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—...Toda la operación debería de salir a la perfección. No hay espacio para errores. Si todos hacen lo que deben hacer en el momento exacto, todo saldrá como lo esperamos. Preparense, los quiero listos mañana a primera hora, sin excepciones.— Seis mira a cada uno de nosotros directamente. —Sólo le tomaría a una persona para arruinarlo todo. Les pido porfavor que eviten ser alguno de ustedes.— La sesión se termina y todos se levantan y se van. Todos se ven enfocados en su parte y lo qué tienen que hacer.

Yo, me quedo esperando a Cinco ya que se que quiere hablar conmigo. Como es de costumbre, subo los zapatos a la mesa y me recargo hacía atrás.

—Hablé con Seis ayer.— Dice sentándose frente a mí.

—¿Ah si? ¿Y que te dijo?— Digo mirando a las notas que tome mientras daba la reunión. La hoja está en blanco, pero la frase "rescatar a River" está en el centro.

—Me dijo qué... estabas hablando con alguien.— Miro hacía mis manos.

—Estaba leyendo en voz alta...— Digo recordando perfectamente lo que le dije a Seis.

—Mira Avrey, se que no soy tu padre ni tu niñero. Mucho menos tu psicólogo o doctor. Pero si necesitas ayuda puedes decírmelo, puedo escucharte y aconsejarte. Se lo difícil que puede ser...

—No lo sabes.— Digo circulando el nombre de River con mi pluma en la hoja.

Se queda callado y me analiza.

—Tienes que estar bien para mañana.

—Estoy bien.— Lo interrumpo.

—Bien emocional y físicamente. Avrey, si algo te distrae... o alguien, todo puede salir completamente mal. ¿Lo sabes verdad?

—Lo se, lo se.— Le digo un poco harta de su platica. Se lo que tengo que hacer.

—Ni siquiera hiciste anotaciones.—Dice mirando mi hoja.

—Escribí lo importante.— Digo doblando mi hoja y guardándola en el bolsillo de mi chaqueta.

Cinco se levanta y me mira desde arriba. —Descansa. Ve a dormir y repasa tu parte cuantas veces sea necesario.

—Tenlo por hecho.— Digo sarcásticamente.

—Ah, y baja los zapatos de la mesa.— Dice antes de cerrar la puerta detrás de él.

Miro hacía al frente dónde se encuentran los planes de McAlester. Mi vista se fija en el círculo rojo con la X en el centro. Todo va a salir bien, lo sé. Mañana por la noche River estará conmigo y lo estaré confortando y haciéndole saber que ya está a salvo. Que está conmigo. Y mientras esté conmigo siempre estará a salvo.

Me levanto de la silla y camino a mi habitación.

Me recuesto en mi cama y miro al techo.

Mañana es el gran día.

—No lo arruinen. Por favor, no lo arruinen.— Digo a las voces de Nate y Maia.

Sólo estamos en tu cabeza. Si se arruina, es tu culpa, no la nuestra.

Decido ignorarlo y repaso el plan como Cinco me dijo que hiciera. Mi parte es simple, pero crucial. Si me equivoco, si dejo que mis emociones se apoderen de mí, todo se irá a la mierda por mi culpa. Y por ningún motivo seré yo la responsable de que River no regrese.

Te acompañaremos para que no te sientas sola.

La voz de Maia me hace enojar. —Preferiría que no lo hicieran. Creo que esta vez estaré mejor si lo hago yo sola.— Digo bastante enojada.

¿Es por eso por qué nos mataste? ¿Estás mejor sola?

—¡No! No me refería a eso. Ustedes no son Nate y Maia a los que yo conocía. Ustedes son un producto distorsionado de mi mente.— Digo seriamente.

La puerta se abre abruptamente y Seis entra. —¿Leyendo sola otra vez?

Me quedo callada porque ahora no se que responderle. —¿No te enseñaron a tocar la puerta?— Digo tratando de evadir su pregunta.

—No había nadie para enseñarme a hacerlo.— Dice sentándose a mi lado. —Todo va a salir bien, lo sé. Debes de estar tranquila. Confía.— Sonrió por la ironía al recordar todas las veces que me han pedido que confiara y la misma mierda pasa. Confías y les das el poder de decepcionarte. De romperte.

—Tu también deberías descansar.— Digo mirándola. Ella me sonríe y me abraza.

—Nos vemos mañana.

—Nos vemos mañana.— Le digo antes de verla salir de mi habitación.

Me acomodo dentro de las sábanas y cierro los ojos, pero obviamente no consigo dormir ni un poco. El pánico me llena y me deja casi sin respirar. Es asfixiante estar tan cerca de conseguirlo y no saber que pasará. Se que debo de confiar, es lo único que puedo hacer. Pero me cuesta demasiado trabajo confiar. Apenas logré confiar en River y fue arrebatado de mi.

Stolen Keys | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora