Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

25

Luego del desayuno, Sibel y yo nos fuimos a mi habitación, había mucho que hacer en el tema vestuario y maquillaje.

Yo era una completa novata comparada con lo mucho que sabe Sibel, era una fortuna tenerla de amiga. En verdad.

— Bien, creo que contigo van los tonos blancos y pasteles porque eres más inocente, pero creo que también podrías vestirte distinta, ya sabes... —movió los hombros mientras que yo la miraba admirar la poca ropa de mi closet, menos mal que ella había traído un montón de mierdas y ahora teníamos para escoger.
— Te dejo a mi persona en tus manos, no me voy a quejar, ni voy a meter mano en tus decisiones... Yo seré tu muñeca en blanco, tú viste a este maniquí —me señalé yo misma y reí.

En verdad confiaba en Sibel, sabía que era una chica muy alocada y que a veces se le podía safar un tornillo, pero sabía que cuando eso pasaba resultaba bien. Ella jamás iba mal vestida, o mal arreglada. Por eso enamoró a mi hermano, por qué es preciosa siempre.

— Bien, ya lo decidí pero primero te voy a maquillar, algo simple pero no quiero que vaya a mancharse de sombras el vestido. —asentí.

Ella se sentó frente a su maletín de maquillaje, el mío era una vergüenza comparado con este. Y estoy segura que no había empacado todo.

Sacó un par de labiales, un par de paletas de sombras y unas brochas, yo solo la miraba hacer todo eso mientras que sonreía, esta chica era una genia.

El sonido de la puerta nos hizo girarnos a ver en esa dirección luego de que Sibel gritara un "Adelante" apareció Javier. Me miró con una sonrisa que respondí y luego miró a Sibel.

— puedo hablar contigo? —preguntó, alcé la ceja confundida, ella estaba poco más confundida que yo, asintió y salió del cuarto. Okey, que extraño era eso, en verdad.

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Estaba nervioso, porque conocía a Elisa, sabía lo que le gustaba y lo que no le gustaba... Pero había pasado tanto que tenía miedo de arruinar las cosas.

Los chicos no ayudaban, los había reunido a todos en mi habitación y por dios que ninguno de ellos sabía nada de citas serías, Skone solo proponía cosas Super extrañas, Manel decía cosas que no encajaban conmigo y Bta estaba ido de la charla.

Por la puerta entró Ginés y Pablo, cosa que agradecí con el alma, Ginés era un romántico de nacimiento y Pablo era un genio en cuanto a ser galán, podían ayudarme más que cualquier otro.

— Hey, se han unido en mi habitación, ¿Para qué? —preguntó Blon, lo miré un poco frustrado.
— Necesito ayuda con mi cita con Elisa, en verdad —pedí, Ginés me miró con gracia.
— Me estás diciendo que he perdido una apuesta y a mi chica en la misma tarde? Wow —solté una risa.
— ¿Apuesta? —pregunté un poco confundido.
— los chicos y yo apostamos que no te atreverías a pedirle una cita nunca —dijo Pablo— yo aposté que lo harías
— Yo la verdad no creí que se lo pedirías jamás —admitió Ginés, mejor sería que no les dijera que ella me lo pidió... Bueno, no me lo pidió pero fue la idea de ella.
— Bueno, el punto, ¿Pueden ayudarme? No quiero irme en chándal —bufé
— Hermano, ¿Qué tienes contra los chándales? —dijo Chemi como ofendido.
— No están hechos para citas —expliqué
— Di lo que quieras pero ir en chándal a una cita es increíble —se recargó en la silla, rodé los ojos y seguí viendo a Ginés que miraba mi ropa un poco objetivo.
— me gusta esa camisa de botones negra —apuntó, la tomé— y yo me pondría un pantalón, pero creo que a ti te van más estos pantalonisillos negros, definitivamente —dijo y me aventó los que había dicho, sonreí. Sí, esto era mi estilo.
— Ahora, Javier cómprale unas flores —dijo Pablo, negué.
— No no, Elisa odia las flores en ramo, odia que corten las flores, lo detesta. Rechazó un montón de chavales por esa razón —pensé, era difícil saber lo que le gustaba ahora, en verdad lo era.
— Creo que Elisa es una chica que no le interesa que le des, mientras la trates bien, lo cual sé de lejos que harás —admitió Ginés— pero puedes preguntarle a Sibel —alzó los hombros, asentí.
— y de paso dile que salga conmigo —recordó Chemi, Ginés soltó una risa tremenda, yo creo que de escuchó hasta el lobby.
— Hermano, Sibel te va a mandar a la mierda seguro —se tiró sobre la cama.
— me encantaría quedarme hablando con ustedes pero debo ir a hablar con Sibel —solté y me encaminé a la habitación de Elisa, toqué la puerta y pasé cuando me dijeron que lo hiciera.

Elisa me sonrió como siempre con esa linda sonrisa que poseía, podía notar que se estaba arreglando lo cual me ponía más nervioso aún, agradecí que Sibel saliera rápido porque estar ahí me haría desmayarme o algo.

— ¿En qué puedo ayudarte Bonet? —preguntó, suspiré
— Escucha, conozco a Elisa bien, pero no sé que haya cambiado con ella, ¿Crees que debería comprarle algo para la cita? —Sibel rió
— Creeme Javi, sigue siendo la misma Elisa que has sido siempre, así que no, no le compres nada —asentí— ¿Algo más?
— Sí, mira no tienes que aceptar si no quieres, pero el Chemi me pidió que le arreglara una cita contigo —alcé los hombros, Sibel sonrió y soltó una pequeña risa.
— Solo déjale claro que soy harina de otro costal —alzó los hombros, la miré sin entender una mierda— que sería una cita de amigos, las citas románticas me las reservo para mi novio —alcé la ceja— bien, no es mi novio, pero sé que lo será pronto —reí
— Simon es un chico directo, estoy seguro que tan pronto tenga tiempo te invitará a salir —dije, ella asintió
— Ya lo hizo, solo debo volver y lo haremos... —rió, se veía tan emocionada, vaya que le gustaba el hermano de su mejor amiga.
— Pues seguro que saldrá bien, ahora debo irme, muchas gracias Sib —asintió y volvió a entrar a la habitación.

Me sentía más tranquilo, al menos iba a salir con la misma Elisa de la que me había enamorado.