Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

5

Una semana había pasado desde que me ví con Javier. No volvimos a tener contacto y la verdad es que yo estaba un poquito ocupada con mis propios mambos como para llamarlo.

Suspiré de nuevo releyendo una y otra vez el último capítulo que había escrito. No se me ocurría nada para continuar.

Di un trago más a mi café, cambié de canción y cerré mi ojos, la melodía de "Happiness" de Rex Orange County sonaba en mis cascos haciéndome reflexionar sobre todo lo que pasaba a mi al rededor.

"Seré el que se quede hasta el final
Y seré el que te necesite de nuevo
Y seré el que se proponga en un jardín de rosas
Y el que realmente te ame mucho tiempo después de que se cierre nuestra cortina

¿Pero me seguirás amando? Cuando nadie me quiera cerca
Cuando cumpla 81 años y olvide cosas
¿Seguirás orgulloso?

Porque yo soy el que esperó tanto tiempo
Y yo soy el que podría equivocarse
Y yo seré el que te amará
Como se supone que debo hacerlo"

Siempre he pensado que las canciones nos dicen muchas cosas que no queremos admitir. Cómo esta canción por ejemplo...

Mientras la voz de Rex cantaba cada estrofa yo solo podía pensar en Javier. Siempre pensé que un día sería fuerte y podría decirle que lo quería... Pensé que quizás él también me querría de vuelta y seríamos una increíble pareja.

Pero luego me fui, y jamás supe mas de él hasta ahora que vuelvo y nos hablamos de maravilla pero luego nada...

Era una mierda sin duda.

Suspiré, ¿Sería muy raro si lo llamaba?

Cómo si pudiese escucharme el destino, mi teléfono comenzó a sonar. Miré en la pantalla el nombre de la madre de Javi y apreté el entrecejo.

Contesté un poco confundida a decir verdad, aunque con alegría como siempre.

— Hola Eli, ¿Cómo estás, linda? —preguntó, sonreí ampliamente y me despegué del escritorio.
— maravillosamente como siempre, ¿Qué tal está usted? —la gente decía que yo siempre estaba feliz y en parte era verdad. Me gustaba sonreir, estar alegre. Pocas veces se me veía decaída, deprimida... Quizás mi hermano me recordara así todo el primer año que estuve lejos de Javier.
— Me alegra escuchar eso linda, nosotros estamos muy bien, emocionados —rió— vamos a ir al parque este donde solían ir a jugar Javier y tú... —sonreí, amaba ese parque, sobretodo el columpio. Era el único que servía y Javier siempre me empujaba mientras yo disfrutaba.
— Increíble, ese parque me trae muchos buenos recuerdos —dije con una sonrisa en el rostro que aunque ella no podía ver, seguro que por mi tono sabría la felicidad.
— de hecho te llamaba para invitarte, si tu hermano quiere venir está bien también, todos pueden venir —dijo alegre— llamaré a Javier para invitarlo aunque no te prometo que irá, porque tiene un tiempo que no sale mucho con nosotros.
— vale, está bien, ¿A qué hora? —seguramente el parque me ayudaría a relajarme y quizás hasta me inspiraba a continuar.

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Mi hermano había metido su mochila en el maletero y junto a Harry subieron al coche. Al final todos decidimos ir porque necesitábamos desestresarnos.

— Simon, ¿metiste la laptop? —preguntó Harry antes de subir al coche a mi lado. Me tomó de la mano y le dió un pequeño beso.

Sonreí un poco y lo miré.

Quería mucho a Harry, pero a veces sentía que la única razón por la que había aceptado ser algo más que su amiga era porque eso fue lo jamás logré con Javi.

Mi hermano nos miró por el retrovisor e hizo cara de desagrado.

— Déjense las manos, por favor —pidió serio. No sé qué le molestaba si gracias a él había conocido a Harry.

Condujo en silencio hasta el parque donde nos habíamos quedado de ver, bajamos los tres del coche y vi a los papás Bonet y a un par de adultos más que no conocía.

— Simon, dios —dijo la señora Bonet sorprendida— estás enorme —le abrazó con cariño y dejó un beso en la mejilla de mi hermano que este con gusto le devolvió. Nos llevábamos muy bien con esa familia.
— usted sigue estado igual de joven y hermosa —respondió cortésmente el rubio y sonrió.

Harry nos miraba incómodo, claro, no conocía a nadie.

— señora Bonet —llamé su atención haciendo que esta me mirara tiernamente y me besara la mejilla— él es Harry —apunté al chico medio castaño a mi lado, era bastante guapo a decir verdad— es un amigo cercano —dije, no quería presentarlo como mi novio porque no lo era, pero tampoco iba a decir un amigo de mi hermano.
— un gusto Harry, son Adriana González de Bonet, era vecina de estos dos chicos cuando eran unos niños —sonrió— cualquier cosa que necesites estoy a tus órdenes y es un gusto conocerte —Harry le regaló una sonrisa honesta y un poco juguetona, como la de un niño nervioso.

La mujer me miró a mi y luego corrió al llamado de una de las mujeres.

Caminamos detrás de todos y nos fuimos quedando solos y hasta atrás. Simon platicaba animadamente con el señor Bonet.

— ¿Dónde está tu mejor amigo? —preguntó, suspiré y alcé los hombros.
— no lo sé, su madre me dijo que ya no sale con ellos —dije un poco triste, esperaba poder tener de nuevo recuerdos aquí.

Nos sentamos todos en las mesas y comenzamos a comer entre charlas sobre el pasado y presentaciones.

Todos estábamos felices hasta que el señor Bonet miró al frente un poco serio haciendo que todos los demás miraramos en esa dirección solo para ver a Javier de la mano de una chica castaña. Sentí una pequeña punzada en el pecho, me había dolido aquello.

— Javier, que gusto verte aquí —dijo su madre poniéndose de pie— y Bárbara —miró a la chica un poco... Incómoda, con una sonrisa que parecía bastante forzada.— siéntense —continuó.

Nuestras miradas chocaron, pero yo la aparté, estaba un poco sorprendida. No mencionó una novia.

— Simon Bro, no te había visto en mucho tiempo —saludó a mi hermano, luego me miró a mi— Elisa —dijo y hizo un intento de sonrisa, luego miró a Harry— a ti no te conozco.
— Soy Harry, el novio de Elisa —se presentó él mismo con una sonrisa en la cara y fijando sus ojos color aqua en el castaño.

Mi respiración se agitó, esto terminaría mal.