Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)

32

Luego de esa mágica reunión con Javi, nos habíamos quedado charlando hasta muy tarde en su habitación, me prestó ropa seca para que yo no me fuese a resfriar y vimos una película.

Ahora volvía a casa luego de 3 días de invadir el espacio de Javier y Yerar el cual, por cierto, estaba más emocionado que nadie por esta relación.

Subimos en el elevador hasta la puerta de mi casa, abrí la puerta y bam, como si no lo viera venir apareció delante de mi una escena digna de película. Simón comiéndose a mi mejor amiga.

Me quedé mirando a ambos simultáneamente mientras mi mano seguía tomando la de Javier y este lucía bastante divertido al parecer.

No me molestaba para nada, en verdad que no. Creo que lo ví venir desde la primera vez que estos dos se vieron, había sido amor a primera vista.

— Elisa no es lo que crees —dijo Simon haciendo que Sibel soltara una carcajada.
— Simon, esto es exactamente lo que ella cree —siguió riendo, no voy a negar que me contagió.
— My best friend, and my brother —imité a Ross Geller y me eché a reír— na, está bien, lo sabía ya desde hace rato estaba esperando a ver si me decían ustedes mismos o lo descubría yo sola.
— perdón, no sabiamos como te lo ibas a tomar —alzó los hombros Sib, negué.
— Bueno chicos, sigan en lo suyo yo y Javier vamos a mi habitación —dije jalando la mano de mi chico que soltó una risa y se detuvo.
— Alto ahí señorita —dijo Simon poniéndose de pie, me giré a encararlo con una cara de "this is serious?"— ¿Cómo pasó? He esperado este momento desde que eran dos niños, quiero saber todo lo que pasó.
— ¿Estás seguro? —preguntó Sibel haciendo que tanto Javi como yo soltaramos una risa.
— Si estaban desnudos eso no lo quiero saber —aclaró el rubio, negué.
— No te voy a contar nada de eso porque no pasó nada de eso, y tampoco te voy a contar nada de lo otro porque no es de tu incumbencia —reí— ahora sí, me voy, tengo que hacer maleta porque Javi y yo iremos a Salamanca para la siguiente jornada de FMS —sonreí.
— Uh, el primer viaje juntos, que emoción, va a haber mucho sexo —celebró Sibel haciendo que Simon la mirara mal.
— Sib, mi amor, estamos hablando de mi hermanita y el tipo que es como mi hermanito, please —hizo cara de desagrado, Javi se echó a reír.
— Ostia, si nos hemos montado una relación con incesto y todo —soltó, me abracé a su brazo y reí.
— Mejor vayanse de aquí —asentí y jalé a Javier hasta mi habitación, creo que era la primera vez que él estaba aquí.

— Te ha quedado muy bonita, se parece a tu vieja habitación —soltó, asentí
— quise mantener la escencia de la otra, porque me trae buenos recuerdos —alcé los hombros y senté a Javi en la cama, abrí el closet frente a él y me quedé mirando toda la ropa— ¿Crees que haga frío? —pregunté
— yo creo que puede que haga, no estaría mal que llevases una chaqueta o una sudadera por si acaso —alzó los hombros.
— Uhmmm, mejor te robaré la tuya —sonreí, me senté a su lado y este en seguida me tomó la mano.
— No me robas nada, yo te regalo todo lo mío —respondió y me dejó un beso en la mejilla haciendo que se quedara la estela de sus labios en mi piel por algunos segundos.

¿Cómo era posible que existiera un ser tan lindo? Esto era una jodida fantasía macho, me había enamorado de mi mejor amigo y él de mi, es que era de no creerse en verdad.

Me giré a verlo y él ya lo estaba haciendo primero, sus ojos se centraron en mi haciendo que yo sonriera ampliamente al igual que él, la distancia entre nosotros se fue acortando hasta que de un momento a otro estábamos besándonos tiernamente.

Nuestras manos seguían tomadas y mi otra mano subió hasta su mejilla para darle un poco más de sentimiento al momento.

Decían que el paraíso dependía de cada persona, era como el ambiente perfecto para alguien, su propia utopía... El mío era esto, estar con él. No importaba que haciendo, no importaba la hora, ni el lugar... Solo nosotros dos compartiendo el tiempo riendo, disfrutando, queriéndonos mutuamente como se quiere a uno mismo.

Ese era mi paraíso.

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Javi jalaba nuestras maletas mientras que yo buscaba con la mirada a los chicos, habían prometido venir a buscarnos porque bueno... Cuando Javi dijo que estaría yo hubieron varias voces sorprendidas y supongo que querían venir para ser los primeros en vernos como pareja, aunque para ser honestos... No éramos el prototipo de pareja que se la vive haciendo demostraciones públicas de amor.

Éramos más de intimidad, de privacidad. Ni siquiera habíamos subido una foto juntos en la última semana, era como si no tuviesemos una relación amorosa, como si siguieramos siendo tan amigos como antes.

— Ahí está Pablo —apunté a la salida dónde podíamos ver al pequeño enano buscándonos entre la gente.

Cuando finalmente nos vio sonrió y se quedó quieto hasta que nosotros estuvimos a su lado.

— chicoooos —siguió sonriente como siempre, le di un pequeño abrazo y sonreí también.
— Que hay Pablo, ¿Todo bien? —preguntó Javi, el mencionado asintió.
— Los chicos hicieron una apuesta sobre ustedes, yo y Ginés estamos convencidos que son novios, Chemi y Manel dicen que solo son follamigos —solté una carcajada.
— Hermano pero como pueden ser tan tontos como para pensar que todo lo que yo tendría con Elisa fuese eso? —miré a Javi, amaba verlo hablar— es mi mejor amiga de siempre hermano, la respeto más que nadie en el mundo y ellos son consientes que la quiero como a nadie —una sonrisa enternecida se escapó de mi boca.
— Javi, que no tienes que seguir haciéndole la pelota, que te ha hecho caso ya —dijo Pablo con una sonrisa burlona en su cara que obtuvo como respuesta un golpesito mío.
— cállate, me encanta escucharlo decir esas cosas —solté y me abracé más a Javier.

¿Era acaso la chica más afortunada del mundo?