metiendo todo en un cajón grande de la barra desayunadora. Regrese a la sala y heche un vistazo para ver ya todo ordenado y que ninguna foto este tirada. Listo. Me encamine a la puerta abriendole la puerta, él estaba sentado en los escalones fumando y con su mochila en hombros.

—Lamento haber tardado— se paró y sacudió su trasero de la tierra sosteniendo su cigarrillo sobre los labios, apretados.

—No hay problema, pero una cosa...

—Dime— se veía condenadamente guapo. Llevaba una camisa en "v" blanca de mangas largas, se veía calientita y se le transparentaban sus tatuajes del pecho y brazos, unos jeans negros y un beanie azul rey. En verdad que Harry seguía los pasos de la moda, a veces se vestía demasiado bien, muy detallado. Parecía más ser una mujer.

—¿Puedo entrar con el cigarrillo?  O sea que ¿puedo fumar dentro de tu casa?

—Oh, sí, claro. Por mí no hay ningun problema— me hice a un lado abriendo más la puerta dejandolo entrar. Cuando entró completamente, su altura se hizo más notoria, más que yo por centímetros.

—Por aquí— le guíe hacia en sillón— toma asiento.

—Gracias— susurró.

...

Durante la tarde, Harry y Louis trabajaron en el proyecto de química. Ordenaron pizza aprovechando para ya cenar. También aprovecharon para hablar y conocerse más. Louis le contó que era huerfano y que su tío lo mantenía, en cambio Harry le dijo que tenía madre y una hermana mayor pero no un padre. Harry no supo cómo explicarle las razones por la cual el esposo de su madre murió.

—En serio perdón, no debí de haberte preguntado— se disculpó Louis por cuarta vez.

—Ya, no hay problema. Si insistes más me ire y no juego— Louis se rió asintiendo. Lo último que quería era que su príncipe se fuera de tan maravillosa tarde que está pasando con él.

Harry tenía colocado su lápiz entre su oreja derecha pero por su cabello, la parte metálica del lápiz se le atoró. Causandole dolor al tratar de desenredarlo.

—Louis, ayudame.

—¿Qué pasa?— dejó su cuaderno y libro a un lado, y se acercó a él.

—El lápiz se enredó en mi cabello y no puedo quitarlo— Louis se acercó un poco más —ya cerca de sus labios—, para ver el problema. Cuidadosamente tomo con una mano el lápiz y con la otra retirando los cabellos enredados.

—¡Auch!— Harry lloriqueo.

—Lo siento, perdón— se disculpó Louis, y para esto estaban cara a cara. Sus miradas se conectaron profundamente, como si dependieran de ello.

Se empezaron a acercar.

Louis tomó iniciativa y lo besó. Lo besaba tan delicado como si eso fuera a lastimar a Harry. No pudo y profundizo el beso. Delicioso. Harry se encontraba sorprendido y no reaccionaba el beso moviendo sus labios como Louis. El ojiazul logró desenredar el lapiz y lo tiró a la alfombra.

Louis lo tomó de la nuca acercandolo más y Harry cerró los ojos, ahora ya disfrutandolo.

El ojiverde empezo a mover sus labios lenta y suavemente. Gozando de ese beso.

Harry abrió demás los ojos reaccionando, empujó a Louis de los hombros mientras él jadeaba y respiraba rápido.

—L-lo siento Harry, no quería hacerlo... perdón en serio.

—No Louis— eso le salió en susurro a Harry. Tomó sus cosas y se levanto destinado a salir de la casa mientras Louis lo llamaba pero no respondía.

—Harry por favor espera, no te vayas. Dejame explicarte— era demasiado tarde. Harry ya se encontraba fuera de su casa. Louis se dejó caer frustrado en el sillón. Enojado con él mismo por su acto.

Se escuchó un golpe y llantas chillar sobre el asfalto.

Se levantó fugaz de su lugar corrió afuera. Santa mierda, pensó.

El cuerpo de Harry se encontraba tirado sobre vidrios rotos y ensangrentados. Un auto había arrollado a Harry. Louis corrió a su lado tomandolo de los hombros. Empezó a llorar.

—Harry despierta— le movio un poco y nada. Sus ojos cerrados no abrian y ni un dedo tampoco movía—, por favor despierta. ¡Ayuda!— gritó desgarrandose la garganta. El hombre del coche que lo arrollo se fugó sin ver si el ojiverde había muerto o algo.

—Despierta por favor Harry— le besó los labios sin ninguna respuesta— Harry...— susurró abrazandolo.

Louis sentía que se desmonoraba, sin su Harry él no sabría cómo seguir viviendo. Perderia el animo de hacer todo. Se sentía culpable. Culpable por que Harry, su amor, podría morir.

Stockholm Syndrome - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora