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Despierto con el cuerpo de River abrazandome por completo. Me giro para poder admirarlo de frente. Respira con tanta paz y tranquilidad, su cabello cae suavemente sobre la almohada y sus párpados están tranquilos. Me acerco para darle un corto beso y él sonríe levemente.

—¿Estabas despierto?— Digo.

—No, justo ahora me despertaste.— Abre los ojos lentamente y estos brillan más que nunca. Los ojos azules que siempre se veían tan vacíos y perdidos, ahora se ven llenos de color y emoción, llenos de sentimientos.

El vuelve a cerrar sus ojos. —Quiero quedarme así para siempre.

Yo sonrío ante sus palabras. —No hay nada que me gustaría más.— Me acomodo aún más cerca de él.

Es la primera vez en toda mi vida que me siento... feliz. Así, junto a él. Mi pequeño cuerpo junto a el suyo, sin preocupaciones, sin dudas, sin responsabilidades, solo él y yo. Siento su respiración y siento la mía.

Es la primera vez que me permito sentir estos sentimientos que antes tenía tan reprimidos. 

—Me estás ahogando— Dice sonriendo al notar que lo abrazo más fuerte. Sonrío y lo abrazo aún más fuerte.

Él se levanta y se toma un momento para mirar a su alrededor. —Al fin despierto a algo más que paredes grises.— Dice caminando al baño.

Me levanto también y me estiro. Lo sigo al baño y lo miro por el espejo mientras se lava la cara. —¿Cómo era?

Él respira hondo. —Era agobiante. Era un vacío agobiante. Saber que probablemente jamás saldría de ahí y nunca volvería a ver el mundo. A ti.

Lo abrazo de atrás y el se queda en silencio. —Podía sentir cómo cada día me perdía a mi mismo más y más. No sabía si dormía o estaba despierto, las horas no pasaban, siempre tenía frío.— Toma mis manos en las suyas y les da un pequeño beso. —Pero no me arrepiento, ¿sabes? Se que lo merezco. Se que lo merecía más que nadie. Y aún así no podré pagar por lo que hice.

Se gira para mirarme de frente.

—Me merezco pasar toda mi vida ahí. Y... aunque no hay nada más que me guste que estar fuera, una parte de mí siempre sentirá que ahí es donde de verdad debo estar.

—Eso no es cierto. Tú debes de estar aquí, conmigo.

—Avrey, tu eres el mejor regalo que la vida me pudo dar, pero ¿crees que yo, de todas las personas del mundo, se merece ese regalo?

—Sí...

—Avrey... No trates de olvidar lo qué pasó. Esta bien recordarlo, y saber que ambos hemos cambiado, para mejor. Pero ambos sabemos lo que hice... y el daño que te cause...

—Basta. River, me causaste daño, si. Bastante diría yo. Pero eso no cambia lo que somos ahora, lo que eres ahora. Te acepto tal y cómo eres, con todo tu pasado y todos tus errores, con todo el dolor y daño. Así te quiero. No podría pensar en ti de otra manera. Somos lo que hemos hecho, y eso es lo que nos hace especiales.

River me abraza. —A eso me refiero. Joder, no te merezco.— Dice para después mirarme a los ojos. —Si tú estás aquí no necesito nada más.— Acomoda mi cabello detrás de mi oreja.

De repente alguien toca a la puerta y el momento se corta. River gruñe y camina hacía la puerta. La abre para dejar ver a Seis.

—Buenos días.— Dice mirándonos.

Yo le sonrío y River sólo camina hacía la cama para sentarse de nuevo.

—Sólo vengo a recordarles dónde están, esto no es su luna de miel. Tres, necesitas volver a tomar el mando del lugar, cada día nos va peor. Ah, Avrey, Doce ha dormido en tu habitación, por si quieres ir por tus cosas y eso.— River pretende hacer como si se durmiera y esto a Seis no le parece nada gracioso. —Hay una junta en media hora, más les vale estar listos.

—Okay, okay, buenos días igualmente.— Dice River. Seis sale de la habitación y instantáneamente nos miramos. —¿Estuvo así todo el tiempo?

—Algo así.— Digo riendo. —¿Porque no te duchas mientras yo voy por mis cosas?

River asiente y yo salgo de la habitación. Justo al salir recuerdo lo que traigo puesto. La playera de River, que por suerte me cubre hasta los muslos. Recibo muchas miradas pero los ignoro y camino hacía mi habitación. Toco la puerta y Liana me abre de mala gana.

—Tu habitación huele a lavanda. Da asco.— Dice dejándome pasar.

—Por tu suerte vengo por mis cosas.— Digo abriendo los cajones y sacando todo.

Liana se acerca y me jala del brazo para mirarme. —¿Es esa la playera de Tres?— Dice viéndome confundida.

—Si, es la playera de River.— Digo sacándome de su agarre.

—¿Cómo... cómo te dejo usarla? Jamás me dejaba agarrar sus cosas.— Pregunta con una mirada de confusión y celos.

—No lo se, Liana.— Continuo metiendo mis cosas en la mochila.

—Joder Avrey, yo te lo advertí, te dije que te alejaras de él, ¿y que haces? Lo contrario. Quiero que te quede claro que tú no perteneces aquí. No eres una de nosotros. Jamás lo serás. No por ser el pasatiempo del momento de Tres, o River como tanto te gusta llamarlo, eres una de nosotros. ¿Está claro?

—Creo que soy más parte de esto de lo que tú jamás serás.

—River no te ama. Él me ama a mí. Yo lo sé.

—¿Ah si? ¿Y cómo es que lo sabes? ¿Te lo ha dicho?— Esto parece hacerla callar, porque se que River jamás le dijo que la amaba. Y por un lado debe de doler, pero no va a lograr nada muriendo de celos y envidia.

—Eso no es de tu importancia princesita.— Dice alejándose.

—Creo que si lo es, Liana. Lo es porque River esta conmigo, entonces todo lo que tenga que ver con él se vuelve de mi importancia.— Odio hacer esto, el papel de la pareja celosa, pero ella en verdad no me deja más opciones.

—River no es capaz de amar a nadie de esa manera, ni siquiera se ama a si mismo.

Termino de empacar todo y me detengo un segundo para analizarla de arriba a abajo.

—No quería que las cosas fueran de esta manera, odio tener que portarme así, deberíamos de intentar llevarnos bien, Liana. Porque esto no va a terminar ningún momento pronto. 

Abro la puerta y justo antes de cerrarla la escucho gritar. —¡Tu deberías se estar muerta!

Camino de regreso a la habitación de River y me mira. Su cabello húmedo cae sobre su frente, no tan largo cómo antes.

—¿Todo bien?— Dice riendo al ver mi expresión.

Lo miro con cinismo. Él ríe de nuevo. Tomo mi  ropa y me meto al baño para ducharme.

Stolen Keys | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora