Stolen Keys | (completada)

17

Los nervios nunca pasan cuando hacemos este tipo de cosas. Aún siento el miedo dentro de mi de que algo malo pueda pasar. Y es que siempre temo que la gente que me importa salga lastimada, por mi culpa. Liana se ha ofrecido a ir y ella dirigirá la operación. En verdad la admiro.

Todo esto es posible gracias a que, de alguna manera, recuerdo perfectamente la rutina que ocurre en mi casa. Y esperamos que siga igual. Entraremos ahi a las 3:30 am en punto, a esa hora seguramente ya todos están dormidos. Mi padre se despierta a las 5:00 am a su corrida matutina, pero no necesitaremos dos horas, máximo media hora y todo estará perfectamente instalado.

Miro a Liana y a los demás chicos vestirse con su uniforme y me acerco a ella. —Gracias por ofrecerte, significa mucho para mi.

—No lo hago por ti. A demás, siento que estoy de sobra, necesito sentir que hago algo útil.— Termina de ajustar todo y me mira.

—Ten mucho cuidado. Se que todavía le importas... y a mi también.

Su mirada es inexpresiva, no puedo entender que esta sintiendo. —Claro que si.

Camino de regreso a donde han instalado todas las computadoras conectadas a las cámaras. Y lo hizo nada más y nada menos que Allen, el amigo de River. Él dice que es la única persona que confía para que esto funcione al 100%, alegando que es un experto. Y la verdad, Allen comienza a caerme bien, el problema es que últimamente tengo un gran problema en confiar en la gente que apenas conozco.

—Todo está listo para iniciar, el reloj marca las 3:00 am.— Allen me mira y yo me preparo. River llega a mi lado con un café para mi y se sienta al lado de Allen. Yo me quedo parada detrás de ellos.

Liana y el equipo suben al auto y salen. Comenzamos a seguirlos por medio de las cámaras instaladas en los cascos de ellos. Siento el sudor llegar a mi junto con los nervios y el pánico. Si esto sale mal, es probable que todo lo demás salga mal.

—Todo hubiera sido más fácil si la seguridad de tus cámaras de vigilancia no fuera tan fuerte. Así sólo tendría que hackearlos como hice con la de su oficina. Pero hey, ¡cualquier excusa para reunirnos es buena!— Dice Allen al verme nerviosa. A veces su gran optimismo sarcástico no ayuda.

—Saldrá bien.— Digo concentrandome en el televisor.

Por fin llegan a la casa y aparcan afuera de esta.

—Todas las luces están apagadas, guardias en la ubicación precedida, todo va bien.— Liana habla por el radio. Siento un ligero peso levantado de mi, todo va bien hasta ahora.

Salen y corren hacía el lado derecho de la casa, y comienzan a escalar por el jardín. Se que las cámaras tienen un punto ciego en ese lugar porque yo solía escabullirme por ahí. Por la mala suerte de mi padre, yo era la única que sabía sobre eso, y aparentemente aún sigue igual, ya que logran entrar sin problemas.

Corren hasta la ventana de mi habitación y abren la ventana desde el exterior de la manera de la que yo lo hacía. Nunca supe que toda esta información me fuera útil algún día.

Las cámaras dejan ver mi habitación y siento mi corazón hundirse en mi pecho. Parece como si fuera otra vida totalmente. Cómo si hubiera dos Avreys diferentes, la de antes y la de ahora.

Comienzan a instalar cámaras en todos lados de mi habitación y después siguen con los pasillos. Mi padre odiaba tener gente dentro de la casa mientras dormía por lo que no hay nadie que pueda descubrirlos estando en el interior, ya que no habría manera de entrar. Con cuidado instalan las cámaras en toda la casa, mi habitación, los baños, su oficina, la cocina, la sala, la biblioteca, el comedor y todos los pasillos. Veo como alguien con mucho cuidado entra a la habitación de Jackson. Por más ruido que hagan el no va a despertar, pero me parte el corazón verlo, lo extraño mucho.

Duerme tranquilamente en su pequeña camita y me recuerda a las veces que me pedía quedarme con él hasta que pudiera dormirse, él siempre tenía miedo pero nunca supe de qué,y quizás ahora lo se. La cámara instalada me deja ver perfectamente toda su habitación y me lleno de nostalgia.

Liana es la indicada para entrar a la habitación de mis padres. La puerta es abierta con sumo cuidado y veo a mis padres durmiendo cómodamente. La piel se me pone de punta, aquí todo puede salir mal.

Liana consigue instalar la primera cámara sin hacer ruido y hace lo mismo con la segunda, después instala la cámara en el armario y el baño. Antes de salir, lo miro por última vez y me hace sentir mejor sobre la decisión que tomé. Mientras él está disfrutando de todo un hogar con su familia, dinero y trabajo, los padres de River están muertos. Se que esto no se trata de culpar a alguien, pero definitivamente mi padre tiene la culpa de todo.

Allen, River y yo, al igual que toda la gente al rededor, tenemos la mirada fija en el televisor y lo que ocurre en este.

—Estamos fuera.— Tan pronto como esas palabras son pronunciadas por Liana respiro por primera vez en una hora. Siento el aire aligerarse y mi cuerpo relajarse.

Allen se levanta y nos enseña la vista de todas las cámaras obviamente orgulloso de su trabajo.

—Muchas gracias.— Le digo sinceramente.

—De nada nena, cualquier cosa por ayudarlos.— También me he dado cuenta que tiene una personalidad muy coqueta, lo cuál no me molesta, me divierte.

—Sabía que podía confiar en ti. Ahora ve a traer las cervezas de la cocina.— Dice River.

—Estas loco. Van a ser las cuatro de la madrugada.— Allen le contesta.

—¿A ti cuando te ha importado eso?— River pregunta divertido.

—...Y también estás en lo correcto. Ahora vuelvo.— Río porque de verdad me hace feliz ver así a River. Se ve que lo quiere demasiado.

—Todo va a salir bien.— Me dice River una vez que Allen se ha ido.

—Lo se. Es tu plan. Se que todo va a salir bien.— River sonríe.

—No deberías confiar tanto en mí.— Se que lo dice bromeando, por eso me hace sonreír también.

—Mierda, muy tarde para eso.— Verlo sonreír tan frecuentemente últimamente me hace sentir de maravilla.

Antes nunca sonreía, o al menos, no de felicidad, y ahora algo me dice que cada día su felicidad aumenta.