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Luego de que los chicos, Sibel y yo nos pudiéramos a charlar un poco acerca de la magnífica jornada que habíamos vivido, nos llevaron de vuelta al hotel

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Luego de que los chicos, Sibel y yo nos pudiéramos a charlar un poco acerca de la magnífica jornada que habíamos vivido, nos llevaron de vuelta al hotel.

Javi y yo habíamos acordado ir a cenar el día de mañana porque ahora era muy tarde, así que solo acordamos vernos en mi habitación al volver para cenar juntos aunque esta no fuese una cita en forma.

Sibel dijo que iría con Blon a leer unas cosas y bueno, ahora estaba yo sola en mi habitación con la cena sobre una bandeja que habían traído mientras esperaba a Javier. Me había puesto ya mi pijama que consistía de una gran camisa de Simon y un short flojo y corto.

Escuché la puerta sonar así que me levanté con el celular en la mano y fui a abrir, Javi apareció con una cara seria que cambió tan pronto me vio.

— ¿Y Sibel? —preguntó este mientras entraba ya que no se veía a la castaña aquí.
— Se fue a la habitación de Blon y prometió volver en unas horas —respondí con una sonrisa. No me molestaba que me dejara a solas con Javier, pero considerando que él aún tenía novia me parecía poco conveniente hacerlo. Yo solo me estaba enamorando más y más de alguien que está saliendo a otra chica.

Así que, por más que me gustaba estar a solas con Javier... Era malo y era consiente que era malo. Simplemente me ponía en el lugar de Bárbara, si yo estuviera con Javier odiaría que mi chico se quedará a solas con otra chica en su habitación de hotel.

Aunque si a esas íbamos... Quizás salir con él tampoco sea una buena idea.

— ¿En qué piensas? —dijo Javi sacándome de mis pensamientos mientras que jugaba con mi cabello. Sonreí un poco.
— Nada interesante, solo pensaba en mi libro y eso —mentí por completo, Javier me miró con una ceja alzada.
— ¿Te conozco tan bien que sé que mientes o eres mala mintiendo? —preguntó, solté una risa y me tiré en la cama.
— creo que ambas —alcé los hombros— pensaba en que si yo fuese Bárbara me odiaría, o sea... Llego de la nada a quitarle tiempo de calidad con su chico, estamos juntos todo el tiempo, hablamos demasiado, vamos a tener una cita mañana... —suspiré, lo miré desde mi lugar, él se tiró a mi lado poniendo su hombro junto al mío
— Voy a romper con Bárbara —soltó como si nada, giré mi cabeza para mirarlo y él hizo lo mismo haciendo que nuestras caras quedaran muy juntas.
— ¿Es por mi culpa? —pregunté, él negó sonriente.
— No, y sí —alzó los hombros, me levanté sobre mis brazos y lo miré mejor.
— ¿Cómo que no y sí? —cuestioné, él se puso las manos detrás de la cabeza y suspiró.
— No, porque realmente sé que es la mejor decisión, sé que no debí darle entrada a Barbara desde un inicio porque jamás he sentido algo más allá de la amistad con ella... —explicó— y sí porque... —pasó saliva, fruncí el entrecejo y esperé a que hablara— te diré mañana en la cena vale? —asentí.
patience, patience patience —imité a Stormy, Javi me miró sin entender nada pero sonriente— Soy Stormy, ¿No has visto este vídeo? —negó— no sé cómo puedes vivir sin haberlo visto, es una joya —saqué mi teléfono y lo puse, Javi se acercó aún más a mi y mientras que él se divertía con el vídeo, yo me moría de nervios.

Y así fue por un rato ya que como siempre un vídeo nos mandaba a otro y luego a otro y a otro. Cuando menos me di cuenta ya estaba cayendome dormida al lado de Javier.



Abrí lentamente mis ojos, sentía el peso en mi espalda y no recordaba exactamente en qué punto de la noche me dormí, solo sabía que apenas despertaba.

Giré mi cabeza y para mí sorpresa, había un Javier a mi lado durmiendo como un crio, con la boca ligeramente abierta, la respiración tranquila y el cabello alborotado. Sonreí, era tan tierno.

Esto era igual a cuando éramos niños, era exactamente igual. Siempre yo despertaba primero y él siempre se molestaba porque lo observaba dormir. Pero era su culpa porque siempre ha sido muy lindo cuando duerme.

Cómo su mano estaba sobre mi, la verdad yo no quería moverme, estaba cómoda así. Con una de mis manos le acaricié el cabello lentamente. Realmente estaba muy muy muy embobada con Javier. No podía creerlo pero seguía teniendo efecto en mi.

Me encantaba admirarlo porque cada vez le encontraba cosas nuevas que lo hacían más lindo. Como el pequeño mostacho que le estaba saliendo y que lo hacía lucir como un chico un tanto mayor a su cara de bebé habitual.

Amaba sus pestañas rizadas y largas, las amaba y las envidiaba al mismo tiempo. Eran increíbles, demasiado lindas. Amaba su nariz de bolita pero pequeña, sus labios delgados, el mentón marcado, las cejas obscuras...

Me pregunto si él me admiraba de la misma manera aquellas raras veces en que despertaba primero que yo, o todas las veces en que yo me quedaba dormida primero que él...

Me lo imaginaba diciendo "mira su cabello dorado, sus pestañas largas, su nariz respingada..." Pero era fácil de imaginar, más era difícil de pensar que pudiera verdaderamente pasar. Y es que Javi no era el tipo de chico que hace esas cosas, cuando éramos niños a penas y me decía cuando lucía linda.

Aunque recuerdo un par de veces que fueron increíbles y que me hicieron enamorarme de él aún siendo una niña. Fue en la fiesta de su primo, me habían invitado a mi porque realmente me llevaba bien con la familia de Javier y mi tía me había dejado poner mi vestido blanco con flores amarillas.

Además de que me había dejado llevar el cabello suelto como tanto me gustaba, recuerdo la cara de Javier y recuerdo que me dijo que yo lucía igual a las flores de mi vestido que eran girasoles... Desde ese día han sido mi flor favorita.

Extrañaba esos tiempos en que pensaba que podía gustarle a Javier... En verdad los extrañaba.

Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora