Los abogados salieron de la casa y Mew y Gulf se quedaron allí hablando con los padres de la joven. Debatían cómo darle la noticia al menor, a quién aún no le habían dicho que su madre había muerto. Había sido todo tan rápido que no habían encontrado el momento adecuado.
Además de eso los abuelos del pequeño no se sentían con fuerzas para afrontar esa situación. Tras una larga conversación tomaron una decisión entre los cuatro. Gulf y Mew le darían la noticia a Khalan y seguidamente se lo llevarían a su nuevo hogar. Debían normalizar la nueva vida del pequeño cuanto antes.
Gulf tocó la puerta de la habitación del menor y entró, Mew siguió sus pasos. Una vez dentro la joven niñera que cuidaba del menor salió para dejarlos solos. Khalan jugaba sentado en su cama con uno de los juguetes que le habían regalado. Cuando vio a sus tíos saltó sobre ellos.
-¡Tío Gulf! ¡Tío Mew!-Gritó abalanzándose sobre ellos.
-Hola pequeño-Susurró Gulf acariciando su negro cabello.
-Mamá no está, Simona dice que está de viaje.-Dijo el pequeño.
Gulf y Mew sintieron como su corazón se encogía. Debían decirle al pequeño que su mamá no volvería nunca más.
-Khalan, tío Mew y yo tenemos que contarte una cosa.-Dijo Gulf sentándose en la cama junto a Khalan.
-¿Tú sabes que te amamos mucho verdad?-Preguntó Mew.
-¡Sí! y yo a vosotros también.
-Cariño mamá se ha ido. Mamá ahora está en el cielo y desde allí te ve y te protege.
-¿Desde el cielo? ¿Cómo llegó allí? ¿Cómo los astronautas? ¡¡Yo quiero ir también!!
-No cariño, a ese cielo no podemos ir nosotros. Es un lugar especial para las personas que nos aman y amamos mucho. Mamá te ama ¿Lo sabes?
-Sí.
-Ahora cuando quieras verla o hablar con ella deberás cerrar tus ojitos, llevar la mano a tu corazón y pensar en ella. Ella no podrá contestarte pero te escuchará y te cuidará siempre.-Le indicó Gulf.
-¿Mamá me dejó solito?-Preguntó derramando una lágrima.
-No mi vida, mamá te dejó con nosotros. ¿Sabes? Ahora Mew y yo seremos tus papás.
-¿Para siempre?
-Para siempre cariño. Desde hoy vivirás con nosotros en nuestra casa y cuidaremos de ti igual como lo hacía tu mamá cuando estaba aquí.-Dijo Mew.
El pequeño se agarró al cuello del pelinegro. Esa era su manera de decir que entendía a su manera lo que sucedía. Mew se acercó y los tres se fundieron en un tierno abrazo.
Bright y Win se encontraban en la academia de música. Al igual que el resto, los jóvenes aún no se recuperaban de la trágica pérdida. Pero la vida seguía y tenían que dar lo mejor de sí en su trabajo. Tras una de las clases que dieron conjunta el teléfono del menor sonó y este contestó rápidamente.
Tras colgar el moreno le preguntó.
-¿Quién era?
-Era Pear, me dijo que hoy no podrá venir. Mañana tomará dos clases seguidas.-Contestó Win.
-¿Por qué te llama a tu teléfono privado y no al de la academia para avisar?-Soltó molesto.
-Jooii ¿Qué te pasa?
-Nada. Simplemente que no entiendo por qué no llama al teléfono de aquí. Creo recordar que a las clases que asiste normalmente son las que yo imparto, pero siempre algo pasa que acaba en las que impartes tú.
-Morenito ¿Estás celoso?
-¿Yo? Para nada.
-A ver, Pear es muy tímida y conmigo tiene más confianza. No veo nada raro que me llame a mi. Quizás fue el primer número que encontró.
-Si tu lo dices...
-Morenito no te preocupes, confía en mi.-Le dijo a su novio.
