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- ¿Bárbara canta? -preguntó Yerar confundido, presté atención y sonreí

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- ¿Bárbara canta? -preguntó Yerar confundido, presté atención y sonreí.
- No, es Elisa -respondí feliz, amaba esos momentos cuando de niños Elisa cantaba para nosotros, porque siempre creí que lo hacía para mí.

Salí de la casa solo para verla con la guitarra tocando un poco, no conocía la canción, pero me gustaba mucho como sonaba en voz de ella.

- Dreaming of you when I'm alone
Baby don't trip, I'm coming home
Kick it with me, I don't care if the sun is gone
Baby don't cry when I am gone
Promise you are everything I want
This is for you, baby, listen, it's your song... -comenzó a tocar, me senté cerca de ella mirándola completamente, sin perder un detalle de vista. La admiraba tanto, me gustaba demasiado esa chica, era como la mujer perfecta en mi cabeza.- Oye cariño, solo pienso en ti
When I wake up in the morning until I go back to sleep
How I wish you were mine, I think of you all the time
I always feel like I'm flying, baby, you make me feel fine... -un grito nos interrumpió a todos, Elisa dejó de tocar y miró asustada en dirección en que el gritó venía.

Barbara salió de la casa que compartíamos y nos miró a todos, esperábamos una respuesta, nos había sacado un susto.

- Olvidé mis cascos -soltó, mi padre suspiró y mi madre se levantó alejándose un poco. Estoy seguro que si se quedaba le diría un par de cosas a Barbs, no le agradaba en absoluto.
- Me asusté -dijo Elisa dejando la guitarra de lado, tomó en sus manos su taza de café y bebió un poco.
- Sigue tocando la canción que tocabas, me gustaba como lo hacías -dijo Yerar sonriente, suspiré, odiaba la cercanía de ellos dos, pero también quería escucharla cantar de nuevo...
- No, ya se me fue la inspiración -contestó ella un poco desanimada. Me gustaba la canción, me gustaba lo que decía y por alguna razón... Pensé que la cantaba por mi, que la letra la sentía dirigida a mi persona, a nosotros.

- bien, nosotros iremos a dormir -dijo mi padre y sonrió, se acercó a nosotros, besó la frente de Elisa, le apretó el hombro a Yerar y a mí me sonrió. Supongo que cree que no me gusta el contacto físico.

Una vez que mis padres estaban lejos de nosotros, y que estábamos los cinco sentados al rededor de la fogata, Tomás sonrió.

- Elisa -habló, la rubia lo miró un poco distraída- no nos presentaron nunca, soy Tomás -dijo el pelinegro sonriente, Elisa asintió.
- un gusto Tomás -le devolvió la sonrisa, siempre era tan amable esa chica.
- ¿Y si contamos historias de terror? -dijo Yerar, Elisa rió un poco. Sé que no le gustan.
- Mejor no -dije mirándola, me acerqué un poco, ella se recargó en mi hombro
- no, está bien, ya estoy grande para temerle a las historias de terror -soltó ella, yo solo podía sentir que cada nota que salía de su boca eran como caricias en mis oídos. Su voz era tan dulce, su olor era tan suave... Su tacto con mi hombro me mandaba a las nubes.

Yerar comenzó con su típica historia de campamento que concordaba mágicamente con la situación en la que estábamos. Elisa se abrazó a mi brazo y mientras prestaba atención sentía como me apretaba de a poco. Pasé mi brazo por su cintura muy discretamente, no quería que los chicos se dieran cuenta.

Recargué mi cabeza sobre la suya y presté atención... Aunque mi mente divagaba de vez en cuando en dirección de la rubia. La quería.



- bien, a dormir -dijo Tomás poniéndose de pie, Barbara lo siguió, luego Yerar, Elisa y yo.

Elisa caminó lentamente a su casa, seguramente tenía miedo, la conocía. Era el tipo de niña que se asustaba con facilidad, siempre se sentía desprotegida.

- Adelantense -dije, me acerqué a la chica por detrás, ella se giró a verme sonriente.
- Buenas noches Javi -dijo tiernamente, le di un abrazo sin que ella lo esperara, pero que devolvió envolviéndome en sus brazos cálidos.

Era más bajita que yo, y su cabeza me llevaba difícilmente al hombro, pero aún así sentía una comodidad de tenerla así.

- duerme conmigo -susurró, abrí mis ojos, por un segundo me convencí a mi mismo de que estaba alucinando.
- ¿Qué dices? -pregunté, ella se separó y me miró a los ojos.
- Por favor, duerme conmigo, tengo un poquito de miedo -se mordió el labio un poco y jugó con sus dedos. Reí un poco, esa chica iba a matarme de ternura.

- Javier, vas a venir? -preguntó la voz de Yerar, reí.
- No, chicos, hasta mañana -respondí, Elisa sonrió triunfante, entramos en su casa y cerró. Se sentó en el colchón inflable y se quitó los zapatos. Hice lo mismo y la miré.

- ¿Cómo en los viejos tiempos? -pregunté, ella asintió y se recostó del lado derecho, donde siempre dormía.

Me acosté a su lado, sin tocarnos, solo uno al lado del otro mirando al techo de la casa.

Un sonido afuera se hizo presente, Elisa se lanzó contra mi pecho hundiendo su cara ahí y pasando su brazo al rededor de mi cuerpo.

Respiré un poco agitado, me ponía muy nervioso estar así con ella y me preocupaba enamorarme tanto de ella y luego perderla.

- abrázame Javi -pidió, la obedecí como un perro obedece a su dueño, con mis dos brazos la rodeé. Ella rápidamente se relajó y soltó un suspiró.

La miré, sus ojos estaban un poco abiertos, sus pestañas se veían hermosas de ese modo, aunque miraba a la nada...

- sabes algo... -murmuró- siempre tuve miedo a que me abandonaran las personas, y cuando más miedo me daba eso... Tus brazos me hacían sentir bien al instante, siempre -sonreí- me haces bien, Javier... Te quiero -la apreté más a mi y cerré mis ojos.
- Yo jamás te abandonaría Elisa, siempre estaré para ti. Cuando llueva, cuando se venga el mundo abajo... Yo siempre estaré para ti -dije sincero y le besé la cabeza.

No mentía ni un poco.

Les dejo la canción que canta Elisa con subtítulos, si les recomiendo escucharla porque lo que dice es importante en el futuro de la historia.

Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora