Capítulo 1

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Amanecía un nuevo día en la ciudad de Bangkok cuando un perezoso Gulf abría los ojos a causa de la claridad que entraba por la ventana. El pelinegro buscó a su guapo marido en la cama pero este no se encontraba allí. Aún con sueño se levantó y se dirigió al salón. Allí estaba Mew, en bóxer y con delantal mientras terminaba de servir el desayuno que había preparado para su amado.

-Mmmm ¡Qué rico!-Comentó Gulf.

-Preparé tortitas y jugo de coco.-Contestó Mew con una sonrisa.

-Me refería a la preciosa vista de mi marido en delantal con sólo unos bóxer.

-Mi hermoso Gulf, aún podemos cambiar el menú del desayuno.-Sugirió el mayor atraiéndolo hacia su cuerpo.

-Después del  tiempo que has invertido no quiero hacerte el feo. Pero quizás me quede con hambre después de las tortitas.-Dijo Gulf mientras se mordía su labio inferior.

-¡No se diga más! Comamos rápido para después seguir comiendo.

El feliz matrimonio desayunaba entre risas y besos. Desde que se casaron vivían en una constante luna de miel. A pesar de los años ambos seguían teniendo la misma magia y pasión del principio, incluso más.

Tras desayunar y una larga sesión de sexo decidieron darse una ducha, dónde sus cuerpo se siguieron disfrutando. De repente el timbre de la puerta sonó y Mew fue a abrir.

-¿Quién es?-Preguntó Gulf.

-Son los del catering, ya están en el jardín preparándolo todo.

-Pero.. ¿Qué hora es ya?

-Son las 12 de la mañana mi querido Gulf.

-Se nos ha ido el santo el cielo y tenemos muchas cosas que preparar.

-Tranquilo mi amor, todo está bajo control y a Khalan le encantará.-Tranquilizó Mew al menor.

Desde que Malai dio a luz los jóvenes no se separaron de ella. Khalan es su sobrino consentido y lo aman sobre todas las cosas. Ese pequeño se ganó sus corazones con su hermosa sonrisa. Ahora que llegó su quinto cumpleaños Mew y Gulf se ofrecieron a organizar una gran fiesta de cumpleaños en su honor. Aunque al principio Malai no quería causar molestias, no tuvo más remedio que aceptar ante la insistencia de los chicos.

Un enorme castillo hinchable ya se encontraba en mitad del jardín. Gulf lo veía emocionado, sabía que Khalan se volvería loco al verlo.

Ya estaba casi todo listo a falta de que llegaran los invitados. Los primeros en llegar fueron Bright y Win, al igual que el matrimonio ellos también le habían cogido mucho cariño al pequeño. Bright y Gulf solían pelear ya que uno decía que Khalan iba a ser un gran músico de mayor y el otro se negaba y decía que sería un gran futbolista.

Mike, Mild, Boss, Tay y Kao llegaron después. Todos con grandes regalos para el pequeño. Los siguientes fueron amigos de Malai y de Khalan del colegio. Por último Khalan y Malai aparecieron por el jardín.

El menor observaba todo con gran ilusión. No faltaba detalle. 

-¿Todo esto es para mi?-Preguntó el menor asombrado.

-Sí mi pequeño Khalan, todo esto es para ti.

El pequeño se abrazó a Mew y Gulf y les dio un tierno beso. El pequeño adoraba a aquellos hombres. Más que como tíos los quería como verdaderos padres.

-¿Qué se dice Khalan?.-Indicó una emocionada Malai.

-Gracias a todos. Os quiero mucho.

Y lanzó besos a todos para posteriormente correr y jugar junto a sus amigos.

-Chicos sois realmente increíbles. De verdad. Khalan y yo somos muy afortunados de teneros en nuestra vida.-Confesó Malai.

-No tienes nada que agradecer, sabes que amamos a Khalan como a un hijo.-Respondió Mew ofreciéndole una sonrisa.

-Bueno, pero lo importante es si ya se decidió por la guitarra o por la pelota.-Soltó Bright.

-Morenito, acabas de romper un momento muy bonito.-Le recriminó Win.

-Aquí lo único bonito que veo eres tú, mi pequeña molestia.


La fiesta transcurrió entre música, risas, comida y hasta espectáculo de magia que dejó a los niños con la boca abierta. Llegó la hora de la tarta y todos cantaron al pequeño, quién aplaudía feliz.

-Mi amor, tienes que pedir un deseo.-Indicó Malai a su hijo.

-Deseo tener unos papás como tío Gulf y tío Mew.-Dijo un inocente Khalan.

Todos quedaron en silencio ante aquel hermoso deseo que el menor había pedido. Rápidamente el pequeño sopló su vela del cinco y todos aplaudían y lo besaban.


Los niños siguieron jugando mientras los mayores tomaban algo en un gran porche que había. Algunos comenzaron a marcharse poco a poco puesto que ya iba anocheciendo. Los que quedaban siguieron conversando.

-Oye Malai y ¿Has sabido algo más del padre de Khalan?.-Preguntó Mild.

-No, desde que le dije del embarazo jamás quiso saber de nosotros.-Contestó la joven.

-Y si ahora volviera y te pide la custodia ¿Qué pasaría?-Preguntó Kao, quién se llevó una mirada reprochadora por parte de Win.

-No creo que eso pase, pero si pasa tendríamos que ir a juicio porque yo no permitiría compartir la custodia de mi hijo con ese hombre.

-Sabes que siempre contarías con el apoyo de todos nosotros Malai.-Contestó Bright.

-Lo sé y es por eso que me siento tan protegida y afortunada.

-Por cierto, cambiando de tema ¿Habéis tenido alguna noticia de Nnevvy o Jack?-Preguntó Mild.

Los chicos se tensaron al escuchar aquello. Esas dos personas se habían encargado de hacerles mucho daño tiempo atrás y preferían no pensar en ellos.

-Por mi parte sé que a Jack lo trasladaron a una cárcel en Estados Unidos dónde deberá cumplir 45 años más de condena. A parte de secuestro e intento de asesinato se le acusa de más delitos como robo, extorsión y tráfico de drogas.-Contestó tajante Bright.

-Nnevvy en cambio debía cumplir solo tres por cómplice pero con mi testimonio en su juicio le aumentaron la pena a ocho años.-Sentenció Malai.

-Fuiste realmente valiente Malai, cualquiera en tu lugar no hubiera dicho nada.-Contestó Mike.

-Era mi deber.

-¿No temes que tome represalias cuando salga?-Preguntó Kao.

-Confío en que este tiempo haya madurado y se haya dado cuenta de que las cosas que hizo no eran sanas ni para ella ni para nadie. Espero que se arrepienta.

-Tanto tiempo entre las rejas seguro que la hicieron reflexionar.-Dijo Win.

-Pues sí, pero sea como sea yo la prefiero lejos de nosotros.-Contestó Bright tomando la mano de su novio.

Los chicos siguieron hablando y disfrutando de la fiesta hasta que la noche llegó y todos se despidieron. Khalan estaba realmente emocionado por la gran cantidad de regalos que había recibido y por todas las sorpresas que había recibido en el día. Seguramente que esa noche dormiría del tirón.

Ahora, mi suerte ha cambiado. 2ª PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora