Capítulo catorce.

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"Por favor Harry..."

"Despierta..."

"¡Ayuda!.."

"Tres costillas rotas, contusión cerebral y rotura en el brazo izquierdo..."

"¡Harry, no, dejenme ir con él, Harry!.."

El ojiverde se mantenía en un profundo estado de coma. Los médicos prepararon el quirófano para operar su craneo debído al golpe fuerte en su cabeza. Lo acomodaron en la camilla y le pusieron la anestesía, listo para la cirugía.

Mientras tanto Louis se encontraba en la sala de espera con Zayn, Matt y Zack; ellos escucharon el choque y gritos de Louis por ayuda, rápido salieron con él y llamaron a una ambulancia para que se llevaran a Harry. Los médicos lograron comunicarse con la madre del ruloso, el ojiazul esperaba verla y observar su cara de horror al saber que su único hijo varón está accidentado.

Louis estaba aún llorando. ¿Qué pasaba si Harry moría? Nunca se lo iba a perdonar. Todo fue su culpa. No debió besarlo, tuvo que aguantar el deseo de probar sus labios. Tal vez olvidarse de Harry sería mejor y ahorrarse de problemas.

—Tranquilo viejo— le dijo Matt acariciando su espalda.

—Perdón pero es que, ¿y sí muere? ¿sí ya no lo vuelvo a ver? Matt, no podría seguir sin él— su llanto aumento al terminar de decir esas palabras. En verdad que le dolía.

—¿Es tu novio Louis?

—No— sorbió por la nariz—, bueno y fuera. Me gusta como no te imaginas Matt. En verdad que es mi todo.

Matthews lo miro con una sonrisa pequeña. Si reaccionaba Harry, le ayudaría a conquistarlo.

Narrado por Harry.

Abrí pesada y lentamente mis ojos debido a la luz de la habitación hasta que me acostumbre a ella.

Mire hacia los lados y ví que no era mi cuarto. Era un hospital. ¿Qué demonios hacia aquí? Mi abdomen estaba vendado al igual que mi cabeza y mi brazo izquierdo. Trate de incorporarme pero fallé. El abomen me dolió como la mierda.

En mis piernas había un cuerpo dormido profundo y cabellera castaña.

—¿Mamá?— moví un poco mi pierna.

La persona que antes estaba dormida despertó de sopetón. No era Anne. Louis. Su rostro mostraba que no había dormido: tenía ojeras y ojos rojos. Esos ojos azules que empiezo a querelos me miraron determinadamente.

—Harry— susurró acercandose a mí y dandome un abrazo. Le correspondí. Empezo a sollozar y decirme que lo sentía ¿pero porqué?

—¿Qué pasa, Lou?— se separó de mi con sus mejillas mojadas por las lágrimas, se las limpie con mi pulgar.

—Perdón Harry, fue mi culpa. No debí hacerlo...

—¿De qué hablas?

—Por mí estás así. Te bese y te arrollaron... por mí— una lágrima salió de su ojo—. Pense que morirías.

Ahora recuerdo. Él me había besado... en los labios y que un auto casi me mata. Oh Louis, no es sólo tu culpa. Descubrí que te quiero.

—No Louis, no te culpes.

—¿Porqué no? Casi mueres Harry, ¡tienes una contusión!— eso último lo gritó.

—Ven, acercate— lo hizo—. Cállate— lo bese.

Sus labios sabían de lo mejor. Lo acerque por la nuca. Me tomo de las mejillas y me alejo.

Stockholm Syndrome - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora