Como cada año, el día del aniversario de la muerte de Malai, Mew, Gulf y Khalan visitaban el cementerio de Bankgok. Khalan se encargaba de depositar tantas rosas como años tenía sobre la tumba de su madre.
Este año eran 18 rosas blancas las que dejaba.
-Hola mamá, hoy hace trece años que nos dejaste. Aunque tu recuerdo en vida es vago nunca te olvido. Gracias a mis padres Mew y Gulf tu recuerdo siempre estará en mi. Te echo de menos y quiero que desde donde estés te sientas muy orgullosa de mi. Te quiero agradecer el que pusieras en mi camino a mis maravillosos padres. Junto a ellos me regalaste una hermosa familia que siempre me han dado todo su amor y afecto. Ahora que soy mayor me encargaré de cuidar de ellos como ellos han cuidado de mi. Te quiero mamá.
Mew y Gulf que estaban unos pasos más atrás se sintieron enormemente orgullosos del hombre en el que se había convertido Khalan. Era un joven bueno, fuerte y valiente. Adoraba a sus padres, tíos y abuelos y lo más importante era un joven muy feliz.
Khalan se separó de la tumba y se acercó a sus padres quienes lo recibieron con un tierno abrazo.
-Ha sido muy bonito eso que has dicho hijo.-Dijo Mew.
-Gracias papá, sé que mamá estará muy agradecida por todo lo que habéis hecho por mi.-Contestó con una hermosa sonrisa.
Unos días más tarde toda la familia y amigos cercanos a Khalan se reunieron para despedirlo, ya que se marchaba a la universidad a estudiar Arquitectura.
-Al final ni música ni deporte.-Dijo Bright.
-Deberíamos haberlo imaginado cuando siempre nos pedía de regalo bloques para formar cosas.-Dijo Win.
-Siento no haber seguido vuestros pasos.-Dijo sonriendo Khalan.
-¿Qué sucede aquí? Mi hijo será el mejor arquitecto de todo el país, ya lo veréis.-Digo Gulf.
-Bueno, siempre nos quedará la esperanza de nuestra Kanda.-Dijo Bright cogiendo a una pequeña rubia de ojos verdes.
-Kanda es el prototipo perfecto de actriz.-Dijo Mew.
-Aww... ¡Dejad a mi pequeña en paz! Aún no tiene ni cinco años y ya estáis hablando de su futuro.-Dijo Win.
Todos reían mientras discutían en las posibles profesiones de la pequeña. Kanda había quedado huérfana a la temprana edad de dos años. Su padre era uno de los entrenadores de Metawin y tuvo un accidente junto a su mujer e hija cuando iban de vacaciones a la playa. Por suerte la pequeña salió ilesa pero sus padres no corrieron con la misma suerte.
Al no tener más familia cercana la pareja, los servicios sociales se hicieron cargo de la niña. Finalmente Bright y Win decidieron adoptarla.
Por otra parte la hermana de Gulf, Lawan, y Kao se habían casado hacía un año y ahora la pareja esperaba a sus primeros bebés, eran gemelos.
Finalmente la vida de todos ellos era feliz y tranquila, ya había quedado atrás todas las cosas que enturbiaban la felicidad y tranquilidad de todos. Se habían convertido en una enorme familia que buscaban cualquier escusa para reunirse y celebrar.
Cuando la fiesta estaba por terminar Bright y Win se disponían a marcharse con la pequeña Kanda pero esta se negaba. Con sus cortitos brazos se abrazó a Khalan. La pequeña tenía delirio con su primo mayor. Desde que Kanda llegó a la familia Khalan se quedo enamorado de aquella pequeña y la quería como si fuese su propia hermana.
-Vamos Kanda, hay que irse a casa ya.-Dijo Bright.
-¡No! Quero con pimo.-Imploraba la pequeña.
-Dejadla esta noche conmigo, en unos días me iré y tardaré en volverla a ver.-Dijo Khalan.
-Mmm...
-Vamos morenito, no sería la primera vez que se queda con ellos.-Dijo Win a su marido.
-Está bien.-Dijo Bright, el cual se había vuelto un padre muy protector.
La pareja salió de la casa de los Suppasit-Kanawut y se dispuso a volver a la suya. La noche era tranquila y millones de estrellas adornaban el cielo de la ciudad. Win miraba por la ventanila mientras Bright conducía.
-¿En qué piensas?-Preguntó el moreno.
-En lo feliz que soy y en la hermosa familia que hemos formado.
El moreno cogió la mano del menor y le dio un beso.
-Yo también soy muy feliz mi pequeña molestia. Gracias a ti sé lo que es el calor de un hogar. Kanda y tú sois lo más importante para mi y sería capaz de dar mi vida por vosotros.
EL pelinegro miró a su marido y le regaló una gran sonrisa, una de esas que traía loco al moreno.
-Cómo me sigas mirando así mañana no vas a poder andar.-Recriminó el moreno.
-Aw... ¿Me estás amenazando?-Contestó entre risas Win.
Bright aparcó el coche en la entrada de su casa y a toda prisa se bajó del coche.
-Tú te lo has buscado.-Y salió en busca de Win.
Win salió corriendo hacia su casa y el moreno corría tras él. Finalmente el moreno alcanzó al menor quién no tenía escapatoria y entre besos y caricias de dirigieron a la cama dónde se amaron y disfrutaron en cuerpo y alma.
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Ahora, mi suerte ha cambiado. 2ª PARTE
FanfictionCinco años han pasado desde que la vida de Gulf y Bright se cruzó con la de Mew y Win. Su etapa de estudiantes quedó atrás y ahora deberán afrontar los problemas de adultos que la vida le presenta. 2ª PARTE de "Maldita sea mi suerte"