Capítulo tres.

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A Harry no le agrada que ese tal Louis sea tan "empalagoso" con él. Sólo por hoy le cayó bien en haberle ayudado en encender su vicio.

Apagó lo que quedaba del cigarrilo y se retiro. Apenas se levanta sonó el timbre de salida y una manada de muchachos se amontonaban en las puertas de los edificios. Entre los muchachos encontró a Niall, su rubio amigo. Harry es el único que sabe que es gay. Niall le pidió que no lo contara a nadie y que confiaba en él.

Pero Harry, nunca ha contado su secreto. Y no está seguro que nadie quire saberlo. Pensarían que es un psicopata y se alejarían. Temía a que pasara eso.

—Hey pomposo, ¿porqué te saliste de la clase tan interesante?— sonrió en sarcasmo.

El pomposo, o sea Harry —Niall así le dice por su abundante cabello— le arrojó la cajetilla de Malboros rojos.

—¿No piensas dejarlo? Te va a dar un puto cáncer de pulmón.—

—Fumare hasta la primera llamada, no me jodas.— el ojiverde le tiró un puño sobre su brazo derecho haciendo que el rubio sonria.

Ese vicio lo sacó de su madre Anne, pero él lo hace por sus momentos de ansiedad —todo el día—.  Gemma,su hermana le prohibe fumar en la casa aunque ella no es la que manda. Eso le trae un muy... mal recuerdo de ese hombre adicto.

Flashback.

Harry se encontraba dormitando en el sillón de la sala de estar. La tele sintonizaba el noticiero de la ciudad.

Esperaba a su padre Chad Styles. Un hombre alto y guapo como Harry, él era drogadicto y un ebrio completamente. También golpeaba a Gemma y Anne cada vez que llegaba de esa posilga de bar con mujeres semi-desnudas.

A su edad —quince, en exacto— , Harry aguantaba estar despierto hasta las cinco de la madrugada.

Pasos escandalozos entrando se oyeron, acompañados de un fuerte portazo. Harry rápido se levantó.

—¡Anne!— Chad había llegado y venía rabioso. Y "antojado" por una golpiza.

FinFlashback.

...

Louis se encontraba en el sotáno de su casa. Ese cuarto rojo con olor a cloroformo era su adoración. Ahí preparaba las fotos de Harry, contando con la de hoy.

Había fotos del ojiverde en fiestas, haciendo su trabajo, con chicas, su familia, cenando, con sus amigos, una con su ex novia Rosie, en su casa, leyendo en la biblioteca. Y había una que le gustaba; Harry en su casa pero en boxers negros. Esa está seguro que no la va a desechar. En esa fotografía admira su bien trabajado cuerpo.

—Proximamente serás mío Styles, sólo mío que me pedirás nunca dejarte. Ya llegara tu hora.— acarició la foto de Harry en boxers.

Pronto llegará la hora para Harry Styles.


Stockholm Syndrome - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora