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Ya nada es igual. Desde el momento en que decidí tomar su mano y correr juntos, sabía que nunca la iba a volver a soltar. Así la vida me ha dejado claro que nosotros nunca elegimos de quién enamorarnos, a quién amamos y si decidimos estar con ellos o no.

Aunque jamás me haya sentido más en control de mis propias desiciones, él siempre será ese pedazo que no termino de entender. Me la paso pensando en todo al mismo tiempo. ¿Cómo están mis padres? ¿Y Jackson? ¿Sabrá Jaden el daño que me hizo? ¿Lo que provocó? ¿Cómo está River? ¿Cómo será estar 6 meses encerrado? Los rumores corren como el agua, está en una de las celdas más seguras en McAlester, una de las cárceles con más seguridad de todo el mundo. Salir de ahí suena como algo inalcanzable. Pero lo voy a lograr. Por él, y por todo lo que el hizo por mi.

Él no hizo nada por ti.

Últimamente, la voz en mi cabeza es más fuerte, cómo si hablara por su propia cuenta, y es que las voces ahora le pertenecen a alguien. Nate y Maia. Siento sus voces hablandome cada segundo, regañando cada paso que doy y cuestionándo todas mis desiciones. He intentado calmarlas... pero estas no parecen querer irse.

—Hey.— Una chica, Seis, se ha vuelto de gran compañía. Ella ha estado aquí desde que esto empezó. Es unos años más grande que yo pero la considero cómo una amiga. A demás es muy buena amiga también de River.

—Hey.— Digo terminando de vestirme. Confieso que es lo que más me ha costado acostumbrarme. Todos aquí acostumbran a vestir de negro, y no me siento con ganas de sobresalir, así que hago lo que puedo para encajar. Me pongo el cinturón en la cintura, con mi pistola, mi cuchillo al rededor de mi bota y mi pequeña navaja favorita en el otro lado del cinturón. Ni yo sola me reconocería. Soy otra.

—Hoy tienes entrenamiento.— Dice caminando conmigo fuera de mi habitación.

—¿Cuánto tiempo tengo que entrenar? Se disparar, créeme.— A veces las personas aquí me toman muy enserio, o no me toman en serio para nada. Puedo pasar de ser la incrédula niña de papi rescatada esperando a su principe, o la chica que quedo a cargo de toda la mierda que un asesino dejo atrás. Honestamente prefiero pensar que soy la primera opción, no me siento para nada calificada para ser tomada como la segunda.

—No son órdenes mías, lo sabes.— Miro a mi alrededor mientras camino. Las personas aquí son en verdad muy diferentes de lo que pensaba. Al principio estaba muerta de miedo, mirarlos me aterraba, pero, son personas cómo yo o cualquiera.

Llegamos al campo para disparar y tomo mi pistola. Extrañamente me he familiarizado muy bien con esta, y a veces hasta me siento incompleta cuando no esta. Apuntó hacia el objetivo y disparo una y otra vez.

Me detengo en seco cuando el objetivo parece cobrar vida y comenzar a sangrar. ¿Nate? Lo miro asustada y un grito se me escapa.

—¡No!— Digo tapandome la boca. Seis se acerca y me obliga a mirarla.

—Tranquilízate Avrey. No es real. Rrecuerda. Repite conmigo. No es real, nk es real...

—...No es real, no es real...— Tiene que parar, esto tiene que parar ya.

No es nada que no hayas hecho antes.

La voz de Nate en mi cabeza me hace alterarme de repente. Tomo un trago de agua y trato de calmar esta.

¿Cómo se siente revivir la imagen una y otra vez?

Basta.— Digo en voz baja sin que nadie pueda oírme. La voz cesa y yo respiro.

—A eso me refiero cuando digo que no sin órdenes mías. No puedes salir al mundo y sufrir eso cada vez que disparas.— Dice Seis seriamente.

—Lo se, pero... no volverá a pasar. Lo tengo bajo control.— Digo y camino fuera del campo.

Camino a la oficina de River y me siento en su silla.

—Vuelve. Todo es muy difícil sin ti.— Digo mirando a mi alrededor. A veces me cuesta admitir el tiempo que paso aquí, me calma, me tranquiliza tener un pequeño pedazo de él mientras no está. Mirar lo que él miraba todos los días.

Probablemente se pregunten... ¿cuándo lo rescatarán? Y la misma pregunta la hago yo todos los días. Y la respuesta siempre es la misma. Pronto. Más pronto de lo que esperas.

Llevo esperando 6 meses y aún no tengo ninguna noticia que me de algo alentador.

—Otra vez aqui.— Cinco me mira desde la puerta. —Tres diría que bajes los zapatos de la mesa.

Los bajo a regañadientes y lo miro. —River me lo diría si estuviese aquí.— Digo corrigiéndolo. No me gusta llamarlo Tres cuando un nombre tan bonito como él suyo puede ser usado.

—Pues no está, y te lo digo yo.— dice sentándose frente a mi.

—Suenas como mi padre.— Digo poniendo los ojos en blanco. —Cálmate Cinco, me a caminar, respira.

Tomo mi pequeña navaja y comienzo a jugar con ella.

—No me compares con tu padre.— A veces olvido que es un tema muy sensible aquí. Tal vez la razón por la que todos están aquí.

Nos quedamos ambos en silencio y vuelvo a poner los zapatos sobre la mesa.

—¿Cómo estás?— Pregunta serio.

—Aburrida, y la comida aquí es tan...

—En serio.— Me interrumpe. Miro hacía el techo.

—Bien. Mejor. No lo sé. ¿Harta? Estoy cansada y estoy harta.— Digo sinceramente. —No puedo seguir esperando por algo que no se cuando va a pasar.

Él me mira de frente. —Tienes que confiar en que haremos lo correcto cuando el tiempo sea correcto.— Me rehuso a mirarlo. Últimamente me cuesta expresarme bastante.

—Me cuesta un poco confiar. No tengo razones para confiar.

—Y aún así aquí estás, por él. Él sabe lo que hace, recuerda lo que siempre decía, "recuerda que yo...—

—... tengo todo fríamente calculado. Nada me sale mal. Todo es parte del plan." Si, lo recuerdo a la perfección.— Digo sonriendo. Recuerdo haber estado tan asustada cuando lo escuche decirmelo en el evento de mi padre, y ahora son las únicas palabras que me mantienen cuerda y con esperanza. Sólo espero, porfavor, que esta vez no esté mintiendo. Que esto sea parte del plan.

—Si no puedes confiar en mí, confia en él.— Dice antes de irse. —Ah, y baja los zapatos de la mesa.

Le saco el dedo de enmedio antes de que se vaya y me quedo pensando. Es verdad lo que ha dicho. Si no puedo confiar en él, debo confiar en River. Yo se lo prometí. Le prometí que iría por él y es justo lo que voy a hacer.

Stolen Keys | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora