Ahora, mi suerte ha cambiado. 2ª PARTE

Capítulo 16

A menos de dos días para que llegara el juicio Mew y Gulf se encontraban reunidos con los abogados. Cada día se pasaban horas y horas preparando el caso. Aunque había posibilidades de ganar la pareja estaba nerviosa y preocupada. Aunque no quisieran reconocerlo aquel tipo era el padre de Khalan y tenía todos los derechos.

Por su parte Bright se sentía frustrado. No había podido ayudar a su hermano y además estaba la indiferencia de Win que lo estaba matando.

La mañana antes del juicio Bright recibió una llamada. Tras colgar se sintió nervioso e intranquilo pero no lo dudó y se puso en contacto con Mew. 

Pasadas las 12 del mediodía el moreno llegaba a Suppasit Publicidad. Nada más llegar le dejaron entrar a la oficina de Mew.

-Bright ¿Pasó algo?-Contestó preocupado el mayor.

-Hice algo a espaldas de Gulf.

-¿Qué hiciste?

-Fui a ver a Nnevvy a la cárcel.

-¿¿Qué?? ¿Por qué hiciste eso Bright? Esa mujer nos odia.

-Ya no está allí.-Soltó Bright.

-¿Cómo que ya no está allí? ¿No tenía una condena de ocho años? Han pasado menos de seis.

-La dejaron salir por buena conducta meses antes de la muerte de Malai.

-¿Qué insinúas?-Preguntó sorprendido.

-Jack me llamó desde la cárcel.

-¿Qué?- Mew estaba al borde del ataque, saber de aquellos dos no le gustaba para nada.

-Por lo visto se está rehabilitando y me llamó para pedirme perdón. Ha confesado que por su culpa mi madre tuvo aquel accidente de coche dónde murió.

-Dios mío Bright, lo siento mucho.

-Eso ya no importa, lo que importa es que ha confesado eso que ya se había olvidado y eso me hace no descartar del todo sus palabras.

-¿A qué te refieres?

-Me dijo que Nnevvy contactó con él y que fue a visitarlo a prisión. Me dijo que le propuso un nuevo plan para acabar con todos nosotros pero que iba a comenzar por la culpable de que se supiera todo.

-¿Malai?

-Sí. Me dijo que está decidida a todo. Qué él se negó, por lo visto a ella la cárcel le hizo más mal que bien.

-Bright ¿Sabes lo que esto significa?

-Nnevvy pudo causar la muerte de Malai y estar ahora detrás del regreso de Pete.

-Debemos resolver esto cuanto antes.

-Tú ocúpate de Pete, yo me encargaré de Nnevvy.

-Bright...

-Confía en mi, Mew.

Dicho esto el moreno salió se la empresa y montó en su coche. Tenía que encontrar a Nnevvy y enfrentarla.

Gulf ajeno a todo se encontraba en Metawin junto a Win. Los jóvenes se encontraban nerviosos pero intentaban no pensar demasiado en el juicio.

-Gulf tengo algo que decirte.-Dijo el menor.

-Sí claro, dime.

-De aquí en adelante estarás solo.

-¿Qué quieres decir?

-Estuve hablando con mi padre y como me dijiste, él quiere mi felicidad. He decidido irme a Suecia a seguir formándome en música. Me quiero especializar con el piano.

-¿Te vas? Win...

-Llevaba tiempo estancado. Llevando ambas academias al mismo tiempo, mi única felicidad era estar junto a Bright y ese era el único motivo por el que no salía de mi zona de confort. Ahora que eso terminó tengo que coger las riendas de mi vida y hacer lo que realmente me gusta y me hace feliz.

-¿Y tú padre aceptó?

-Sí. Él conoce a su hijo y sabe que en los últimos tiempos no estaba haciendo lo que realmente amo. Y pasa dedicarme a ello tengo que dejar Metawin.

-Win... ¿Entonces que pasará? Tu padre ya mismo se jubilará y tú no estarás aquí.

-Eso dejaré que sea mi padre quién te lo diga.

-¿Y Bright?

-Eso terminó. Tengo que pensar en mi y buscar mi felicidad. Durante un tiempo lo estuve acompañando en su felicidad. Verlo feliz me hacía feliz. Pero su desconfianza, y sobre todo su silencio me hicieron darme cuenta de que una relación es algo más.

-No sé que decir. Me alegro por ti, por que sigas tus sueños pero me da pena que te vayas, que nos dejes. Te vamos a echar mucho de menos ¿Lo sabes?

-Y yo a vosotros. En tres días me voy y me gustaría despedirme de Khalan. Espero que cuando eso pase todo esté resuelto y siga con vosotros.

Gulf asintió. Pensar en la idea de que lo separaran de Khalan le rompía el corazón. Sentía que tuvo que ser muy malvado en otra vida y en esta lo está pagando. Su maldita suerte no lo abandonaba ahora que pensaba que había cambiado.

Mew llegó al hotel dónde sabía que se encontraba Pete y se dirigió a su habitación sin tiempo que perder.

-Hombre, señor Suppasit ¿A qué se debe este honor?-Preguntó sorprendido Pete al verlo.

-¿Qué te ofreció Nnevvy por hacer esto?

Pete se quedó callado y su rostro se ensombreció. 

-¿A qué te refieres?

-Voy a ser muy directo. Sé que Nnevvy está detrás de todo esto, no sé que te ofreció pero yo te ofrezco el doble. No tienes mejor alternativa. O aceptas y me ayudas o te hundes junto con ella.

Dicho esto los jóvenes se adentraron en la habitación dónde tuvieron una larga conversación.

En otro extremo de la ciudad se encontraba Bright, quién gracias a las influencias de su tío había dado con el paradero de Nnevvy. Se trataba de una pequeña casa a las afueras de la ciudad. Alrededor no había más que bosque. Sin pensarlo se adentró y se encontró con ella.

Nnevvy quedó sorprendida al ver a aquel allí. Bright no se sorprendió menos al ver el aspecto de la muchacha. No había ni rastro de lo que algún día había sido. Estaba demacrada y extremadamente delgada. La luz que algún día tuvo en su rostro había desaparecido. Tenía su cabello corto, cuando ella amaba su largo pelo.

-Por fin. Llegó el momento en el que tú y yo hablemos.-Dijo Bright cerrando de un portazo la puerta tras él.