Stockholm Syndrome - Larry Stylinson

Capítulo dieciocho- [parte cinco]

Harry había despertado antes que Louis. Ayer fue mágnifico con él, nunca creyó sentir ese sentimiento amoroso otra vez. Cuando es así no hay nada mejor y te sientes de un humor muy bueno.

Con cuidado, quitó el brazo de Louis que se posicionaba en sus hombros. Durmieron toda la noche abrazados, piel con oiel. Se levantó a buscar entre su ropa -que estaba en la alfombra-, sus boxers. No los encontró por ningún lado. Tal vez estaba en la habitación donde lo tenía amarrado Lou. Bajó silenciosamente las escaleras, ya que el piso de madera crujía con sus pasos. Ya al final de los escalones, recordó el camino cuando Louis lo guiaba a su cuarto desde aquella habitación.

Bajó las otras escaleras de madera que lo conducía ahí. Entró y vió sus boxers cerca de una puerta entre abierta. Frunció el ceño, ayer no la había visto. Tomó los boxer y se los colocó entrando a ese cuarto.

Entró y se encontraba iluminado pero oscuro, raro. Se iluminaba con una luz roja neón, muy neón que hasta le cegaba. En frente de él había un escritorio. Se acercó y se encontraban charolas vacías, una cámara y a un lado botes negros con la etiqueta de cloroformo. Miró más allá del cuarto y encontró una cuerda que colgaba de extremo a extremo de las paredes. En esa cuerda había... fotografías.

Se acercó a ellas para observarlas. Se le hacia muy extraño que Louis tuviera todo eso y más a parte fotos, coml si fuera un acosador.

Los encuadres fotografiaban a él, a Harry. La sorpresa se hizo presente. Caminó siguiendo observando esas imáges. Eran todas de él y en diferentes lugares. Con Niall comiendo, con Gemma y Anne, fumando, en la escuela, en la biblioteca, en su trabajo -al cual renunció después de su accidente-, en fiestas y una con su ex, Rosie. Tomó esa foto quitándola del gancho en el que colgaba. Lágrimas le picaban en sus ojos.

Con pasos lentos empezó a salir del cuarto rojo. Seguía observando determinadamente esa fotografía. No podía creer que su Louis hiciera esas cosas. No creía que lo acosaba. Era su acosador. Esa idea se le hacía imposible. Por eso extrañamente sentía una mirada encima en algunos lugares.

-¿Harr...- llegó Louis al sotáno buscando a Harry. Cuando lo vió con esa foto el pánico se presentó-, ¿q-qué tienes a-ahí Harry?

-No- levantó su vista con los ojos llorosos- ¡Tú dime, ¿qué es esto?- le gritó mostrándole la foto.

Louis la tomó y vió que era cuando estaba con Rosie. Ya hace tiempo.

-Te pue-puedo explicar.

-¡No me expliques nada ya Louis, ahora veo que eres un psicopata!- aún le gritaba- ¿Ahora qué sigue? ¿Matarme?

Con eso Louis comenzó a llorar. ¿Cómo podía creer que lo mataría? Se equivoca y mucho.

Harty entró de nuevo a ese cuarto gritando y tirando las charolas, la cámara, los botes de cloroformo y desprendiendo las fotos de los ganchos, rompiendolas en mil pedazos. Limpió sus lágrimas y salió del sotáno dejando solo a Louis.

El ojiazul nunca creyó que Harry podía llegar a ver todo esto. Pensaba tirar todo a la basura antes de que se diera cuenta, pero ya era muy tarde. Escuchó a Harry bajar rápido de las escaleras ya vestido. Se iría. Louis tomó valor y preguntó, frío.

-¿A dónde crees que vas?- se pusó en frente de él.

-Quitate de mi camino Louis, me largo ya de tu vida- se le hizó un nudo en la garganta al ojiazul, pero lo tragó.

Harry lo empujó para salir a la calle. Louis lo tomó fuerte del brazo haciendo que retrocediera haciendo que Harry casi caiga. El agarre de Louis le lastimaba.