La cena había sido deliciosa, yo había comido unos ravioles de cangrejo deliciosos y Javi había comido una pasta con gambas y ajo o algo similar.
Todo acompañado de vino, yo tinto, el blanco, y una música que me hacía recordar a las citas románticas de las películas.
Todo esto me gritaba romance, todo, nosotros, las luces, la vista, la ciudad, sus ojos, los míos, la mirada de la gente, nuestras manos, nuestras charlas, como reíamos sincronizadamente... Se sentía el amor entre nosotros y no podía sentirme más culpable.
Estaba teniendo una cita romántica con un chico que tenía una novia. Una mala novia si quieres, pero novia al fin... Y estaba segura que esto le rompería el corazón a Barbara, no quería ser yo quién lo hiciera, me hacía sentir mal.
Así que a pesar de que estaba teniendo un grandioso momento, no podía esperar a que terminara para volver al hotel y recostarme en la cama para dormir y mañana volver a Madrid dónde él seguiría con ella y yo seguiría escribiendo algo de mi libro con suerte.
— ¿En qué piensas? —preguntó y bebió de su copa, sonreí
— En qué tengo que escribir mi libro y no he hecho absolutamente nada —reí un poco.Javier sonrió y suspiró de una manera... Distinta, como si estuviera preparándose para algo.
— Elisa hay algo que necesito decirte, no quiero que te sientas incomoda... Y te prometo que no estás obligada a nada, pero yo tengo que sacarlo de mi pecho ya porque me está matando —soltó haciendo que mi cerebro se asustara, y que mis sentidos comenzaran a desear que no fuese nada malo.
— Bien, te escucho —dijo prestando mi completa y suma atención a lo que iba decir, estábamos nerviosos y se notaba a leguas.
— Me gustas Elisa, me gustas desde hace muchos años, y sé que jamás dije nada y que debí hacerlo, pero no lo hice y no puedo volver al pasado a arreglar eso... —mi cerebro se detuvo, todo dentro de él ahora mismo era un caos. Imaginaba a mi cerebro como el capítulo de Bob esponja dónde todo está en llamas y todos corren por todos lados— el punto es que pasé tantos años arrepintiéndome por no haberte dicho lo que sentía antes de que te fueras que simplemente no quiero dejar pasar más la ocasión... —me tomó la mano, yo seguía con una cara de poker sin hacer ningún gesto, estaba como en automático.— no tienes que quererme de vuelta, pero solo quería decirlo... Espero que esto no arruine nuestra relación de amistad Elisa, porque jamás me lo perdonaría.Una parte de mi me decía "a la mierda, confiesale como te sientes, comanse la boca y sean felices" otra parte me decía "Nadie, incluso Bárbara, merece ser la tía a la que le robaron el novio" y yo no quería condenarme a ser solo "la tía que roba novios" Realmente no quería eso.
Así que por más que mi boca me decía que lo dijera, permanecí callada un poco más esperando que dijera que era una broma, aunque quizás eso me lastimaría más considerando que yo lo quería en serio.
— Javi yo... —finalmente recuperé el control, aunque para esa mierda habría sido mejor no decir nada— lo lamento tanto, si alguna vez te he dado una señal incorrecta —nada me dolía más que hacer esto, mi pecho se estaba desgarrando, y mi corazón estaba siendo estrujado por un par de manos fuertes que me lastimaban— lo siento tanto Javi —pude mirar como su cara se rompía y por más serio que fuese... Ahora mismo notaba la tristeza en su mirada, y el dolor en su rostro.
Cerré mis ojos y tomé aire mientras me cubría la cara un poco y trataba con todas mis fuerzas de no llorar aquí delante de él... Era tan frustrante, porque si no tuviese novia yo seguramente le habría dicho que lo amaba con locura desde que era una jodida cría.
Pero yo sabía que era malo, porque él mismo había dicho que la estaba terminando por mi culpa, la estaba haciendo sufrir porque yo había vuelto.
Quizás si yo no regresaba se casaría con ella, serían felices juntos y no le rompería el corazón a Bárbara, pero había venido a mover mi cuchara y a revivir viejos amores.
— está bien, no importa —habló con una voz monótona y sumamente decaída. Dejé escapar el aire y abrí los ojos— no te disculpes por nada Elisa, yo he malinterpretado las cosas, pero no te preocupes que nada cambiará entre nosotros, tan amigos como siempre —intentó sonreír.
Yo sabía que no estaba feliz, que esa sonrisa no era real y que definitivamente no volveríamos a ser los mismos, esto sería algo completamente distinto, un parteaguas en nuestra relación.
Una mierda completa, a decir verdad.
No dijimos nada más, solo nos quedamos en silencio, los dos mirando a la nada mientras lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones pesadas y lentas. Afortunadamente nos trajeron la cuenta que Javier pagó y nos fuimos en Uber de vuelta al hotel.
— hasta mañana, recuerda que temprano sale el tren de regreso a Madrid —dije tratando de que ambos nos olvidasemos del mal rato, aunque sabía que era prácticamente imposible.
— hasta mañana, Elisa, descansa —dijo apenado y se dió la vuelta para irse a su habitación escaleras arriba.Abrí mi puerta y me dejé caer boca abajo sobre mi cama.
— ¿Qué tal señora Bonet? —dijo Sib desde el baño, mis comisuras de fueron hasta el suelo y en menos de un fragmento de segundo ya estaba llorando como estúpida contra la almohada.
Escuché los pasos de Sibel acercarse y luego su mano en mi espalda.
— ¿Qué pasó? —preguntó, giré mi cabeza hacia un lado para poder hablar y tomé aire con mi boca.
— acabo de rechazar a Javier —dije con la voz completamente quebrada.
— ¿Qué hiciste qué cosa? —sonaba tan sorprendida como imagino que sonará todo aquel a quien le cuente— ¿Por qué coño harías eso? —me cuestionó.
— porque Javier tiene novia, Sib, y no quiero ser la perra que se metió en una relación y le rompió el corazón a una chica... —solté, Sib me acarició el cabello y yo dejé las lágrimas seguir fluyendo.
— lo lamento mucho linda, en verdad —susurró y se agachó a darme un beso en la mejilla para luego acostarse detrás de mi arropandome en sus brazos.Definitivamente hoy no sería una buena noche.
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Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)
FanficÉl era frío, serio, poco conversador, siempre lo era con todos... porque se le había ido el único rayo del sol en su vida. Ella era dulce, alegre, parlanchína, pocas veces se le veía mal... pero se vio obligada a alejarse su mejor amigo. Una amist...