Capítulo 4

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Era la mañana del Sábado cuando Gulf decidió prepararle el desayuno a su amado esposo. El día anterior el moreno llegó muy agotado de su jornada laboral y quería consentirlo. Sin más se apresuró y se lo llevó a la cama.

-Buenos días mi amor ¿Cómo amaneciste hoy?-Preguntó el pelinegro mientras dejaba la bandeja sobre la mesita.

-Buenos días mi hermoso Gulf ¿Cómo pretendes que amanezca si lo primero que me encuentro es con mi precioso marido?-Respondió atraiéndolo a su cuerpo para besarlo. 

-Me alegra ver que tu buen humor regresó. Mira, te traje el desayuno.-Dijo Gulf señalando la bandeja mientras era besado por su esposo.

Mew siguió besando el hermoso rostro de su amado cuando su teléfono sonó. Sin muchas ganas lo alcanzó con su mano cuando comprobó que se trataba de un número desconocido.

-Hola ¿Quién es?-Respondió el mayor.

-Vaya, no tienes el número de tu viejo amante y nuevo socio guardado.

El mayor se tensó al escuchar eso y se levantó rápidamente de la cama dejando a un desconcertado Gulf sobre ella. Mew se metió en el baño para atender la llamada.

-¿Qué demonios quieres Art?

-Bueno ya sé que intentaste cancelar el contrato de venta de acciones, pero como te comenté no hay nada que puedas hacer al respecto.

-¿Para eso me llamas?

-No mi querido Mew, sé que es sábado pero hay unos documentos erróneos que firmaste sobre la nueva campaña de Rial's.

-Ya lo resolveré el lunes.-Respondió de mal humor.

-No me entiendes, si te llamo ahora es porque ahora se tiene que resolver. No puede esperar. Como bien sabes se trata de un cliente muy importante ¿No querrás perderlo no?

-Art no creo que sea cuestión de vida o muerte. Es fin de semana, así que el lunes sin falta me encargo.

-El lunes a primera hora deben enviarse los documentos. Yo ya te avisé, en tu conciencia quedará.

Mew colgó y se miró en el espejo del baño. En realidad se trataba de uno de los clientes más importantes de Suppasit Publicidad, pero se suponía que habían vendido acciones para tener más tiempo que dedicarle a la familia y ahora resultaba que ni el sábado podría disfrutar de su amado esposo.

Decidió darse una ducha para despejar su mente y pensar que debería hacer. Cuando terminó lo tuvo claro, iría a la empresa y solucionaría el problema. No le supondría mucho tiempo. Luego compensaría a su marido. Sin más salió del baño y se encontró con Gulf que le estaba preparando uno de sus trajes.

-Trabajo ¿verdad?-Preguntó el menor.

-Sí mi hermoso Gulf, me apena tanto perder parte de mi tiempo libre con esas cosas...

-No te preocupes yo iré a visitar a Malai y Khalan.-Respondió con una hermosa sonrisa.

-Te amo tanto... Gracias por entender, intentaré regresar cuanto antes.

Gulf despidió a su marido desde la puerta de la casa. Cuando se adentró tomó una ducha y se preparó. Se moría de ganas de pasar tiempo con el pequeño Khalan.


Bright y Win desayunaban en su hogar. El moreno estaba emocionado por el concierto que tendría lugar esa noche. 

-Aw.. ¿Estás nervioso o es impresión mía?-Preguntó burlándose el menor.

-La verdad es que sí, pero hay una forma con la que me puedo relajar.

Ahora, mi suerte ha cambiado. 2ª PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora