Stolen Keys | (completada)

21

(River)

Mi mente últimamente esta divida en dos. La primera sección es principalmente todo lo que tiene que ver con el plan, que tomará lugar el día de mañana. Me tiene sin dormir, apenas puedo comer y pensar. Me consume energía y tiempo. Y lo único que pido es que termine para poder darle incio a lo que de verdad me importa.

Y eso me lleva a la otra sección de mi mente, Avrey. Ella es dueña de la otra mitad al 100%. Jamás había tenido algo tan bueno cómo para vivir con miedo de que podría ocurrir si dejara de estar conmigo. Avrey me da energía para continuar, para levantarme por la mañana. Despertarme sabiendo que hay alguien a quien le importa, alguien que se preocuparía si algo me pasara. Pero no es eso lo que me preocupa, me preocupa que algo podría llegarle a pasar a ella. Saber que puedo perderla en cualquier momento me mata. Se que yo la he puesto en demasiado riesgo. Joder, he arruinado su vida, lo sé. Le he quitado su libertad y lo único que me gustaría hacer es dársela de vuelta. Pero el problema es que soy un egoísta y no quiero separarme de ella nunca. Aunque probablemente eso sea lo mejor...

La veo dormir a mi lado, con sus parpados cerrados ligeramente y respirando con toda la paz y tranquilidad del mundo. ¿Cómo una sola persona puede darle tanto sentido a mi vida? Todo esto lo hago por ella... siempre ha sido todo por ella.

Recuerdo la promesa que una vez le hice. Ella me dijo con miedo que uno de los dos iba a salir herido, y yo le prometí que haría todo lo posible para que ese fuera yo. No podría soportar verla sufrir más, y menos por mi culpa. Me destrozaría, me mataría y no me dejaría vivir de esa manera. 

Trato de dormir con ella en mis pensamientos. Mañana será un gran día. Enorme, diría yo. Tendremos que levantarnos especialmente temprano, por lo que Avrey se ha dormido ya. Pero mi mente esta por todos lados.

Este es el fin, este es el cierre que necesito para por fin descansar.

Esto es lo que siempre quise, lo que desde el principio era la meta. Y lo único que me impulsa a seguir con ello, es saber la satisfacción que sentiré después, y la vida que viviré con Avrey.

Con eso en mente, cierro los ojos y duermo. Y lo próximo que veo, es a Avrey despertándome.

—Es hora. Iré a vestirme.— Miro confundido mi alrededor. Sentí que apenas dormí por un segundo. Un abrir y cerrar de ojos.

Salgo de la cama y veo a Avrey ponerse sus jeans negros ajustados y su camiseta negra. Me visto cómo puedo. Me siento nervioso, y lo admito, estoy muy nervioso. Hacer estas cosas nunca se hace más fácil. Camino hacía el baño y me miro en el espejo. Me humedezco la cara y eso me hace despertar del todo. Estoy listo.

Avrey y yo caminamos hasta el auto y manejo hacia la guarida. La luz del día apenas comienza a salir y las calles están vacías, todos a la espera de la anuncia de quien será el nuevo gobernador. Si supieran lo que les espera...

Extiendo mi mano para tomar la mano de Avrey. Esta helada y esta temblando.

—¿Te sientes bien?— Pregunto preocupado.

—Si... sólo un poco nerviosa.— Dice mirando por la ventana. La entiendo. Todo esto es nuevo para ella.

—Tranquila, todo saldrá bien.— Le aseguro antes de continuar. 

Llegamos a la guarida y Avrey entra delante de mí. Al entrar todos están vestidos de negro y están preparados para mis indicaciones.

—Muy bien. Espero todos estén preparados. Repasaré todo una última vez. Avrey, Seis y Doce estarán en la camioneta en la calle, esperándome para huir. Los chicos encargados de seguridad ya están allá. Los demás, recuerden que no deben ser vistos por ningún motivo, y asegúrense de que las cámaras estén grabando a todo momento. Quiero que esta mierda sea transmitida por el jodido planeta. Cinco, como siempre, estas a cargo de la operación desde aquí.— Todos regresan a sus lugares agarrando armamento y yo me acerco a Cinco.

—Todo va a salir bien.— Me dice mientras me coloco mis pequeñas armas.

—Lo se, y cuento en ti. Como siempre.— Le doy un corto abrazo y continuo en mi zona. Tengo que estar 100% concentrado.

Avrey se acerca cautelosamente a mi lado y yo la abrazo. —Tranquila.

Siento su corazón latir a mil por hora. —Quiero que sepas nada de lo que pase el día de hoy podrá cambiar como me siento por ti.  Y te has convertido en la persona más importante en mi vida...

—¿Por que me dices todo esto?— Pregunto nervioso. Se siente como una despedida. 

—Pensé que... podría tranquilizarte. Pero quiero que lo recuerdes. No quiero que nada se quede sin decir. — Me acerco para darle un corto beso, ya que realmente no tengo nada más que decir, siento la mente vacía. 

Nos subimos al auto con Seis en el asiento de conductor, yo de copiloto y Avrey y Liana detrás. Seis comienza a manejar. Cada vez más cerca.

—Espero hayas practicado lo suficiente. Si fallas el tiro voy a enojarme de verdad.— Dice Seis tratando de calmar el ambiente.

—Eso no es muy tranquilizador de tu parte. Pero tranquila, si algo sale mal, te aseguro que no será por mi.

Estoy seguro de mi mismo. No fallaré. He practicado día y noche y la distancia no es mucha. Podría hacerlo hasta con los ojos vendados.

Siento la pequeña mano de Avrey en mi hombro y la tomo. Estoy listo para terminar con todo esto. De una vez por todas darle fin a esta vida de la que verdaderamente estoy cansado de vivir. Es una vida de la que realmente no hay una salida, ojalá lo hubiera el día que decidí que matar personas era un buen conducto de descargar mi ira.