Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

14

Había ido con Tomás a dar una vuelta por ahí, honestamente no le estaba prestando atención a lo que él me decía si no a mis pensamientos, que solo rondaban en Elisa.

— ¿Javier me estás prestando algo de atención? —preguntó mi amigo, sacudí la cabeza y lo miré.
— perdona hermano, es que tengo muchas cosas en la cabeza y no puedo concentrarme en nada —dije un poco avergonzado, unos pasos se hicieron presentes, Barbara venía caminando lentamente mientras que pateaba las piedras.

Se acercó a nosotros y me miró.

— así que tu chica te cambio por Yerar, vaya, que karma es ese —alcé la ceja, ¿De qué hablaba? No había entendido.
— Ah? —pregunté, ella me miró de nuevo.
— Nada que he ido al campamento y los he visto caminar cima arriba —alzó los hombros. Suspiré.

Caminé un poco rápido en dirección a aquel lugar, aunque no lo necesité porque desde un poco abajo se notaba que estaban juntos y solos, fumando un cigarrillo uno al lado del otro.

Bajé molesto, Barbara dijo algo pero la ignoré, solo seguí caminando adolorido. No sabía cómo reaccionar, después de todo Elisa era libre de hacer lo que ella quisiera, pero Yerar sabía que ella me gustaba, me dolía más por él.

— Que bajo de ella meterse con tu mejor amigo, yo jamás lo haría —dijo la castaña sentándose a mi lado, la miré de reojo.
— En verdad me quieres Barbara? Tu amor va en serio? —pregunté, ella asintió y me acarició la mejilla.
— más que a mi vida —contestó, la cogí de la nuca y la besé sin más.

Necesitaba sentirme querido, necesitaba que alguien me dijera que me quería. Y Barbara parecía estar ahí en todas.

Escuché un suspiró, me separé y miré de reojo que Elisa y Yerar estaban frente a nosotros. Yerar sorprendido y Elisa un poco... Triste.

— perdón por interrumpir —dijo la chica amable como siempre y se alejó de nosotros. Miré a Yerar.
— ¿No irás tras ella? —pregunté en mal tono— digo, ya que ahora estás tirándole la caña.
— Estás loco Javier, sabes que no te haría eso. Además... —me apuntó con el dedo pero se calló— no tiene sentido que te lo diga si claramente has escogido a Bárbara —me miró— nos vemos luego, tengo que ir con Elisa —dijo y se fue. Me quedé mirando en la dirección en la que huía.

¿Que era lo que quería decirme?

— ni le hagas caso Javi, no vuelvas a perseguir a una chica que ni te mira... Tu relación con ella no tiene pies ni cabeza, déjala ir —susurró la chica, asentí y la miré a los ojos. Sonreí un poco y le besé los labios de nuevo. Tenía que dejar ir a Elisa. Jamás estaríamos juntos eso era obvio.

•
•
•

La noche había llegado, mis padres nos habían dejado solos al rededor de la fogata, aunque Elisa no estaba con nosotros.

Barbara estaba abrazada a mi torso, Tomas estaba bebiendo una cerveza de lata y Yerar miraba al fuego sin decir nada. Suspiré.

— ¿Dónde está Elisa? —pregunté mirando a mi "amigo", él rodó los ojos.
— Me dijo que quería estar sola, y yo la dejé estarlo. Y no Javier, Elisa no me gusta. —respondió.
— Bro, pero como no te va a gustar, si es preciosa —respondió Tomás, lo miré.
— Bueno, sí, es guapa pero no es mi tipo a demás... Bueno, digamos que creí que había un código que me impedía tirarle la caña, después de todo es la amiga de Javi —alzó los hombros. Estoy seguro que él sabe algo de Elisa, ella le dijo algo sobre mi.

Tomás alzó los hombros y dió un trago más a su bebida.

— Pues no bro, no hay códigos, Elisa es libre de hacer lo que quiera y si te gusta adelante, por mi ni te preocupes. —dije, aunque en realidad... Si me molestaba la idea de ellos dos juntos, pero no iba a decirlo en voz alta y menos frente a Bárbara.

— Ugh, necesitamos algo de música, o sea... Es lo único para lo que Elisa sirve y no está aquí —dijo Barbara de manera grosera, suspiré y miré a otra parte, Yerar negó y se levantó.
— Una cosa es que niegues a Elisa, pero que permitas que ella le falte al respeto es otra cosa bro, me decepcionas —dijo este antes de irse en dirección del lago.

Tomás se levantó también y nos miró a ambos.

— iré tras él, no quiero que vaya a perderse o que algo le pase —dijo y me dejó solo con Bárbara. La miré a los ojos.
— No les hagas caso Javi, no son tus verdaderos amigos —puso sus manos en mis mejillas— no necesitas a nadie más que a mí. —Suspiré, me recargué en ella y cerré mis ojos.

¿Por qué Elisa no podía quererme? todo sería más fácil si las cosas fueran así, Elisa y yo juntos... Y que nada más importara.

El movimiento de los árboles me hizo mirar en guardia hacia ese lugar, Elisa venía con las manos en los bolsillos de la campera y con el gorro puesto aunque sacando sus mechones rubios por los costados.

Nos miró muy rápidamente y pasó de nosotros. Barbara la miró con muy mala cara, hasta con odio.

Elisa se quitó los cascos y nos miró ahora sí de lleno.

— ¿Y los demás? —preguntó con una voz que me dolió... Una voz triste y robotizada, como sin expresión, cosa rara de Elisa.
— se fueron por ahí... No lo sé —dije un poco apenado apuntando la dirección en la que se habían ido los dos chicos.

Elisa asintió se volvió a poner los cascos y caminó para allá, sin decir nada, sin responderme con una sonrisa como solía hacer.

En definitiva yo no era para ella, era demasiado frío para poder estar a su lado, era malo para su felicidad.

Quizás por eso no éramos compatibles, ella era demasiado feliz para mí. Ella era el sol y yo la luna... Ella era radiante y yo... Bueno, yo la opacaba con mi energía negativa.