Win se acercó a su novio para darle un beso pero este se separó. No estaba de ánimo para besos.
-Voy a dentro. Me esperan los alumnos.-Dijo el moreno alejándose.
Win se quedó parado. Llevó la mano a su cuello y se preguntaba si había hecho algo mal para que el mayor cambiara su humor de aquella manera.
Mew y Gulf llegaron a su hogar junto al pequeño Khalan. Esa noche dormiría con ellos en la misma cama y mañana sin falta comprarían todo lo necesario para el menor.
Cuando este se durmió los jóvenes aún no podían conciliar el sueño. Sus vidas acababan de cambiar para siempre. En cuestión de segundos se habían convertido en padres.
-Mew, ¿Estás seguro de esto?
-No te voy a mentir. Me da vértigo convertirme en padre. No sé si aún estoy preparado, pero amamos a Khalan y si el destino quiso que fuese ahora será porque así debe ser.-Contestó el mayor cogiendo la mano de su marido con amor.
-¿Seremos buenos padres?-Preguntó el menor preocupado.
-Sólo puedo decir que Khalan es realmente afortunado de tener como padre a mi hermoso Gulf.
Los jóvenes se fundieron en un tierno beso. Habían sido días de muchas emociones y apenas se habían disfrutado el uno al otro. Sintieron ese beso como una reactivación de sus almas. Se necesitaban tanto que ni ellos mismos eran conscientes.
Aunque sus cuerpos se llamaban y deseaban no era momento para amarse a ese nivel. Tenían a un pequeño durmiendo en su cama y lo único que debían hacer es meterse en la misma con él, abrazarlo e intentar conciliar el sueño.
A la mañana siguiente había muchos temas que resolver para que la nueva normalidad llegase lo antes posible. Fue por eso que Gulf y Mew se tomaron el día libre en el trabajo. Los jóvenes decidieron salir de compras, había que reacondicionar la que sería la nueva habitación del pequeño.
El matrimonio junto a Khalan se fueron al centro de la ciudad y tras varias horas ya tenían todo lo que necesitaban. Todo había sido a gusto del pequeño. Compraron los muebles para su nueva habitación, ropa, comida y todo lo que se les ocurrió.
Otro tema importante era quién cuidaría del pequeño cuando ellos estuviesen trabajando y este no estuviese en el colegio. Se acordaron de Simona, la niñera que habían contratado los abuelos del pequeño. Los jóvenes llamaron a los padres de Malai y le pidieron referencias. Cuando estuvieron seguros de que esa era su mejor opción contactaron con ella y quedaron en verla en casa al día siguiente a primera hora.
Cuando la tarde llegó ya todo se encontraba en su lugar. La habitación del pequeño quedó realmente bonita. Todo era con tema marinero ya que al pequeño le encantaba el mar. Khalan estaba emocionado, seguía extrañando a su mamá pero los jóvenes hacían todo lo posible para que su ausencia fuera lo menos dolorosa posible.
Una vez que el pequeño se quedó dormido en su nueva cama los jóvenes decidieron tomar una ducha, estaban exhaustos. Esta vez la tomaron juntos y se amaron y disfrutaron.
Sus cuerpos ardían como el fuego. Intentaron no hacer ruido para no despertar a Khalan pero casi fue inevitable. Se tenían tantas ganas que dieron rienda suelta a toda su pasión. La ducha se había vuelto su lugar favorito para amarse así. Gulf gemía y Mew le daba todo su ser. Por suerte el sonido del agua caer disimulaba los excitantes ruidos que dejaban salir por sus bocas.
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Ahora, mi suerte ha cambiado. 2ª PARTE
FanfictionCinco años han pasado desde que la vida de Gulf y Bright se cruzó con la de Mew y Win. Su etapa de estudiantes quedó atrás y ahora deberán afrontar los problemas de adultos que la vida le presenta. 2ª PARTE de "Maldita sea mi suerte"