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Me quedé mirando a la nada con mi cuaderno de notas en las piernas, mi cerebro no procesaba la información de manera veloz

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Me quedé mirando a la nada con mi cuaderno de notas en las piernas, mi cerebro no procesaba la información de manera veloz. De hecho, iba a paso lento.

Primero, Javi me había dicho guapa... Luego me dijo que podía hacerme compañía y luego que quizás iría al campamento.

No quería ilusionarme, pero parecía que Javi se sentía... No, no podía sentirse de la misma manera que yo.

Cerré mis ojos un poco frustrada, me gustaba mucho estar aquí, pero al mismo tiempo me sentía mucho más tensa. No recordaba lo mal que me sentía al estar enamorada de Javier.

La puerta se abrió dejando ver a mi hermano con una cara rara y una bolsa en mano. Lo miré entrar y me senté mejor. Él se sentó frente a mi a la orilla de mi cama.

— ¿Estás bien? —preguntó— te he notado algo sería, algo... No lo sé, como si algo te pasara —se acercó, negué y traté de sonreír.
— no te preocupes, estoy bien —dije tratando de convencerlo de que era verdad.
— no te creo, Elisa. —me tomó la mano— eres mi hermanita, te conozco desde que naciste. He vivido a tu lado literalmente toda tu vida, así que por favor... No me mientas —me miró a los ojos. Suspiré, asentí y pensé como empezar.
— Dejé las cosas con Harry —solté, rápidamente me interrumpió.
— ¿Por eso has estado tan seria con él? ¿Te hizo algo? —se alteró— ¿No tengo que partirle la cabeza o sí?
— No no no —le tomé las manos y lo volví a sentar frente a mi— yo terminé con él porque no me siento bien mintiéndole —aclaré— sigo estando tan enamorada de Javier como hace 7 años... —miré al suelo, Simon dejó escapar una risa sonora y me abrazó.
— Siempre supe que Javier te volvía loca, y siempre supe también que Harry no te provocaba ni la mitad de lo que Javier. —sonreí— me alegra que ahora actúes clara. Y, tienes que decirle las cosas a Javi esta vez —me soltó para mirarme— estoy segura que ese chico está igual de loco por ti. Lo he notado, por como te mira. —solté una risa.
— quizás sí... —sentí mi mejillas sonrojarse un poco, de pronto, mi cerebro ya no iba tan lento. Se me acaba de ocurrir la idea perfecta para continuar.— Uh, ya sé —grité y tomé el cuaderno comenzando a escribir.

Simon se levantó y se alejó a la puerta.

— Te quiero pequeña, te dejaré escribir en paz —dejo una sonrisa y salió de mi habitación. Me quedé mirando en esa dirección... Quería tanto a mi hermano.



— cuídate mucho, y por favor no hagas caso a nada de lo que te digan los extraños. Recuerda que puedes llamarme y te atenderé no importa si son las 4 de la mañana... —mi hermano iba diciendo mientras yo caminaba fuera dónde me esperaban los padres de Javier— no pongas tu vida en riesgo y recuerda ponerte crema en la piel luego de salir del lago, lava tus dientes y...
— Simon por dios detente —reí— me cuidaré, ya soy una niña grande —le besé la mejilla y le di mi bolso de ropa al señor Bonet, él lo subió al auto.

Volví a acercarme a mi hermano y le besé la mejilla un par de veces más.

— te quiero muchísimo, solo serán 5 días —susurré en su oído. Mi hermano me apretó contra él y suspiró.
— eres lo más importante que tengo, no quiero que nunca nada te pase. Por favor ten cuidado —murmuró cerca de mi cara, me besó la nariz y me dejó ir.

— la cuidaremos bien Simon, no te preocupes —dijo la señora Bonet. Mi hermano asintió y yo subí al coche.

Al final, solo yo iba. Simon y Harry debían quedarse a trabajar en su cortometraje. Así que no podían venir conmigo.

El auto avanzó en silencio, solo unos minutos hasta que nos detuvimos frente al apartamento de Javier, dónde ya estaban varios chicos esperando.

— Suban su equipaje chicos, ya saben dónde —dijo el hombre sin bajar del coche.

Era una gran camioneta. Yo iba sola en la parte de atrás, y aún quedaba espacio para 5 más, afortunadamente, solo eran 3.

Javier me miró un poco y sonrió, luego subió al auto a mi lado, sonreí. 

— esperenme —gritó una voz femenina, miramos en esa dirección para ver a Bárbara con una mochila— mejor sí voy.

Hice una mueca y miré la pantalla de mi celular. No quería concentrarme en nada más.

— sube mi maleta —le ordenó la chica a uno de los chicos, este la miró mal y negó.
— tú no me ordenas que hacer, hazlo tú misma que tienes manos igual que yo —dijo el chico y subió junto a Javi y a mi.— Hola, soy Yerar. —sonrió, sonreí de vuelta y lo miré.
— Soy Elisa —le respondí.
— Sí, ya lo sé —dijo este y recibió por parte de Javier un codazo— auch, digo... Un gusto —soltó una risa que se me contagio y contagio al resto del auto.

Finalmente los dos chicos finales subieron y se me quedaron mirando.

— Uh Javi, yo debería ir a tu lado —dijo la chica mirándome un poco mal. Pasé saliva y miré por la ventana mejor.

Mi teléfono vibró provocando la mirada de Javier sobre la pantalla. Miré en esa dirección también.

Simone ✨
Ten mucho cuidado pequeña, y recuerda que tienes que decirle a Javier... 🤭

Ah, btw, dice Harry que puedes llamarle a él también si algo pasa y yo no respondo. Que te cuides.

— ¿Decirme qué? —preguntó el chico, bloqueé la pantalla e ignoré la pregunta.
— ¿Qué quieren escuchar? —preguntó la madre de Javier girándose sobre su asiento para mirarnos.
— que la princesa decida —respondió Bárbara, rodé los ojos y suspiré.
— Bárbara, por dios comportate —dijo Javier en un susurro, Yerar rodó los ojos y me sonrió.
— ¿Qué música te gusta Elisa? —me preguntó.
— me gusta toda la música, pero disfruto un poco más de la música Indie pop... ¿Conoces a Rex? —pregunté, negaron tanto él como Javier— es un chaval de Inglaterra que hace música desde hace unos años.
— Entonces escuchemos eso, así lo conozco —respondió el castaño recibiendo una mirada extraña por parte de Javier. Yo solo sonreí.

Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora