18

210 25 1
                                    

Observar la vida cotidiana que sucede dentro de mi casa se ha convertido en un hábito que odio haber desarrollado. Me gusta sentarme frente al televisor y ver a mi madre pasear por la casa con su taza de café en la mano, a Jackson correr por todos lados, mi habitación vacía y sin movimiento, pero lo que más me causa interés es mi padre. Supongo que mientras vivía ahí nunca me daba cuenta de que en realidad nunca estaba en casa. Solamente en la cena, y eso pasaba muy rara vez.

—¿Quieres algo de comer?— La voz de River me hace saltar en mi lugar del susto. Casi siempre cuándo miro no tengo noción del tiempo.

—No, gracias. Estoy bien.— Digo devolviendo mi atención a la televisión.

—¿Sabes que no es sano que estés así todo el día, verdad?— Dice sentándose a mi lado.

—Creo que estarías igual si estuvieras en mi situación.— Mi vista nunca se quita de encima de la pantalla.

—Creo que si estuviera en tu situación, no estuviera aquí.— Sus palabras me hacen cuestionar.

—¿Aquí, mirando la televisora, o aquí...contigo?— Digo notablemente confundida.

—...En la televisora.— Obviamente suena inseguro y estoy segura de que no se refería a eso.

—Si quieres que me vaya puedes decírmelo.— Digo encarándolo.

—Jamás dije eso.— Dice seriamente. No me gusta el giro que tomo esta conversación de repente.

—No lo sé, me confundes.

—Lo lamento, pero no soy el que pasa todo el día observando a su familia como obsesión, y a demás, olvidando a su novio.— Se escucha dolido. ¿Por qué?

—¿Disculpa?— Digo ya notablemente enfadada. —Yo no fui la de la idea de instalar las cámaras.

—De haber sabido, lo hubiera hecho a tus espaldas.— El también esta enfadado.

—¿Cómo todas las cosas que haces a mis espaldas?— La verdad no entiendo de dónde salen mis explicaciones, pero se siente liberante.

—¿A tus espaldas? ¡Yo no hago nada a tus espaldas!— Su puño choca contra el escritorio y algo dentro de mi se mueve. Él también parece notarlo porque lo noto en su expresión. Odio cuando actúa como el antiguo él, Tres. 

—¿Por que nunca supe sobre Allen? ¿O sobre las personas que manejan toda la operación sobre nosotros? ¿Y de que besaste a Liana? ¿O sobre-

—¡¿Me estas jodiendo?!— Dice interrumpiéndome. Su tono de voz comienza a preocuparme.—¡Liana me beso a mi! ¿Por que tendría que contarte sobre Allen? Nunca hubo momentos para hacerlo. No sabia que era obligatorio. Que yo recuerde tenías miedo de mi y al siguiente minuto estabas enamorada. No recuerdo haber tenido un espacio para conocer a toda la puta gente que me rodea.

—Claro que los hemos tenido. ¡Joder River sabes todo de mí! Yo siento que apenas te conozco.— Es la verdad. Se muchas cosas sobre él, pero siento que hay mucho más por saber. Y honestamente su tono de voz me comienza a dar mucho miedo. 

—Eres la persona que conoce más sobre mi.— Habla seriamente. —Quizás... aún me tienes miedo y por eso dudas de mi.— Me interrumpe de nuevo.

—¡Jamás he dudado de ti!— Digo exhausta, odio pelear y River y yo nunca habíamos peleado. —River, no te tengo miedo, entiéndelo. No te tengo miedo.

—No me tienes miedo ahora, pero que me dices de antes.— Habla notoriamente enfadado.

—No hablemos de antes, por favor.— Digo ya un poco rendida de el giro que tomo esta conversación. River se queda callado y me sorprende al besarme con demasiada fuerza. Siento todo el enojo y la furia en el beso. Me sube al escritorio y ambos intensificamos el beso.

De un momento a otro River ya no tiene playera y yo ya no tengo pantalones. Que bueno que la puerta está cerrada.

—Jamás hagamos eso de nuevo.— Dice River sobre mis labios. Asiento como puedo y continúo besándolo. Nunca podría cansarme de besarle.

Mis manos bajan hasta el borde de su pantalón y lo desabrocho. Tomo su miembro entre mis manos y comienzo a moverlas.

—Mierda.— Sus labios besan mi cuello mientras mi mano hace todo el trabajo. Parece ser que estoy haciéndolo bien porque River recarga su frente en mi hombro y me toma del brazo fuertemente. River me retira la mano con firmeza y me quita la ropa interior. —Joder, olvide los preservativos.

—No importa.— Digo muriendo por sentirlo dentro de mi de nuevo. Todo mi cuerpo lo pide a gritos.

Una vez que lo siento, todo mi cuerpo se electrifica. River comienza a moverse rápidamente. —Odio discutir contigo.— Dice mientras nuestras caderas se mueven. Mis manos se clavan en su espalda, es demasiado. Y creo que dejare una gran marca en su espalda. Pero es que simplemente no tengo de dónde mas sostenerme y es demasiado.

River me toma del cabello e inclina mi cabeza hacia atrás dejando mi cuello al descubierto. Sus labios me besan y también estoy segura de que me dejará marcada.

Mi cuerpo se contrae completamente y se que he terminado. Él hace lo mismo y nos detenemos. Nuestras respiraciones chocan con intensidad.

—Deberíamos de discutir más seguido si eso es lo que sigue después.— Dice sonriendo entre mi cuello. Yo apenas me puedo recuperar. Aún siento mi cuerpo lleno de electricidad y millones de sentimientos.

Nunca podré entender como una persona puede hacerte sentir tantas cosas.

—Lo lamento. Nunca creí que dudarás de mi.— Dice él ya más tranquilo.

—Si dudara de ti no estaría aquí. River, de todas mis inseguridades, eres la única cosa de la que estoy segura.— Tomo su rostro entre mis manos y lo beso para re asegurarlo.

Stolen Keys | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora